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24 | TIEMPO
-Dale, Memi, andá.- insiste una vez más Montiel, y una vez más vuelvo a negarme.
-No, posta. No voy a ir.- sentencio y le paso el mate a Lucas.
Tenía a los chicos hace mínimo dos horas en mi departamento tomando mates e insistiendo para que vaya al Monumental a ver un partido y por más que ya pasaron varios días desde la última vez que lo vi a Julián, no puedo enfrentarlo. No sé si necesito más tiempo, si tengo miedo de mi reacción o si simplemente no sé qué hacer con él y por eso elijo evitarlo.
-No seas boluda y dejes de hacer cosas por Julián. Tienen que hablar, si o si.- declara Beltrán y asiento no muy convencida.
-Si... No sé. O sea, sé que tenemos que hablar pero no sé si estoy preparada.- hablo pero al instante me quejo.- ¡No puedo creer que estemos pasando esto! Es estúpido.
-Y... la verdad que si. Entiendo que te haya dolido, Emi, pero no eran novios. Míralo de esa forma.- opina Gonzalo y asiento.
-No éramos novios, tenes razón, pero habíamos quedado en no estar con nadie más. Y si no lo cumple ahora, no sé cómo será a futuro.- respondo y ambos asienten.
Decido cambiar de tema porque no quiero seguir hablando de Alvarez. La tarde se para casi volando y cuando me doy cuenta, los chicos ya deciden que es hora de irse.
-Después te mando las entradas. Decile a Cande así no vas sola.- habla Beltrán y niego.
-No, no voy a ir, basta.
-Si vas a ir, punto.- contesta Montiel y bufo.
-Odio que me hagan esto, ¿Lo saben?
-Si pero no nos importa, queremos que estés ahí.- finaliza Lucas y me saluda. Gonzalo hace lo mismo y abro la puerta encontrándome con una sorpresa.
-Bueno, nos vemos.- habla Montiel.- Nos vemos, Juli.
Mis amigos salen y Julián les sonríe, da media vuelta la cara y me mira.
-Hola.- dice y toco mis anillos nerviosa.
-Mmh, hola.- musito y me hago a un lado para que entre.
-¿Estás sola?.- consulta y asiento.
-Si, Sol se está mudando con Nico.- cuento y sonríe.
-Que bueno.
-Si, hace mucho querían hacerlo.
-¿O sea que te quedas sola?.- intuye y tomo asiento en el sillón.
-Si.- respondo y rápidamente vuelvo a hablar.- ¿Qué querés Julián?
-Hablar. Hace una semana que te hablo y no me respondes.- dice y suspiro para tomar asiento en el sillón.
Apoyo mi cabeza en mis manos y hablo.- Capaz parezco re dramática pero estoy dolida. ¿Te la cogiste, no?.- pregunto porque es una duda que me carcome la cabeza.
-Si.- susurra y asiento.
-Me sigue pareciendo una estupidez pero no puedo no estar dolida. O sea, si bien no somos nada, lo hiciste. ¿Como puedo confiar en que siendo algo no lo vas a hacer?.- confieso y giro a penas mi cabeza para verlo.
-Ya sé que por más que te diga que te amo y no lo volvería a hacer no me vas a creer, no sé que hacer Emilia. Te dije que no te quería perder y lo sigo sosteniendo.- asiento y me reincorporo.
-Lucas me dijo que me amas, que no lo dude, y no lo hago. Pero te juro que no sé qué hacer. Por un lado quiero dejar todo atrás y que sigamos como veníamos, por otro lado no quiero verte ni en figurita.
-No sé porqué lo hice. No me voy a justificar pero estaba en pedo pero me levanté te juro que me quería matar. Me enojé conmigo mismo cuando me di cuenta de lo que había hecho.- confiesa y asiento escuchando atentamente cada una de sus palabras.
-Muy en el fondo, ¿No te removió nada volver a estar con ella?.- pregunto y por dentro tengo fe de que su respuesta va a ser completamente opuesta a lo que espero.
-No, porque pensaba que eras vos.- dice y se acerca tomando mi mano.- Emilia, te amo. En serio te lo digo, vos para mi sos todo. No puedo creer como arruiné las cosas.
-Yo también, Juli. Dame un poco de tiempo.- pido porque sé que es lo que necesito.
-Está bien, el tiempo que quieras.- responde y le dedico una mínima sonrisa.
Sin más, Julián se para dispuesto a irse y tengo una batalla interna entre si largar lo que quiero decir, o guardármelo. Llega a la puerta y lo miro, inevitablemente una lagrima se desliza por mi mejilla y se acerca. Se agacha para quedar a mi altura y me mira fijo a los ojos.
-Siempre te consolé de varios pajeros y ahora soy uno de esos.- dice y me hace reír.
-Te convertiste en lo que juraste destruir.- acoto poniéndole un poco de humor.
-No puedo verte así, y menos sabiendo que es por mi culpa.
-¿Viste que yo nunca quise avanzar con alguien a tal punto de ser lo que sea que somos o éramos?.- pregunto y asiente.- Bueno, era por dos cosas. Una por vos, porque quería que esa persona seas vos. Y otra porque me daba miedo esto.
-Perdóname, mi amor, por favor. No tengo idea de que hacer pero te juro que no quiero verte así, quiero verte feliz.- pasa su pulgar por mi mejilla derecha y limpia la lagrima que cae.
-Te perdono, pero necesito un tiempo para saber que quiero con todo esto.- respondo y me dedica una sonrisa.
-Está bien.- deja un beso en mi frente y ahora si, se levanta y camina hasta la puerta para después salir.
Ahora mi dilema es: ¿Vuelvo a contar de cero con Julián o nunca más?
