Estrellas

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Zhan se aburría en las fiestas dadas por sus padres, siempre estaban llenas de hombres y mujeres de alta sociedad, ricos, que hablaban de lo ricos que eran o de cuánto dinero hacían al día, o en el peor de los casos como gastaban ese dinero. A pesar de todo debía sonreír y fingir que todo eso era perfecto, hablar de viajes y cosas que compraba le parecía tan repugnante. Por su decisión la fiesta en honor a su cumpleaños se adelantó un día, para el día indicado pasarlo con su novio y amigos, tenía rato sintiéndose incómodo y cansado. Mas podía ver a su "prometido" hablando de lo más natural con toda esa gente. Yibo de verdad podía hacer bien el papel de niño rico a pesar de que no lo era del todo. Incluso algunas mujeres y donceles comenzaban a mostrar interés de más en el joven.

Tragando su aburrimiento y orgullo, Zhan se acercó a su novio rodeado de chicos y chicas de la alta sociedad. Se sujeto del brazo del joven y con la cara más linda que pudo lo miro.

-Yibo, estoy cansado... ¿Podemos irnos a descansar?

-Claro amor... Bueno, es realmente agradable está charla, pero como ven mi prometido está agotado, debo dejarles...

-¿Prometido? Es la primera vez que escuchamos eso...

-Jajaja, pues no será la última, este pequeño de aquí será mi esposo, ahora nos retiramos, debo llevarlo a dormir, sigan disfrutando de la velada...

Yibo salió con Zhan de la fiesta, caminando por el pasillo, Zhan se alejó de Yibo claramente enfadado

-No te enojes Zhan-zhan, ellos no me dejaban ir

-Pues parecias muy cómodo, tan cómodo que no les mencionaste que tenías novio

-Ellos no lo preguntaron, asumieron, pero ya lo has dejado en claro tú mi amor...

-no me habla así ahora, me voy a dormir, solo

-Zhan-Zhan

-No, si quieres puedes regresar, veo que te divertias...

-No seas celoso amorcito, ven, te daré tu regalo de cumpleaños

-No quiero nada, me voy...

Yibo le dió al alcance a Zhan, sujetando su mano lo arrastró al elevador, sin dejarlo ir lo arrastró a un auto y posteriormente a un barco, Zhan no entendía que hacía su novio, todo eso era demasiado ostentoso y sabía que no le gustaban esas cosas. Al fin lo soltó cuando estuvieron en una habitación del barco

-Zhan, te amo, lo sabes

-No quiero oírlo, hoy no, vete con esas mujeres y donceles, hablabas tan bien y cómodo con ellos.

-Porque hablábamos del festejado... Tú, por eso pude hablar con ellos... Porque era algo que me interesaba, pero no hablemos de nadie más, solo de ti y de mi... Zhan, quisiera darte todo el mundo, el cielo y las estrellas si fuera posible y aún así no creo poder merecerte...

-Yibo

-No puedo darte el mundo o me volvería un dictador, no puedo darte el cielo porque temes a las alturas y las estrellas están muy lejos como para alcanzar una y dártela... Además de que son bolas de fuego y quizá quemarían a mi amado Zhan-zhan... No puedo darte todo lo que quiero

-Esta bien, porque no quiero nada de eso... Estar contigo es lo único...

Yibo coloco la mano sobre los suaves labios de su amado, impidiendo que siguiera hablando.

-Zhan... No puedo darte esas estrellas, pero al menos puedo darte una imagen de ellas que jamás olvides...

El techo comenzó a abrirse, un cristal dejaba ver el cielo estrellado, Zhan se quedó mudo viendo las estrellas, era una noche despejada, con una luna enorme y las pequeñas estrellas brillantes salpicaban el cielo, la habitación estaba a oscuras, pero Zhan podía ver lucecitas en la habitación, levantó la mano, una pequeña estrella de vidrio tocó sus dedos, eran quizá unos cientos de estrellitas de vidrio transparente que colgaban y decoraban la habitación, como si de verdad estuviera en medio de ese cielo lejano.

-Es... Hermoso...

Su cuerpo fue empujado contra una cama en medio de la habitación, apenas pudo reaccionar pues Yibo ya le besaba con fuerza, Zhan siguió el ritmo de Yibo en el beso, sintió su saco ser desabotonado y las ágiles manos de Yibo buscaban los botones de la camisa, era obvio que esa sería la noche.

-Espera... Espera... Yibo... Yo... Yo lo hago...

Yibo se alejo un poco, Zhan bajo la cabeza, comenzando a quitar su corbata y la camisa, Yibo le ayudo a liberar sus brazos, la camiseta blanca de Zhan salió por encima de su cabeza a la vez que Yibo besaba la blanca piel expuesta. Zhan se abrazo al cuello de su amado, pues Yibo se negaba a soltarle Zhan comenzó a sentir los fríos labios de Yibo en su cuello, hombros, pecho, se recostó con cuidado llevando a Yibo consigo, Yibo ya había llegado a su abdomen. Dando una ligera mordida dónde terminaban las costillas de Zhan. Lo miro desde ese lugar, Zhan estaba sonrojado, sin saber que hacer más que apretar las sábanas blancas con sus manos.

Yibo volvió a subir, besando los labios de Zhan para distraerlo mientras abría sus pantalones y los bajaba junto a la ropa interior. Zhan gimió al sentir su ropa ser sacada por completo. Yibo aún usaba ese traje negro, lo cual le hacía sentir insatisfecho.

-Yibo... Tu ropa...

-Si... Lo sé....

Yibo soltó el delgado cuerpo de Zhan, en un segundo el saco con camisa y playera salieron por sobre la cabeza de Yibo, Zhan hasta podría jurar que escucho la tela rasgándose. Miro el cuerpo de Yibo, no había cambiado mucho desde la escuela, seguía teniendo ese abdomen bien marcado y los brazos fuertes, extendió su mano para tocar, Yibo la alcanzó a medio camino y la ayudo a explorar su pecho, su vientre, ahí la dejo mientras volvía a inclinarse a besar a Zhan, la piel era tan blanca que casi podía brillar con la luna, y era toda suya, para morder y marcar. Zhan grito cuando Yibo sin compasión alguna clavó sus dientes afilados en su hombro derecho.

-Yibo ... Duele...

-Pronto dejara de doler...- Zhan contuvo su respiración al sentir como algo lo golpeaba abajo, algo duro, se restregaba entre sus piernas, Yibo tomo una de esas piernas haciéndola subir al pecho de Zhan, para que esté pudiera sentir mejor a su excitado amigo.

-Zhan... Te amo... Te amo...- repetía mientras seguia frotándose entre las piernas de su amado. Zhan no sabía que hacer, sabía que ese día llegaría, pero no quiso pensar en ello, le avergonzaba hablar de ese asunto con Anri, ahora se arrepentía de no haber escuchado sus consejos.

-Zhan... Abre la boca...- Xiao Zhan solo podía hacer lo que Yibo e pedía, el beso dulce fue vuelto en un beso salvaje y caliente, casi como el primer  beso que le dió a Yibo ese terrible día. Yibo se separó un poco para poder quitarse el pantalón, que ya comenzaba a apretarle por la excitación.

Zhan miraba a su novio desde la cama, tenía una mirada extraña y lo miraba como si fuera una presa pequeña a punto de ser devorada. Vio el pantalón y boxer de Yibo ser arrojados a cualquier lugar, lo recibió con los brazos abiertos sintiendo cada centímetro de la caliente piel.

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