Capitulo 5:

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Capítulo 5:

*Las estrellas brillan de la forma en que tus ojos lo hacen*

POV Edward. 

 -Llévame al cielo mi ángel- susurró él en mi oído. Aún no me había acostumbrado a su tamaño, cuando el comenzó a moverse haciéndome daño. Yo solo mordí mi labio para evitar que un jadeo de dolor se esparciera por la habitación, y logré que se escuchara como un gemido de placer. 

Regla número tres:

El Cliente es quien debe gozar el sexo, no el prestamista. Por lo tanto, todos los trabajadores deben hacer lo necesario para complacer a su cliente, aún si esto implica daño físico para los trabajadores.

Si bien hay algunos clientes que no les importa en lo más mínimo si sufres o si lo disfrutas. A ellos lo único que les interesa es su propio placer (lo cual es entendible. Pagan cantidades exuberantes de dinero para disfrutar del sexo, no para ser delicados y comprensivos con alguien más). Sin embargo hay otros; los más inteligentes y quienes tienen intención de volver, que son delicados y comprensivos hasta cierto punto. Saben bien que si estamos en posición de negarnos a atenderlos, lo haremos si nos tratan mal, y si les gusto el sexo... Bueno eso sería como disfrutar una sola vez de las maravillas que podemos ofrecer. 

-Ashton- gemí lo suficientemente alto para que el me prestara atención. Fui capaz de ver la lujuria y la pasión en sus ojos, solo por un segundo. Tenía que desviar su atención ya que si él seguía así, me sería imposible atender a mis clientes al día siguiente. 

Con el tiempo uno aprende técnicas para embriagar a sus clientes sin que ellos se den cuenta, retrasarlos lo más posible si no quieres tener sexo, amarrarlo a tus servicios o simplemente distraerlos a la hora de tener relaciones. A Madame no le gusta que usemos estas tácticas, pero no es ella quien al día siguiente tiene que sufrir de dolores infernales, cuando el cliente fue un bruto. 

-Bésame- digo lo más sexy posible que pude, a sabiendas que él no se negaría. 

El posa sus labios sobre los míos y me encargo de besarlo de tal forma, que se olvide por un momento que está a punto de follarme. Meto mi lengua en su boca y el intenta seguirme el paso. 

Tras unos momentos, cuando sé que estoy listo, comienzo a mover mis caderas y el soltó un gemido ahogado. 

-No... No juegues conmigo ángel- murmura el, intentando no dejarse llevar por el placer 

-Entonces hazme lo. Follame como nadie lo ha hecho...- Se muy bien lo que debes decirle a un hombre para que sienta que te tiene en sus manos, se exactamente qué hacer, como moverme para que se corra en un segundo. 

Después de tantos años en este negocio, uno aprende a diferenciar las expresiones de los clientes. Por qué por muy distintos que ellos sean, las expresiones siempre son las mismas. 

Ashton se movió más rápidamente, creando un vaivén rítmico. Puedo sentir el contacto de nuestros cuerpos sudados y como él posa sus manos en mi cintura, haciendo que el acto sea más placentero para sí mismo. 

Paso mis manos por su espalda y siento como en un movimiento certero, el toca un lugar en mi interior, haciendo que yo sea capaz de ver estrellas por un segundo. 

-Ash…Ashton...- gimo al tiempo que mis manos arañan su espalda y tengo que utilizar todo mi auto control para aguantar un orgasmo que me amenaza con llegar. 

Cuando los ángeles lloran (Larry Stylinson) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora