Capitulo 4: Encuentro

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En la Actualidad

POV Hae

Salí de la recepción hacia el jardín, me aleje un poco del bullicio de la fiesta y divise un banca, en la cual me senté y me deje ir, suspirando mirando hacia el cielo.

- Aaahhh.. - suspire nuevamente - ..Pensar que aún faltan 3 horas para ir al aeropuerto -

En la otra banca continua

POV Hyuk

Me encontraba recostado sobre la banca, recordando mi boda con Hee, me quedé mirando fijamente al cielo perdido en mis pensamientos. 

Flashback

Hace 1 año atrás

Hoy era mi campeonato, estaba muy feliz. Me asegure de recordarle a Hee sobre mi campeonato toda ésta semana, quería que fuera a verme jugar. Era muy importante para mi que él estuviera ahí.

Salí temprano de casa y fui hacia el estadio. A las pocas horas el partido inició, ganamos 3 - 0 y lo mejor de todo es que los 3 goles los metí yo. Saludaba emocionado a la gente en el estadio y buscaba con la mirada a Hee, sin embargo la butaca que estaba destinada para él, estaba vacía. Al regresar a camerinos, mi celular sonó, era mi Hee.

- ¿Aló? ¿Amor? - trataba de hacerle señas a los chicos para que guardaran silencio pero sin éxito.

- ¡Hyuk conseguí el trabajo! - gritó desde el otro lado de la línea.

- ¿Qué? - no podía escuchar por el bullicio de los chicos del equipo.

- ¡Te digo que conseguí el trabajo! - gritó nuevamente.

- ¡Vaya!¡Increíble!¡Conseguiste el trabajo! - de pronto golpee con la palma de mi mano uno de los casilleros llamando la atención de los chicos - ¡Chicos, Hee consiguió el trabajo! - aunque ni siquiera sabían de qué demonios hablaba, los chicos igual hicieron un hurra por el éxito de Hee.

- Hyuk ¿Dónde estás? ¿y ese alboroto? No te entiendo nada - me dijo Hee.

- No es nada... sólo que acabamos de terminar de jugar un partido y ganamos - le dije.

- ¡Oh, es cierto! El partido.. - lo escuche suspirar - ..Perdón. Lo olvide por completo - se disculpó Hee.

- Mientras que no olvides que soy tu marido.. no hay problema - le dije sarcástico.

- ¡Cállate Hyuk! ¿Qué puedo decir? ¡Felicitaciones cariño! - suspire cansado y le dije.

- Cielos Heechul. Deberías haber estado aquí. Hoy fue un partido de verdad muy importante para nosotros - le dije de forma calmada, lo que menos quería era pelear.

- Lo sé, pero tenía una entrevista ¿recuerdas? - lo escuche refutar.

- No te preocupes, ¿sabes qué? para la próxima vez veremos tu agenda antes de elegir la fecha de próximo partido - nuevamente mi sarcasmo me gano.

- ¡Hyuk! - no lo deje continuar.

- Si tienes tiempo, échale un vistazo a mi contrato por $5,000,000 - le conté emocionado.

- ¿Dijiste $5,000,000? - lo escuché sorprendido y hasta extasiado - Me alegra que hayas cumplido tu sueño - lo escuche decir.

- Nuestro sueño Hee - le respondí realmente cansado y ya resignado a que siempre Heechul separaba sus sueños de los míos. Siempre me hacía sentir que a pesar de estar casados, íbamos en direcciones diferentes.

Fin de Flashback

Me levanté de la banca quedándome sentado por un momento y soltando un suspiro imperceptible.. y al pararme me percate de una persona sentada en la otra banca que se encontraba a una distancia cercana a mí, suspirando a ritmo acompasado, di un par de pasos en sentido contrario, pero la curiosidad me ganó y voltee a verlo. "Veamos ¿Qué sucede aquí?" me dije mientras gire sobre mis pasos y empecé a caminar hacia aquel muchacho, al verlo me quede quieto por un instante, su perfil era como la de un muñeco de porcelana, su cabello castaño me atraía a querer acariciarlo, sus labios parecían tallados por los mismos dioses, su carita parecía la de un ángel, era como una obra de arte recién echa para el deleite de la humanidad.. de pronto mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando escuche su voz.

- ¿Le sucede algo?¿porque me mira tan fijamente? - me pregunto de forma inesperada.

- Ah.. ¿qué?.. ¿me preguntas a mi? - me quedé desconcertado por un momento.

- No, le pregunto a la banca de enfrente.. - lo vi disimular una risa traviesa que quiso escapar de sus labios, imagino por mi expresión - .. perdón no quise ser grosero, sólo bromeaba - me dijo como si me leyera la mente.

Al principio me desconcertó, pero luego entendí su broma y me reí - perdona, no fue mi intención quedarme mirándote así, te ofrezco una disculpa si te incomode, ¿puedo? - le dije señalando el sitio libre a su lado de la banca.

- Sí, claro... - me sonrío.

Su sonrisa me transporto a otra dimensión, fue como si todo alrededor hubiera desaparecido, el corazón rebotaba en mi pecho de un lado a otro.

"¿Qué me pasa?"

- La celebración de la boda realmente debe ser muy aburrida, para que el novio se encuentre sentado aquí afuera.. a menos que sea un invitado y lo esté confundiendo - dije apartando todas éstas sensaciones dentro de mi.

- Imagine algo más sencillo, pero como siempre a mi esposo le gusta las fiestas a lo grande - suspiro.

- Pero ¿por qué no celebras con tu esposo? - pregunte curioso.

- Lo haré, pero luego.. - respondió el muchacho.

- Jajajaja diría que estás arrepentido de haberte casado - intente reírme para disimular mi nerviosismo.

- ¡Claro que no! Amo a mi esposo y no estoy arrepentido en lo absoluto - dijo firmemente.

- Perdón si te ofendí - dije levantando las manos dándome por vencido.

- Creo que es mejor que vuelva a la recepción - lo vi pararse y despedirse, haciendo una leve reverencia.

- ¿Ya te vas? - me pare al mismo tiempo y lo mire, por una milésima de segundo, no quería que se fuera.

- Sí, ya debo irme, debo regresar con mi esposo - me dijo sonando resignado.

- Oye! ¿Te enojaste por lo que te dije? - le hice un puchero y lo quede mirando.

Ver mi puchero lo hizo sonreír, se veía adorable - No.. no estoy enojado.. gracias por hacerme compañia.. fue un placer - me dijo estirando su mano hacia mi.

Tome su mano y le sonreí - el placer fue mío y espero que disfrutes.. de.. la.. fiesta - tartamudee un poco y me sorprendía de mi mismo por hacerlo, pero el hacerlo me hizo ver algo realmente hermoso y tierno, vi sus mejillas sonrojadas.

- Gracias - me dijo soltando mi mano y dio la vuelta, camino unos cuantos pasos y volteo a verme. 

- Adiós - agito su mano hacia mi a modo de despedida  y yo le sonreí ampliamente, levantando mi mano en respuesta, gire sobre mis pasos y me dirigí hacia la salida del lugar, por alguna extraña razón me sentía muy feliz, como si hubiera descubierto la novena maravilla del mundo, iba tan perdido en mis pensamientos grabando su bello rostro en mi memoria, que no me percate que cruzaba la calle cuando aún el semáforo marcaba en verde y de pronto sentí un fuerte golpe, el chirrido de unas llantas se oyeron a lo lejos y luego todo fue oscuridad...



Destinos EntrelazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora