𝟎𝟕 | 𝐃𝐈𝐒𝐂𝐔𝐒𝐈𝐎𝐍
-Ya se me va a hacer costumbre esto.- dice Santi después de desperezarse y sonrío. Puede que a mi también.
Recién me despierto pero como soy flojita me quedé abrazada a Sosa haciendo un poco de fiaca antes de que se active cual nene chiquito.
-A mi también.- contesto y me sonríe.
Ambos nos paramos de la cama para ir al baño y mientras boludeamos un poco, nos lavamos los dientes, cuando termino, salgo del baño y vuelvo a tirarme cual morsa a la cama.
-Te dejo dos segundos sola y ya estás para volver a dormir.- habla el jugador de River desde el marco de la puerta, lo que me hace reír.
-Perdón, es más fuerte que yo.
Santiago se acerca a donde estoy y le hago seña con la mano para que venga a mi lado. Me siento en cuclillas frente a él y paso mis manos por detrás de su cuello para atraerlo a mí. Sin pensarlo dos veces, me besa y le correspondo. Empieza siendo tranquilo pero cada vez se pone mas intenso, hasta el punto que la poca ropa que tenemos nos comienza a molestar. Cuando terminamos, nos acostamos en la cama y me giro a mirarlo.
-Muy buenos días.- habla Sosa y río ante eso.
-Podría acostumbrarme.- respondo y sonríe para después depositar un corto beso en mis labios.
Después de eso, me levanto y agarro mi bikini para ir al baño y pegarme una ducha muy rápida. Salgo ya vestida y voy hasta la habitación para ponerme un vestido tejido arriba. Santi, mientras tanto, va hacia el baño para ducharse al igual que yo. Entonces voy hasta la cocina y en la heladera veo una nota del papá del jugador avisando que se iban de día de campo, por lo que tenemos toda la casa para nosotros.
-¿Preparo mate?.- pregunta Sosa agarrándome de la cintura por detrás.
-¡Ay, boludo! Me asusté.- digo con una mano en el pecho y ríe para después depositar un beso en mi mejilla.
-Perdón gorda.
-Si dale, hace mate. Tu viejo dejó una nota diciendo que se fueron de día de campo.- cuento mientras me siento en una de las banquetas que está al lado de la barra.
-Mirá vos, pintó.- dice mientras pone agua a calentar y asiento.
Charlamos un poco y cuando termina de hacer el mate, vamos afuera y nos sentamos en las reposeras cerca de la pileta. Me saco el vestido y lo dejo a mi lado. Me acuesto para tomar sol y Santi me charla mientras. Al cabo de un rato, me doy vuelta para tomar de espalda y siento agua helada recorrer mi espalda.
-¡Santiago te voy a matar!.- exclamo y escucho su risita.
-Estabas muy seca gorda, y estas tomando sol.- dice y me paro para mirarlo a lo que él ríe.
-Sisi, gracias la concha de tu madre.- puteo y ríe.
Al estar cerca de la pileta no tengo mejor idea que empujarlo pero él es más rápido y me agarra por lo que caemos ambos.
-Conmigo no chiquita.- habla cuando lo miro indignada en la pileta.
-Cinmigi ni chiquiti.- remedo lo que dice y ríe para después agarrarme de la cintura, y besarme.
Después de haber almorzado, vamos al patio y vuelvo a acostarme en la reposera para tomar un poco más de sol. Santi se sienta en otra a mi lado y cada uno está en la suya mientras suena un poco de música de fondo.
-¿Gorda?
-¿Mhm?.- respondo sin despegar mi cara de la reposera.
-¿Te jode si vienen los chicos?
-Para nada, deciles.- contesto y agarra su celular para invitarlos supongo.
Después de un rato me cuenta que todos vienen a lo que asiento. Sigo tomando sol y creo que pierdo la noción del tiempo porque empiezo a escuchar una voz que cuando me giro distingo a Montiel mirándome.
-Holis.- digo nerviosa y sonríe.
-Hola, Memi.- se agacha a saludarme.-¿Viniste conmigo no?
Asiento ante eso.- Mil gracias, Gonza.
-No me agradezcas, pero van a tener que contarlo en algún momento.- advierte y sé que tiene razón por lo que solo asiento.
-Sisi, te juro que si.
Me regala una sonrisa y se sienta a mi lado. Nos ponemos a charlar y Santi llega con todos los demás. Nos saludan y se empiezan a sentar al lado nuestro. Al rato, Santi les ofrece mate, cosa que aceptan sin dudar y como tengo hambre no se me ocurre mejor idea que ir junto a él para la cocina.
-¿No lo notas raro a Julián?.- pregunto cuando estamos solos y asiente.
-Si, no sé qué le pasa pero no lo veo como siempre.- se encoge de hombros y pone agua para calentar. Mientras me dedico a buscar algo para comer en la alacena que me indicó previamente. Cuando encuentro unas galletitas que me gustan, las saco y cierro la alacena, me paro y espero a que Santi termine de hacer el mate. Se acerca a mi y antes de dejarme dar media vuelta para ir con los demás, me toma de la cintura y deja un beso en mis labios que se lo sigo. Nos separamos y vamos al patio.
Va cayendo la tardecita y a los chicos se les ocurre comer matambre a la pizza por lo que Augusto, Nahue y Montiel van a comprar todo lo que necesitan. Me quedo en el patio hablando con los demás y noto que ni Julián, ni Santi están hace ya unos minutos.
Le aviso a Eze, con quien estaba hablando, que ya vuelvo y asiente para unirse a la conversación de los demás. Entro a la casa y no veo rastro de ninguno de los dos.
-¡Julián!.- hablo y no me responde.- ¡Santiago!
Los llamo y nada. Cuando empiezo a caminar por el pasillo, escucho voces a lo que me detengo. Miro el baño porque la puerta está abierta y está mi ropa interior. Cuando camino unos pocos pasos más, escucho a Sosa discutiendo con alguien pero no distingo la voz.
-¡No podes hacer esto, Santiago!.- dice y lo reconozco, Julián.
-No es lo que pensas, Juli. Posta.- responde Sosa tranquilo.
-Ah no, claro. Porque deliro una banda yo.- contesta sarcástico Alvarez y no sé qué hacer. Si entrar o no, si dejarlos o qué.
Opto por enfrentarlos, y abro la puerta. Siento sus miradas sobre mí y cierro la puerta.
-¿Qué pasa?.- pregunto y Julián me mira.
-Nada, Memi.
-Estaban a los gritos, no me digan que no pasa nada.- respondo y me cruzo de brazos.
-Estábamos discutiendo sobre algo pero está todo bien, en serio.- vuelve a hablar Julián y asiento dudosa.
Deposita un beso en mi cabeza y sale de la habitación dejándonos solos.
-¿Seguro que está todo bien?.- pregunto mirándolo a los ojos y asiente.
-Si mi amor, está todo bien.- dice y me abraza.
-Bueno, ¿Vamos?.- consulto y niega.
-Anda vos que voy al baño.- responde y asiento.
Salgo de la habitación antes que Santiago y busco a Julián, no le creo nada.
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lovestruck | julián alvarez
Fanficme asusta y a la vez quiero que pase, eso, supongo, es enamorarse.