29. Koronī-34

560 54 34
                                    

Vegeta ya para, hay que dormir -dijo Trunks en cuanto acudió al patio. Encontró al príncipe saiyajin sentado en el centro de la plataforma que tenían en el jardín trasero del castillo.

Aún no termino, largo-dijo Vegeta, le molestaba que el moreno fuera a interrumpir su meditación. Aunque ciertamente, no estaba siendo muy efectiva.

Ya es muy tarde, llevas muchas horas sin dormir. Comportarte como un obsesivo no hará que te transformes en super saiyajin más rápido-dijo el moreno con racionalidad. Se acercó a Vegeta para tocar su hombro, quería convencerlo de que descansara un poco.

No puedo concentrarme en este estúpido lugar-dijo el príncipe saiyajin irritado. Trunks se sorprendió al escuchar que las cosas no estaban resultando como esperaba.

Qué extraño, pensé que la concentración no era algo que se te dificultara- dijo el saiyajin moreno pensativo. No quería tocar el tema que sabía que Vegeta estaba evadiendo, aún era muy pronto para ahondar en eso.

Vegeta se puso de pie rápidamente, su mente se encontraba exhausta. Cada vez que intentaba mantener la calma para poder concentrarse en su entrenamiento la presencia de la mujer de cabellos azules lo invadía.

Te mostraré una habitación, hay una muy buena junto a la mía -dijo Trunks intentando animarlo a que descansara. El saiyajin de clase alta tan solo lo siguió sin musitar palabra, estaba incluso más frustrado que antes.

Recorrieron largos pasillos hasta llegar a la zona de los cuartos. Había varios distribuidos estratégicamente para sirvientes y para los gobernadores del planeta. Los últimos se encontraban en la parte alta del castillo.

Estos cuartos no están mal ¿verdad?- dijo Trunks mientras caminaba por el pasillo seguido de Vegeta, no parecía que el saiyajin tuviera muchas ganas de hablar.

Se nota que pertenecían a una monarquía, la mayoría de las cosas están hechas de metales valiosos-dijo Vegeta, no necesitaba observar tanto  como para notarlo. Era algo opulento para su gusto, quizás ya estaba habituado al diseño moderno de las instalaciones de la corporación cápsula.

Si, es cierto. Aunque el diseño del castillo de tu familia era mucho más estético que esto-dijo a modo de opinión el moreno. Se detuvo lentamente en frente de una de las puertas-Esta es la puerta de mi cuarto, tu puedes usar la que quieras, aunque en mi opinión una de las mejores es la que está al final del pasillo-dijo a modo de recomendación.

Vegeta volteó a mirar a la puerta que había mencionado, no estaba muy lejos del cuarto del saiyajin. Era la puerta en la que el pasillo terminaba.

Iré a esa-decidió rápidamente. Trunks asintió al escucharlo y procedió a entrar en su propio cuarto luego de desear las buenas noches.

Vegeta respondió a ello sin demasiado interés y se dirigió a la habitación que el moreno le había sugerido. Al entrar notó que la misma era bastante grande.
Las paredes del cuarto eran color beige, era amplio y tenía un gran ventanal que mostraba un buen panorama de la ciudad que estaba algo alejada del castillo.

Maldita humana-dijo para sí mismo. No podía evitar maldecirla cada vez que ella se colaba en sus pensamientos. Desde que habían dejado la tierra eso no dejaba de suceder.
Miró por el ventanal intentando disipar su mente, era algo bastante difícil de lograr. Luego de intentar relajarse algunos minutos se dirigió a darse una ducha para cambiarse de ropa e intentar dormir. Quizás eso le ayudaría a serenarse lo suficiente para poder conciliar el sueño.

Una vez que se preparó para dormir se sentó en la amplia cama que tenía la habitación. En cuanto se acostó en ella el recuerdo de las veces que había dormido con la peliazul sacudió su memoria. No sabía qué le había hecho esa condenada mujer, pero no podía dejar de pensar en ella, cada cosa que veía o hacía lo forzaba a pensar en ella.

Cambios del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora