Habíamos estado fuera por casi seis horas para el momento en que llegamos a la casa principal, y por el aspecto de todo el mundo, con excepción de la pequeña Emily, sabían exactamente lo que habíamos estado haciendo. O, al menos, las partes buenas. Peeta había terminado por buscar una de sus camisetas de repuesto que siempre guardaba en su camioneta debido a que la que llevaba antes había sido utilizada como sábana, y vi que eso tampoco pasó desapercibido.John me miró, miró a Peeta, después, volvió a mí.
—¿A dónde la llevaste, Peeta?—A nuestra casa —dijo él con orgullo y me apretó la mano. John sonrió grande bajo ese bigote.
—¿Qué te pareció, Katt? Yo solté la mano de Peeta para correr y lanzar mis brazos alrededor del cuello de John.
—Gracias por mi porche panorámico y mi bañera y mi cocina. Todo el mundo se echó a reír a carcajadas y John se rió entre dientes mientras se preparaba para bajarme.
—Sí que tenía una gran cantidad de cambios que quería hacerle después de que te conocí. Me alegro de que te hayan gustado.
—Me encantaron —suspiré, y di un paso atrás a Peeta—. Sin embargo, no puedo creer que vayas a dejarnos vivir en tu rancho. Gracias. En serio, me encanta aquí. Él sacudió la cabeza y miró a Peeta con rapidez antes de arquear una ceja gris hacia mí.
—No estoy seguro de a qué te refieres, muñeca, si te casas con Peeta, esta tierra será mitad tuya.
—¡La cena está lista!—gritó Tessa desde el otro lado de la barra del desayuno en la cocina, y todo el mundo comenzó a moverse con excepción de Isabella.
Yo seguía mirando a John. ¿Qué habría querido decir con medio mía? Peeta me besó en la frente y me llevó hacia la cocina antes de ir a hablar con Jesse sobre lo que Isabella quería hacer para la cena. Después de que ella se acomodó con su comida en el sofá, la familia llevó sillas adicionales a la sala cuando los sofás se llenaron y todos comimos allí. Ver a Jesse y Amanda tratar de ser astutos en robarse miradas anhelantes el uno al otro me hizo olvidar el extraño comentario de John, y quise desesperadamente preguntarle a Isabella lo que pensaba de ellos dos. Sabía que me había hecho un guiño en la mañana, pero no había tenido ni un momento a solas con ella desde entonces, y esa señora no necesitaba tiempo, sólo necesitaba verlos juntos una vez y eso era todo lo que le tomaría. Bueno, de acuerdo con ella y Jesse. Tessa sirvió pastel y nos quedamos en la sala de estar horas y horas hablando. Es seguro decir que a la familia Mellark le encantaron Jesse e Isabela, y que ellos fueron tomados con los Mellark.
Era raro tener a Gale tan a gusto con Peeta y yo juntos, pero estaba feliz de que todo pudiera ser normal. Gale y yo habíamos vuelto a caer en nuestra amistad durante la semana en California, y no parecía molestar a Peeta, igual que Gale no se molestaba en mirar cuando Peeta me besaba. Finalmente, se sentía bien para mí, y no podría haber sido más feliz. Cuando Emily se quedó dormida con la cabeza apoyada en mi regazo, e Isabella no pudo mantener los ojos abiertos por más tiempo, la familia empezó a separarse para pasar la noche y averiguar los arreglos para dormir. Y ya que Isabella se quedaría en la habitación de invitados, y nadie se sentía cómodo dejando a Jesse o a Amanda solos después de ver la forma en que estaban mirándose el uno al otro, yo estuve de vuelta en la habitación de Amanda, y Peeta estuvo peleando con Jesse y Gale por ver quién tomaría la cama, el sofá y el suelo de su habitación. Bajé corriendo las escaleras para tomar un vaso de agua y encontré a los padres de Peeta hablando en la cocina. Parecía que Tessa estaba preparando algunas cosas para el día siguiente, juro que esa mujer nunca deja de cocinar.
—Hola, cariño, ¿qué necesitas? —me preguntó Tessa.
—Oh, vengo por un poco de agua. ¿Necesitas ayuda? —No, pero, ¿puedo decir de nuevo que estoy tan feliz de que estés aquí? No lo viste cuando él pensó que habían terminado. Estuvo malditamente cerca de romper mi corazón verlo así, y luego pensar en no tenerte en nuestra familia... bueno, eso selló el acuerdo y mi corazón se rompió.
ESTÁS LEYENDO
Desde las cenizas (EVERLARK)
Roman d'amourPeeta Mellark estaba entusiasmado de que su primo Gale viniera a vivir con él y fuera a la universidad. Cuando había llamado para preguntarle si podía traer a su amiga Katniss con él, Peeta no se preocupó. Peeta había escuchado sobre esta amiga mis...