Peeta

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No podía dormir. Y ya odiaba pensar en lo que probablemente pasó entre Gale y Katniss, pero tener a Gale diciéndome que estaba a punto de acostarse con ella lo hizo mucho peor.

Lo siento, no tirársela, cogérsela. Como si no fuera gran cosa, solamente anunció, "voy a follar a mi chica", y se marchó sin decir otra palabra. Una chica como Katniss necesita ser amada yadorada, no follada. Sabía que él solamente trataba de conseguir que me enojara, dudaba por su semblante que la trataría con tan poco respeto, pero caí directamente en su trampa, porque ahora estoy haciendo un maldito agujero en mi piso yendo y viniendo. ¿Y qué pasó durante la cena? Pensé que había estado avanzando en la cocina, ella había comenzado a coquetear con migo otra vez, bromeando de ida y vuelta y sonriendo como si yo fuera la persona más interesante con la que alguna vez había hablado. Luego la cena comenzó y volvió a ser cortés e indiferente. Juro que estaba saliendo lastimado con esta chica.

Después de tomar una respiración tranquilizante, me dirigí hacia la cocina para poder tomar un poco de agua. Intenté que no, pero mis ojos me traicionaron y miraron rápidamente a su puerta. Moría de ganas por derribarla y arrastrarla a mi cama; no quería que él la tocara en absoluto. ¿Dios querido, desde cuándo me volví así de posesivo con una chica? Estuve a punto de ir como todo un troglodita sobre Gale y poner mi reclamación sobre ella. Giré de espaldas a la puerta, casi me ahogué cuando vi a la dulce Katniss durmiendo acurrucada sobre el diván. Después de tomarme el resto del agua, caminé silenciosamente a la sala de estar y sonreí alverla. Tenía sus brazos y piernas dentro de lo que debe haber sido una de las camisas de Gale, y estaba acurrucada en una pelota apretada en la esquina del sofá. Parte de mí estaba feliz porque no pensé que ella había venido aquí después detener sexo con Gale; el resto estaba molesto de que él hubiera hecho algo para alterarla lo suficiente para que sintiera que tenía que dormir acá afuera. La llamé por su nombre y toqué su hombro con cuidado; cuando no respondió la levanté y la llevé a mi habitación.

Era una chica pequeña de todos modos, pero había levantado pacas de heno más pesadas que ella, y sentía demasiados huesos. Incluso no quise pensar cómo su columna y omóplatos habían sobresalido en aquellas fotos. Ya fuera porque no tenía permitido cocinar a menudo o no tenía comida suficiente en la casa, era evidente que había perdido demasiadas comidas. Tendría que asegurarme que siempre tuviéramos comida suficiente aquí; Katniss tenía que ganar al menos nueve kilos más, solamente para lucir saludable. Tirando hacia atrás el edredón sobre mi cama, la bajé al colchón y tiré el cubrecama de nuevo sobre ella. Su cabello había caído a su cara, y lo metí detrás de su oreja así podría verla mejor. Dios, era hermosa. Ansiaba deslizarme en la cama con ella y abrazarla toda la noche, pero probablemente sería despertado por ella o por Gale golpeándome. Con miedo de que se despertara y me viera mirándola fijamente, caminé hacia mi armario y me cambié a unos pantalones cortos de entrenamiento y me dirigí hacia el sofá. Casi gemí en voz alta cuando me acosté y fui rodeado por su olor atrapado en la almohada. ¿Cómo hizo Gale para dormir con ella en su cama cada noche? Apenas podía relajarme solo pensando en ella en mi cama, y estábamos separados por algunas paredes.

—PEETA. —Sentí una mano sobre mi brazo—. Peeta. —Este era un mejor sueño que la mayoría; juro que podía oler su dulce aroma en éste—. ¡Peeta, tienes que despertarte! La almohada se deslizó debajo de mí y mi cabeza golpeó el duro brazo del sofá.

—¿Qué mierda? —Mis ojos volaron abiertos y vi a Katniss de pie justo delante de mí, aferrando su almohada contra su pecho—. Oh, Katt, lo siento.

Ella hizo rodar sus ojos y sonrió.—Por última vez, tus palabrotas no me ofenden. Sí, pero otra vez, mamá me golpearía en la cabeza incluso por decir eso delante de una chica. Sonreí en respuesta.

Desde las cenizas (EVERLARK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora