Capítulo 19: Destinos Entrelazados

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- ¿Por qué la gente se ve tan feliz? - le pregunté a Heenim mientras caminábamos juntos por la calle, luego de encontrarnos por casualidad.

- Por que no están casados. Por eso - le respondí a Siwon siendo sincero.

- Es cierto. Son solteros.. Una vida sin problemas - le dije.

- Sin estrés - le dije mientras continuábamos caminando.

- ¿Te imaginas? Vuelven a casa, se dan una ducha, miran la tele, luego salen en busca de acción. Y nosotros ni siquiera tenemos acción - le dije deteniendo mis pasos y volteando a verlo.

- Totalmente de acuerdo contigo, llegamos a casa ¿para qué? Para ver caras largas, no les gusta nada ni nadie - le dije también deteniéndome, y mirándolo con una sonrisa.

- Ni siquiera les gustamos nosotros - retomamos el paso - Osea míranos Heenim.. tú eres súper sensual, sexy, hermoso, glamoroso y yo soy todo un súper semental, apuesto, varonil. ¿Acaso alguna vez nos han elogiado? - dije con cierto dramatismo.

- ¡Nunca! - respondimos al unísono.

- ¿Por qué nos casamos Heenim? - le pregunté.

- Por que ni tú ni yo, pensamos bien antes de hacerlo - le respondí seguro.

- ¿Sabes qué? Deberíamos ser solteros ¿Y sabes por qué Heenim? ¡Por qué ser solteros es lo mejor de lo mejor! - le respondí con mucha energía y animado.

- ¡Si! ¡Que viva la soltería! - dije igual de animado que Siwon - Además mi trabajo me demanda bastante tiempo, entre ser Wedding Planner y Jefe de Marketing para la segunda revista más importante de toda Corea, es extenuante. - le platiqué.

- Yo tengo tanto trabajo en la empresa de mi padre, que la verdad nunca tengo tiempo para expresar mis sentimientos - me sinceré con Heenim.

- Bueno yo siempre digo lo que siento y pienso, suelo ser muy directo - le dije recordando lo duro que fui con Hyukjae.

- Ser directo no siempre resulta bien. - suspire recordando lo que le dije a Hae - Oye Heenim, ¿amas a Hyukjae? -

- Supongo que sí, es decir, siento que aún lo amo - le dije.

Una vez más detuve nuestro andar - Entonces ¿por qué no te reconcilias con él? - voltee a verlo.

- ¿Y tú? ¿Qué te impide reconciliarte con Donghae? - le pregunté cruzándome de brazos.

- Oye yo pregunte primero - le hice un mohín.

- Mmm qué te parece si lo hacemos al mismo tiempo, es decir, hagamos que nuestros matrimonios funcionen. Debo admitir que siempre deje a Hyuk al final de la cola. No he sido muy justo con él, pero me enfoque tanto en mi, en mis objetivos, en mis sueños. Que me olvide de él - dije apenado.

- Yo dije una cruda verdad que dudo mucho Hae sea capaz de olvidar. Yo también siento que lo amo, pero como que no vamos en la misma sintonía, es decir, a mi me gusta vivir la vida a mil a cada momento. Hae es divertido no lo niego, pero siento que es muy hogareño, y siempre se calla lo que siente y piensa. Admito que usualmente uso a Hae para vanagloriarme frente a los demás y vean que aparte de ser rico, tengo un esposo que parece tallado por manos de los mismísimos ángeles, hermoso y bello. Un tipo con una suerte única. Pero olvide que es mi esposo, y lo trate como un amigo hasta ahora.. un amigo con derechos. - dije avergonzado.

- Creo que ambos nos hemos equivocado mucho en el camino con ellos. Es momento de rectificar ¿no crees? - lo vi asentir - bien entonces, cada quién ubica a su pareja - sacamos nuestros celulares y les marcamos. Ambos sonaban ocupados o nos enviaban a la casilla de voz. Cada uno dejó un mensaje en el buzón de voz.

- Al menos lo intentamos, esperemos a que nos respondan - le dije a Heenim.

- Bueno yo le deje dicho que si desea que conversemos, me de una señal - le conté a Siwon.

- Yo también le dije lo mismo. Bueno aquí me despido bello príncipe. Tengo que regresar a mi casa - me despedí de Heenim.

- Gracias por todo Siwon, fue grandioso hablar contigo - me despedí de él.

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POV Hyuk

Venía por la calle caminando y hablando con Hae por teléfono. Había comprado un ramo de flores para él, sus flores favoritas.

-  Hyuk no entiendo porque seguimos hablando por teléfono, si estamos a 5 minutos de encontrarnos - me dijo divertido.

- Pues eso es porque amo escuchar tu voz y porque muero por ver tu bella sonrisa - le dije coqueto.

- Eres un adulador - sonreí por su pequeña queja.

Continuamos hablando mientras seguíamos caminando, hasta que de pronto lo vislumbre al otro lado de la calle y él me vio a mi, levante mi mano para saludarlo pero deje a simple vista el ramo de flores.

- Hyuk.. esas flores.. ¿son para mi? - me dijo emocionado.

- Jajaja si bebé, son para ti, son tus favoritas. Se supone que debería ser una sorpresa. - le dije en tono de reproche.

- Jajaja aaawww que lindo eres. Bueno hagamos algo. Me haré el sorprendido cuando me las des en mis manos - me dijo juguetón.

- Bien entonces, te espero aquí, cruza la calle - me quede en la esquina esperando por él que estaba al otro lado. Corte la llamada y mientras me asegure de guardar mi celular. Al levantar mi mirada me sonrisa se borró. Heechul estaba parado frente a Hae, esperando al igual que Hae para cruzar la calle.

El semáforo cambió a verde para que los peatones cruzaran y los vi caminar a ambos en la misma dirección hacia mi. Poco a poco iban acercándose, cuando estaban a unos pasos de mi, note que Hae adelantó sus pasos para llegar a dónde estaba. 

"Esto no puede ser" pensé.

- Heechul... - me apresuré en decir su nombre y vi a Hae voltear en dirección a Heechul, dando una vuelta de 180 grados sobre sus talones.

- Hyuk.. ¿Qué haces aquí? ¿Y esas flores? - me pregunto con una sonrisa en el rostro.

- Venía de la academia y.. - mire la espalda de Hae por un instante y miré a Heechul nuevamente - y éstas flores, son para ti - le dije dándole el ramo.

- ¡Qué dulce de tu parte Hyuk! - lo vi oler las flores - Son hermosas - desvió su mirada de las flores hacia mi - Oye Hyuk ¿puedes venir a la casa más tarde? -

Asentí con la cabeza.

- Bueno, entonces nos vemos más tarde. - me sonrió y lo vi irse.

Cruce la calle dónde se encontraba una señora vendiendo rosas. Compre una y fui en busca de Hae. Al encontrarlo, no sabía que decirle, por lo que me acerqué a él y coloque la rosa frente a él. Volteó a verme y tomó la rosa entre sus manos. Lo atraje hacia mí en un abrazo, no dijimos palabra alguna.

Nuestro mundo lleno de sueños y nuevas ilusiones que empezamos a crear, fue atacado por nuestra realidad. Una realidad en la que nuestros sueños se desvanecen al despertar.





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