¿Correspondido?

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Ahí estaba Yibo ahora, sus labios eran presionados por los labios de Zhan, sabía bien que era el primer beso de Zhan, se alegraría pero nada de eso le hacía feliz, Zhan temblaba, soportando sus lágrimas, pues sabía bien que Haikuan lo había rechazado, Zhan solo se aferró a lo que tenía cerca, Yibo.

Ya había tomado su decisión, tomo una pluma, escribiendo los Miles de sentimientos que no podía decir, aun así lo diría, preparo una caja de chocolates, los preferidos de Haikuan. Yibo llevaría a Haikuan a la parte tracera del gimnasio, después de la práctica se declararía. Podía dejarlo una vez fuera rechazado apropiadamente.

Yibo se odiaba a si mismo, ¿Que si Haikuan aceptaba a Zhan? Después de todo Zhan era muy lindo, demasiado para su punto de vista, ¿Quien podría rechazarlo?, Pero se lo había prometido a Zhan, por lo que dejó su orgullo de lado, apenas terminar la práctica fue a ver a Haikuan, este estaba guardando sus cosas.

-Profesor, ¿Podría acompañarme a un lugar?

-¿Sucede algo Yibo?

-Lo sabrá cuando lleguemos...

Lo llevo, Zhan no tardaría, decidió irse, no quería escuchar a Zhan confesarse. Haikuan estaba confundido cuando Yibo se fue, más vio a Zhan salir de detrás del edificio. Llevaba en sus manos una caja de chocolates y temblaba.

-Zhan..

-Ge... Yo... Yo... Quiero... Confesarme...

-Ya lo entiendo Zhan, ve a por él, Yibo se acaba de ir, ¿Quieres que te apoye?

-¿Que?

-Te confesaras a Yibo, ¿Verdad?, Lamento molestar, quizá no lo entendió...

-No, yo...

-El es adecuado para ti, un chico de tu edad, aunque se lleva a mi hermanito...

Eso fue todo, cualquier esperanza de Zhan murió al momento, Haikuan no lo veia más allá de un hermano, jamás pasaría nada, nisiquiera considero que tuviese esos sentimientos, todo su dolor se oculto en su sonrisa, la más brillante que pudo, asintió, y salió corriendo, Yibo esperaba en el estacionamiento, apenas verlo corrió a su encuentro, estampando bruscamente sus labios contra los contrarios. Quería cualquier cosa, lo que fuera para alejar el dolor, olvidar, lo que nunca imagino fue ser besado por Yibo, quizá lo empujaría, le gritaría que estaba loco, que no lo veía de esa manera, menos lo que hizo Yibo.

Lo sostuvo con fuerza, sus labios comenzaron a moverse contra los de Zhan, Zhan intento escapar, más Yibo no lo soltó, sumando más fuerza a su agarre, Zhan jugaba sucio, sin saber de su sentir se arrojaba a sus brazos.

Zhan suspiró cuando Yibo le mordió el labio, sintío la lengua de Yibo en su boca, ahogando todo en su interior, las lágrimas comenzaron a fluir, dejo de forcejear, los dulces cayeron al piso, escucho el golpe, incluso el crujir de la caja al ser pisada, pero no quería pensar en nada. Se abrazo al cuello de Yibo, dejando que la boca ajena invadiera su interior, sentía a su corazón golpear desbocado, era su primer beso, en su infancia soño que sería algo delicado y dulce con Haikuan, en vez de eso era un beso completamente obsceno con el que se suponía era su mejor amigo. Al fin se separaron, Yibo siguió besando sus labios, besos más cortos pequeños, lo único que descubrió fue que no le molestaba en absoluto que lo hiciera.

-Yibo...

-mn...

-Me rechazaron...

-Lo se...- Yibo miro a Zhan al fin, temía que hubiese dolor o reproche por los besos, más no había nada de eso, había un brillo indescriptible en sus ojos, más aún que cuando vio a Haikuan al inicio del año. Zhan sentía ganas de sonreír, de reír y gritar, se abrazo a Yibo con todas sus fuerzas, sentía que si lo soltaba aunque fuera un segundo caería, lo perdería y eso lo aterraba.

-No me dejes Yibo... Por favor, no me dejes...

-Te llevaré a casa...

-No, no, vamos a otro lugar, lejos, llévame lejos Yibo...- Yibo asintió, Haikuan apareció entonces, un papel en mano, miro a dónde Yibo, Zhan caminaba de la mano del otro, Yibo lo miro con odio, ese sujeto había lastimado a la única persona que era más importante que su propia familia sanguínea. Se separó de Zhan, solo para poner el casco, Haikuan corrió, Yibo encendió su motocicleta, Zhan escucho a Haikuan gritar su nombre, se apresuro a subir a la moto de Yibo, ya casi no tenía miedo a esa cosa. Se aferró con fuerza a la espalda de Yibo, su nombre gritado por Haikuan fue lo último que escucho, pues el motor de la moto era fuerte, rápidamente se alejaron de la escuela. Mientras Yibo manejaba Zhan no podía dejar de llorar. El ruido de los autos que pasaban servía para amortiguar sus gritos, más Yibo sabía lo que pasaba, Zhan estaba renunciando al fin a Haikuan.

Lo llevo hasta el parque de diversiones, tenía unos cupones ganados en el arcade, por los que no se le ocurrió otro lugar al cual ir, Zhan necesitaba olvidar todo ese dolor.

-¿Un parque de diversiones?

-Pense que al menos esto te consolaria, pero si no quieres

-esta bien, pero, ¿No tienes trabajo?

-pedi permiso, hay alguien que me cubre...

-a este paso te despedirán Yibo

-esta bien, vamos, subamos a los juegos...

Zhan comenzó a divertirse, corriendo de un juego a otro, las filas eran cortas pues era entre semana y la mayor parte de la gente estaba en su trabajo o escuela, así pues subieron a la mayor parte de atracciones hasta el atardecer, Yibo llevo a Zhan a la rueda de la fortuna, comenzaba a oscurecer y la feria se llenaba de luces.

-Gracias Yibo, por traerme, ese día en el parque, tratabas de que no viera a los Ge... ¿Verdad?

-Pense que te pondrías triste...

-ya sabía de ellos

-Me contaste

-No te dije la verdad, bueno, no toda, Zhou-ge... El creo que lo sabía, aún así nunca me trato mal, o me alejo, por eso odiaba la idea de meterme entre ellos, aún así, hoy, hoy lo hice, falte a mi propia promesa...

-Tu no hiciste nada malo Zhan, solo seguiste a tu corazón

-Ese fue un error, y te hice daño...

-¿Disculpa?

-Erá tu primer beso, ¿Verdad?, Aún así yo lo tome... Sin pensar, lo lamento...

-Zhan... Mírame...

-No... Me avergüenza

Yibo se levantó de su asiento, pasando a estar incado frente a Zhan, Zhan tenía pequeñas lágrimas en sus ojos, ¿Cómo podía llorar tanto?, Las luces se encendían en todo el parque y la ciudad, dando una vista increíble, cuando la noria se detuvo en lo más alto.

-¿Quien te dijo que me molestó?, Además, también fue el primero tuyo, ¿No?

-Si...

-Bien, y otra cosa, algo que no te había quedado claro... Cuando te dije que siguieras y te fijaras en alguíen más, hablaba de mi

-¿He?

-Fijate en mi Zhan... A partir de hoy, haré que no dejes de verme

-Eso...

-Arrancare ese amor de tu corazón, porque yo quiero ese lugar

-Tu... Eso...

-Me estoy confesando, me gustas Xiao Zhan... Y haré todo para gustarte...

La noria volvió a moverse, Zhan sentía que su corazón podía salirse de su pecho en cualquier segundo, ¿Cómo podía Yibo decir tales cosas sin la más mínima vergüenza?, Su cara ardía, se había olvidado de como respirar, o eso pensó hasta que Yibo lo beso de nuevo, entonces noto que aún tenía oxígeno para retener en su pecho.

Yibo beso a Zhan, no como antes no quería asustarlo, fue un beso corto, simple, una unión de labios que le dejaba con ganas de más, pero que hacía a Zhan temblar. Cuando al fin llegaron al piso de nuevo y se abrió la puerta, Zhan apenas y podía ponerse de pie. Esa confesión de Yibo era más de lo que su corazón podía soportar. No hablaron más, Yibo lo llevo de vuelta a la escuela, pues habían dejado sus mochilas, más está vez Zhan no lloraba, por el contrario, su sonrojo no bajo en lo mínimo. Incluso cuando lo dejo en su casa, Zhan parecía lejos de la realidad.

Fíjate en míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora