Your highness (otra de George)

Sangre Sucia

Bajé las escaleras y llegué al pasillo del Gran Comedor. La gente estaba de relax, era Domingo. No había rastro de un alma viviente.

Entré al Comedor con ganas de comer todo lo que hubiera. Me senté sola, sólo había siete personas, la mayoría de Hufflepuf.

Desayuné tranquila. Esperaba que alguna de mis amigas bajase y me hiciera compañía; o los gemelos.

Los gemelos habían terminado siendo mis amigos, el día que fuimos a Hogsmeade, me burlé cariñosamente de George, y Fred se río junto nosotros y se presentó debidamente.

Antes no nos conocíamos, pero ahora nos saludábamos en los pasillos, y a veces comíamos juntos.

Terminé, me fui a mi sala común, no había nadie ni en los cuartos. Vi en el tablón un anuncio de ir a la clase de Transformaciones para el ensayo del Baile. Me encogí de hombros y empecé a andar hasta el aula sin prisa.

Cuando llegué, todos estaban hablando entre ellos, fui donde mis amigas y miré al frente, como si no hubiera llegado tarde.

- ¿Dónde diablos estabas Tn? - me preguntó Lavender sorprendida al verme cuando se giró.

- Desayunando - dije obvia.

- Pensábamos que no llegarías nunca - dijo Parvati.

- ¿Y perderme a Fred y George bailando como patos mareados? No, gracias - dije divertida.

Hermione me escuchó y me fulminó con la mirada. Ups, me había pillado, que mal.

- Hola Hermione. No te había visto. ¿Se te ha perdido algo en mi cara? - pregunté sarcástica.

- No. Pero a tí sí. La dignidad, búscala - respondió también sarcástica.

- Déjala - susurró Lavender.

La profesora McGonagall empezó a explicarnos sobre el Baile de Navidad. Y al rato sacó a Ron.

Los chicos se reían, y muchas de las chicas suspiraban. Yo solo miré atentamente los pasos que daba la profesora McGonagall. Suaves y con gracia, justo como me habían enseñado. 

En cuanto la profesora nos mandó bailar, todas las chicas salieron corriendo, algunas me empujaron para llegar antes hasta los chicos.

Me quejé, pero les daban igual. Lavender estaba con Seamus, y Parvati con Dean. Ambas orgullosas de sus presas. Me las quedé viendo hasta que alguien tocó mi hombro,, me giré y sonreí.

- ¿Me permite este baile? - sonreí y asentí.

- Pensaba que el gran Fred Weasley estaría con una dama de su edad, o más grande. - me burlé

- ¿Aún sigues metiéndote conmigo por lo del nombre?

- Puede, tienes que admitir que es gracioso no distinguirte ni tú mismo de tu gemelo. - dije obvia

- Vale, vale. Fue hace mucho cuando pasó.

- Dos semanas - corregí.

- Te las sabes todas. 

-No. Ese no es mi trabajo, es el de Hermione. - dije algo apenada. Me hubiera encantado sobresalir, no ser la segunda. Pero también molaba ser una más, estaba tan acostumbrada a sobresalir, que aburría.

- Seguro que sobresales en algo. Todos lo hacemos. Mi hermano y yo superamos las expectativas en todo, sobretodo las bromas. - me giró.

- Tu hermano sobresale más que tú. ¿Alguna vez lo has pensado? Todas os aman, pero la mayoría elegiría a Fred.