CAPÍTULO DIEZ

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"Usted me confunde. A veces siento que me quieres y a veces siento que no, un día somos inseparables y al otro me tratas como extraño y no sé como lo haces porque yo estoy queriéndote siempre"

(Mario Benedetti)

El beso duró hasta que la otra persona fue consciente de que se había perdido en sus brazos, Gun podía negarlo todo lo que quisiera, pero su cuerpo no mentía, podía haberlo dejado de amar, pero Off aun tenia poder sobre ese pequeño cuerpo.

- ¡Ya basta! – Dijo soltándose de sus brazos.

- Aún puedo hacer que me desees, sientes lo mismo que yo.

- Tu siempre eres igual, en el pasado, también hacías lo que querías.

- Gun no trates de negarlo, puedes haberme dejado de querer, pero aun te estremeces en mis brazos. – Fue a sujetarlo de ambos brazos suavemente.

- Si tienes razón, puede que aún me afectes, es lógico, estuvimos casados, pero eso no quiere decir que podamos volver a estar juntos, eso no sucederá Phi. – Las palabras de Gun eran duras, pero él se prometió que no importaría cuanto doliera, estaba dispuesto a esperar lo que dura una eternidad, si no fuera por que sus ojos estaba algo aguados, Off hubiera dejado de insistir.

- ¿Sabes Gun...?

- ¡Basta!, lo único que siento por ti es odio...

- ¡Hemos vuelto! – La voz de Gus irrumpió en la sala de estar y Off soltó a Gun inmediatamente.

Su hijo estaba dormido y un amable Gus se lo entregó, podía sentir como Gun evitaba mirarlo, luego se excusó un momento, Off esperaba que volviera pronto pero no lo hizo.

- Sé que tienes miles de preguntas. – Dijo Gus de pronto.

- No, solo hay que mirarlos para saber que era su padre, ¿verdad?

- Lo soy, busqué a Gun por algunos años luego de enterarme de su nacimiento.

- Lo sospeché en el hospital. – Mientras sostenía a su hijo, no pudo evitar pensar en que ese hombre no pudo sostener de esa manera cuando era un bebe.

- La verdad, al principio no estuve de acuerdo en que vieras a mi nieto Off, lo que tu madre y hermano hicieron..., no se me olvida.

- Lo entiendo, también soy responsable de todo aquello.

- ¿Qué hay de aquel cheque?

- Phi Ozz lo puso entre los papeles de la hacienda, ni siquiera supe lo que firme, yo nunca le hubiera dado la espalda a Gun si lo hubiese sabido.

- Necesitaras mucho mas que tu palabra para convencer a mi hijo Off.

- ¿Quiere decir que tú me crees?

- Te conozco un poco Off, no eres esa clase de persona, lamentablemente Gun está muy herido, él no es fácil de convencer. – Dijo batiendo la cabeza.

- Gun me odia, la verdad yo también lo haría..., lo único que puedo pedirle es que no me aleje de Onni.

- Gun no lo haría, en el fondo sabe que eres un buen hombre. – Ser un buen hombre no alcanzaba para ganarse el corazón de Gun nuevamente.

Gus lo dejo solo un momento con el bebé, mientras lo sostenía podía soñar con una vida al lado de ellos, pero tal vez no sería posible, nadie mas que él sabia lo determinado que podía ser Gun cuando decidía algo, y eso era lo que más terror le daba, de pronto sintió un terrible dolor de cabeza, pensar mucho a veces que provocaba migraña.

EL MALO DEL CUENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora