A la mañana siguiente, empacaron y se fueron... Splinter y sus otros hermanos iban en un auto. Y Raph y Don en el otro que ellos tenían. El viaje era tranquilo.
Los dos autos llegaron a la guarida con bien y sin despertar sospechas, el lugar estaba un poco sucio tras el tiempo en el que se fueron, lo limpiarían al otro día. Donatello fue a su laboratorio, sonriendo al verlo... Era tan hermoso como la última vez que lo vio... Solo un poco empolvado. Raphael fue hacia su vieja habitación. Estaba descuidada, pero bueno, así la dejó antes de irse. Parece que nadie tocó sus cosas.
Donatello se asomó a la habitación de este, sonriendo con suavidad. - ¿Instalado? - preguntó suave.
— Diría que si, realmente no me llevé mucho desde el principio. — Dijo Raph.
Sonrió suavemente, mirando la habitación con calma. - ¿Quieres que durmamos estos meses en mi cuarto? - preguntó suave.
— Me gustaría eso... Ya me acostumbré a dormirme a tu lado. — Sonrió leve.
-... Me alegra que así sea. Ojalá nunca se te quite la costumbre. - le sonrió con suavidad, mirando las cosas de Raph.
— Oh no te preocupes, no acabará. — Dijo Raph al acompañarlo.
Tomó su mano con calma, yendo juntos a la habitación de Donatello. El de morado suspiró. - Por suerte lo dejé limpio.
— Bueno tú hiciste lo correcto. — Dijo con gracia. — Yo como me fui así lo dejé.
Sonrió este, mirando a su alrededor. - Bueno, siempre lo mantenía ordenado, como nuestra habitación en la cabaña.
— Si... Ugh, no han pasado ni dos días y ya extraño la cabaña... — Dijo aquel con cierta tristeza.
Este le miró, haciendo una mueca, acercándose para tomarlo cariñosamente de los hombros. - Bueno... Teníamos un año allí, también me siento así... Pero pronto nos vamos a acostumbrar, Raphie.
— Sólo ansiare el regreso a la cabaña. No quiero que se deteriore. — Dijo Raph.
- Estará bien, la hiciste con buena madera. - besó su mejilla.
— Y con mucho esfuerzo. No quiero que se vaya a dañar. — Le miró leve.
- Estará bien, ni te preocupes... Recuerda que solo estaremos aquí unos meses. - acarició su mejilla.
— Si... Ya nuestra vida cambió. — Frotó su mejilla con la de Don, tomando su mano con suavidad.
- Vamos a estar bien, amor... - le miraba con una expresión calmada. - Sí estamos juntos... Jej, nada nos va a derrumbar.
Sonrió leve y asintió. Sería difícil volver a adaptarse, lo único que le ayudaba, era ir a su lindo nido de amor nuevamente en unos meses.
Raphael y Donatello habían demostrado su capacidad para enfrentar diversas situaciones juntos... Comenzar esta nueva etapa no sería la excepción...
Con el tiempo, la familia se había ido recuperando de las peleas y rencores. Aunque la relación de Raphael con su padre nunca volvió a ser como antes, logró llevarse bien con sus hermanos... Incluso con Leonardo. Para Donatello era una alegría verlo sanar su herida emocional... Después de unos meses, regresaron a su bella cabaña, era una rutina que... Comenzaban a amar.
Se iban por temporadas a su lindo hogar alejado de todo y de todos. Las amistades de ellos sentían felicidad, Casey con el tiempo llegó a acostumbrarse también. Y se podía ver la felicidad en Donatello y Raphael.
Ahora esa pareja tenía un nuevo estilo de vida.
Donatello nunca creyó llegar tan lejos con Raphael... Las dudas del pasado habían desaparecido de su vida... Y le hacía muy feliz ver lo que eran ahora. Tenían un hogar juntos... Lejos de la alcantarilla, allí... Eran felices y habían construido una vida juntos...
Solo esperaban que el futuro les preparara una bella historia, en donde no soltarían sus manos...
FIN
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¡Gracias por leer! ¡Habrá más historias qué contar! ¡Espero les haya gustado! :D
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The Ideal Instinct
Любовные романыDonatello siempre ha tenido grandes atributos: Su inteligencia, su dedicación, su rol en el equipo. Pero uno, en especial, siempre ha tenido la protección de Raphael. Y eso lo ha notado, ¿será que algo despertó en el inteligente del grupo?