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𝟏𝟔 | 𝐏𝐑𝐄𝐏𝐀𝐑𝐀𝐓𝐈𝐕𝐎𝐒
La semana se me pasó casi volando. Entre ir a reservar la casa en San Vicente para el domingo, el día de su cumpleaños; después ir a comprar algunas cosas de cotillón para decorar e ir al restaurante en donde vamos a recibir su cumpleaños para terminar con algunos detalles, mis días volaron.
Recién corté con Mariana, la mamá de Julián, a la que le expliqué todo lo que tengo planeado para el sábado y el domingo. Ellos llegan junto a mis papás el sábado al mediodía, ósea mañana, y los busco en el aeropuerto, después los llevo a mi departamento que es donde se van a quedar y con Sol nos vamos a lo de Nicolás. Agoté todos mis ahorros en su cumpleaños pero lo vale. Hace unas semanas habíamos hablado y estaba triste por no poder pasarlo con su familia porque se había hecho la ilusión de ir a Calchín, entonces fue cuando se me ocurrió hacerle un cumpleaños sorpresa. Traer a sus papás, a los míos que me dijo que los extrañaba, también la invité a Delfi quien aceptó feliz y por más que los hermanos de Julián quisieron, se les complicaba venir. Me encargué de sacar los pasajes de los Alvarez y de mis papás y mandárselos. También me recorrí varios lugares hasta que dí con una casa hermosa a la que reservé para pasar todo el domingo, me encargué de comprar sus tortas favoritas para ambos festejos y para el sábado, planeé recibir su cumpleaños en su restaurante favorito.
Cuando por fin llego a mi departamento, dejo mi cartera en el perchero y voy directo a cambiarme. Sol llega a los pocos minutos y almorzamos juntas. Charlamos un poco y me pregunta que tal los preparativos.
-Todo excelente. Solo me falta el regalo.- cuento y asiente.
-¿Qué le vas a regalar?.- pregunta y cuando trago el pedazo de milanesa, respondo.
-Un reloj. El que tenía se le rompió.
-Excelente pensado. Con Nico pensamos regalarle esos cosos que usan los futbolistas para llevar los botines o sus cosas personales.- dice y asiento, a Julián le viene bien.
-Buena idea, a Juli le va a venir de diez.- digo y seguimos almorzando mientras cambiamos de tema.
El tiempo pasa y cuando quiero acordar salgo otra vez, aunque ahora solo voy a comprarle el regalo, porque ya terminé con todo lo demás.
Entro al Alto Palermo y voy a la relojería que tanto le gusta a Julián, espero a ser atendida y cuando llega mi turno pido lo que quiero, después de un rato me decido por un reloj negro súper lindo y muy de su estilo. Lo pago y salgo del local, ya que estoy con tiempo, me quedo en el shopping y miro a ver si encuentro algo para usar mañana. Cuando me estoy por rendir, paso por una vidriera y me enamoro del vestido que luce uno de los maniquíes. Ingreso al local y busco ese vestido entre los que están colgados, cuando lo encuentro me lo pruebo y me fascina. Sin pensarlo dos veces, me lo compro. Ahora si, salgo del shopping y vuelvo al departamento.
