Trato de no usar fanart para las imágenes de los capítulos, pero no pude encontrar algo que se asimilara más a la situación XD
Créditos a Baraturts! Su contenido es lo mejor! 8///D
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Pasó una semana desde esa noche... Vaya que las cosas cambiaron. Raphael se sentía mejor, e incluso, más feliz.
Ahora... Pasaban nuevamente mucho tiempo juntos. Pero los momentos entre ellos eran un poco deferentes a hace un tiempo atrás. De forma discreta se desaparecían de su familia, hablaban de forma cercana y entrenaban juntos seguido... Pero ahora con cierta chispa entre ellos.
Ni siquiera Leonardo y Michelangelo sabían de ello. Lo escondieron muy bien. No supo ni cómo rayos pasó, pero Raphael sentía que hizo lo correcto al corresponder a Donatello.
Estaban en el laboratorio, Donatello había cerrado bien la puerta por si alguno de sus hermanos entraba de forma inesperada. Raph estaba a su lado mientras él terminaba unos artefactos.
— ¿Cuántos crees que tardes en terminarlo? — Preguntó Raph, viéndolo concentrarse.
- Ya casi, solo un par de ajustes... - sacaba su lengua al acomodar bien unas piezas. - Listo... - sonrió suave.
— ¿Y qué estabas construyendo? — Preguntó Raph al más listo de los cuatro.
- Un pequeño control para el auto nuevo, por alguna emergencia. - se lo enseñó con calma. - Algo simple.
— Jej, no lo dejes al alcance de Mikey. Las cosas que haría con eso. — Dijo con gracia.
- Bueno, solo lo tendremos nosotros tres... Mikey no. - hizo una mueca, dejando de lado el control. - Pero bueno... Ya estoy libre.
— Me alegra. Ya podemos hacer algo ya fuera del laboratorio. — Sonrió leve.
Sonrió suave, quitándose sus lentes. - Vamos entonces... - se puso de pie. - Leo y Mikey han de estar ocupados en lo suyo, Splinter está ocupado... Podríamos... Tal vez... Aprovechar también. - mordió su labio inferior con pena.
— ¿Aprovechar qué? — Alzó una ceja al de morado.
- Ya sabes... El tiempo libre. - susurró, avergonzándose y apartando su mirada.
Asintió leve el rojo. — Si, podemos ver una película o jugar algún videojuego.
- Claro, podemos ir a mi cuarto, es más cómodo. - sonrió suave. - Vamos... - sin mucha pena, tomó discretamente su mano.
— Claro, vamos. — Sonrió leve y dejó que lo dirigiera hacia dicho lugar. Parecía algo normal.
Entraron al cuarto de Donatello, que estaba estrictamente ordenado. A excepción de su escritorio. El menor de los dos acomodó más almohadas para que pudieran ver una película juntos.
Por suerte, Don tenía un buen sistema de audio y video, entonces ver una película en su habitación era un lujo. — ¿Qué te apetece ver?
- Cualquiera que te guste, Casey te había traído películas antes ¿No? - preguntó al recostarse.
— Si, pero siempre son las mismas. Vaqueros, y si no son vaqueros, son de pistolas. Ya quiero ver otra cosa. — Dijo aquel.
No pudo evitar reír un poco, asintiendo. - Bien, creo que tengo unas cuantas. - tomó una canasta que tenía cerca con discos viejos. - Tengo detectives futuristas, románticas, crímenes, documentales, de ciencia ficción. - enseñaba aquellas.
— Pon la que quieras, no tengo un gusto específico esta vez. — Dijo al cruzar sus brazos detrás de su cabeza.
Sonrió, tomando una al azar, poniéndola en DVD, para luego sentarse al lado de Raph y... Quería apegarse a él, pero no sabía si este aceptaría.
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The Ideal Instinct
RomanceDonatello siempre ha tenido grandes atributos: Su inteligencia, su dedicación, su rol en el equipo. Pero uno, en especial, siempre ha tenido la protección de Raphael. Y eso lo ha notado, ¿será que algo despertó en el inteligente del grupo?