El momento más esperado

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Llegar hasta el castillo era un camino fácil, pero con los nervios, el camino parecía infinito. Y no digamos cuando tuve que subir las veinte mil escaleras. Sobretodo con el vestido que era larguísimo, pero precioso.

Caminaba con una sonrisa recordando los mejores momentos de mi vida. A mi lado iba mi fiel acompañante y mentor, Sebastián.

En tan solo un pasillo, el hombre de mis sueños estaba llorando de felicidad. Y cuando estuve cerca, puso sus manos en la cara, escondiendo su sonrojo.

- Estás tan guapa - dijo tímido cuando llegué a su lado. 

Sonreí y besé su frente. Todos gritaron "Aw" al ver la escena. 

- Tú estás espléndido - le dije - Tengo tanta suerte de tenerte

- La suerte la tengo yo, fíjate que hermosa, y perfecta estás. Jamás pensé en que esta situación llegaría, y si lo pensé, yo te miraba orgulloso, no llorando - dijo limpiándose algunas lágrimas

- Y te ves tan mono - quitó sus manos de sus mejillas y se acercó para besarme. Todos volvieron a gritar.

- Que sepas que estoy orgulloso de tí - si pudiera sonreír más, lo haría.

- Y yo de tí - el cura susurró que la boda debería comenzar.

Ambos nos colocamos, y la boda comenzó. Hubo muchas lágrimas. De la parte de George, Charlie salió a hablar.

- El pequeño, no tan pequeño George se está casando con una chica, que en nuestro diccionario significa imposible. Pero aquí lo veis. Has conseguido que todos riamos cuando estábamos en tiempos difíciles, y aunque has perdido un hermano, tienes a toda una princesa. Para papá y mamá siempre has sido un bromista, un hijo, una bendición: y para nosotros, un hermano, un gracioso, un lugar donde sentirnos seguros, pero para Tn eres todo un mundo. Eso te lo puedo asegurar, no cualquiera enamora a una persona tan importante y se queda satisfecho. Ambos os amáis, y sé que todo os irá bien. 

Todos aplaudieron, George había soltado un par de lágrimas más, y yo se las había limpiado con mi pulgar. Cuando hice eso, él besó mi mano y me sonrió. 

De mi parte, fue Elina, mi hermana mayor, que había venido con toda mi demás familia a la boda. 

- La mediana de la familia, la verdadera princesa, y la más revoltosa. Siempre pensé que ibas a reinar esto sola, por ser extraña, revoltosa, y falta. Falta de amor mamá, hoy es su día, no pensaba decirle falta de inteligencia. Papá siempre ha estado orgulloso de tí como de todas. Pero todas sabemos que eras su favorita. Siempre habéis conectado más que ninguna. Y te llevabas bien con la tía abuela Eli. Te queremos tía - sonreí hacia mi tía abuela, mientras estaba apoyada en el pecho de George - Bueno, sois una pareja envidiable eso seguro. Os deseo lo mejor.

Ya seguimos la boda entre risas y lágrimas. Y nuestro turno de los votos, el momento más esperado por todos. Sobretodo por mis nervios. Primero fue él.

- Uff - suspiró limpiándose las lágrimas - Es difícil hablarte porque cuando te miro, mis pensamientos desaparecen y ya no sé ni hablar ni andar correctamente. Solo existimos tú y yo. Fred lo sabe bien, siempre intentando llamar mi atención, cuando eso lo tenías todo reservado para tí - me sonrojé bastante - Igual que mi corazón, mis suspiros, mis lágrimas, y todo de mí. Todo es tuyo. Aún me arrepiento de lo que te hice cuando lo malo terminó, y de lo que más me arrepiento es de no haberte conocido antes. Ese día, una de nuestras bromas nos salió mal, y no acertamos en darle a la persona correcta, pero te conocí a tí; y eso vale más que mil bromas o mil monedas de oro. 

Me limpié las lágrimas también, George me lo había pegado. Ahora era mi turno, pero es difícil superar su discurso.

- Tienes una mirada que me encanta, una sonrisa que me enamora cada día más, unos ojos que iluminan hasta el camino más oscuro, y en un mundo de guerra, solo tú me das paz. He perdido a personas importantes, pero tú me has enseñado que hay que seguir adelante porque no se han ido en vano. Y sobretodo, me has enseñado que pase lo que pase, tú estarás ahí. No sales nunca de mi mente, tampoco lo intento, y tampoco quiero que lo hagas. Eres mi presente, y futuro. Te amo.

Todos aplaudieron antes las palabras. Ya era el momento del sí quiero. Ninguno dudó ni un segundo en decir sí. Y cuando tocó el momento de si alguien tenía que decir algo o callar para siempre. Mis queridísimas amigas decidieron intervenir.

- ¡Su corazón solo pertenece a Jason Grace! - exclamó Parvati burlona. Sabía que amaba ese personaje DE FICCIÓN. 

- ¡Espero que no hagan tour por la casa! - exclamó Ginny pervertida - ¡Quiero que mi sobrino venga de la habitación, no del baño y la cocina juntos!

- ¡Vivan los novios! - corroboró Ron

- ¡Ron! - exclamó Hermione antes de que todos estalláramos a carcajadas.

Al final el cura nos dio su bendición y George me besó apasionadamente.

Cuando salimos, los guardias nos esperaron con las espadas en alto, tradición real. Las espadas se levantaban a medida que íbamos pasando, y al llegar a la última pareja, el más lato preguntó:

- ¿Jura hacer al otro tan feliz como el otro?

- Juro - respondimos George y yo

- ¿Juran amarse?

- Juro 

- Pueden seguir - y con eso las espadas se bajaron (lo siento no sé como se sigue, mi primo se casó así el año pasado pero no me acuerdo que preguntas le hicieron)

Por la tarde todo fue fiesta hasta tarde. Parvati y Bill nos dedicaron unas breves y bonitas palabras. Y más tarde, después de cenar, cuando la gente empezó a beber, les tocó a Fred, y a la no ya tan pequeña Kim, mi hermana. Ella ya tenía sus veinte, y me daba miedo lo que dijera.

- Buenas noches señores - se presentó Fred - me llamo Fred Weasley, y como habréis intuido, soy el hermano GEMELO de George - recalcó lo de gemelo sin saber por qué. Este ya estaba borracho, o había sacado su personalidad a relucir - El que se casa. Eso me han dicho. Bueno, es broma. Quiero a mi cuñada mucho, primero porque es la mejor stalker que se le ha presentado a la familia Weasley. Y la quiero mucho por cierto. Segundo, quiere a George, cosa que ninguno hace. Ya sabéis que es stalker, y que tiene gustos extraños. También voy a hablar de George, el gemelo feo, y extraño. Me cae bien la verdad, pero a veces quiero que se tire a la cama boca abajo y se asfixie a ver si se calla. Hasta que conocí a Tn, perdón, conocimos. Hizo que George se callara desde el primer día, se ve que le mete la lengua hasta el fondo. Eso, o que George está muy enamorado - dijo viendo las miradas de amenaza de su familia - bueno, os dejo seguir disfrutando la velada.

- La próxima dejamos a Harry - le susurré a George. Él río.

- Tienes razón señorita Weasley - dijo antes de volver a besarme. Cuando nos separamos, mi hermana pequeña ya estaba arriba.

- Bueno, he de confesar que crecer con Tn es todo un reto. Ella siempre ha sido una revolución, y siempre ha sido digna de admirar. Siempre quise ser como ella, hasta que ella misma me dijo que fuera yo misma. Siempre que se iba, lloraba, estaba perdiendo a una hermana mayor, una confidente, una compañera. Pero aquel verano cuando me llegó con la noticia de que había un hombre que le encantaba, y que yo era la única que lo sabía, supe que no la estaba perdiendo tanto como temía. Así que desde entonces, nuestras conversaciones era de sus fantasías - me miró, me guió un ojo, y sonrió traviesa - sexuales claro está. Y tengo que confesar, todo lo que quiere hacer, ya está planeado, como el outfit para cada ocasión. Como buena hermana que soy, voy a dejarlo aquí, a la imaginación de mi cuñado - y con eso bajó

- Ahora me ha entrado la curiosidad - me susurró

- Que eso quede en tu imaginación - dije avergonzada

- Tenemos toda una vida juntos. Puedo esperar para cada situación. - sonrió y seguimos con la boda

-------Meses después----------

- Os presento a los reyes de Inglaterra, George y Tn Weasley - nos presentaron. El público sonrió mientras silbaba emocionada.

Saludé a todos, mientras que mi otra mano estaba cogida con la de George. Él hacía lo mismo. Ambos sonreímos felices por todo.

Besé su mejilla en un momento inesperado. Me miró, sonrió, y me besó enfrente de todos, haciendo que el público gritara más que antes. Llenos de euforia. Y lo mejor, teníamos a un heredero o heredera en camino, y solo lo sabíamos los más cercanos, en realidad sólo lo sabía nuestras familias y los sirvientes del castillo.

Él estaba orgulloso de mí y yo de él.

Your highness (otra de George)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora