El comienzo...
La historia del ángel y el humano que cayeron ante el amor.
Katsuki era el futuro líder de aquellas tierras, futuro líder de aquella tribu.
Algo que caracterizaba a los herederos de aquella responsabilidad era su poco común color de cabello, solo aquellos que tenían la sangre de la familia que era cabecilla del lugar tenían cabellos de un rubio cenizo brillante y más aún prometían ser grandes ejemplares de dominancia cuando sus ojos poseían un tono rubí.
Mitsuki era quien mandaba en aquellos momentos sobre la tribu y se encargaba de criar correctamente a su hijo, quería que fuese el mejor líder que pudiese existir hasta aquel entonces, no podía esperar menos de él.
Masaru era su pareja y segundo al mando, aunque era solo otro más de los jóvenes pertenecientes a la tribu y había "mejores candidatos", la mujer de ojos rubí se había enamorado perdidamente de él, el castaño no solo se había sentido notoriamente halagado de que la mujer se sintiese atraído por él y quisiese que fuese quien le ayudará a tener al futuro líder, sino que desde siempre le había admirado y sentía un cariño profundo por ella, que poco a poco con el cortejo de la rubia ceniza se convirtió en un ferviente amor que dio a luz al joven Katsuki.
Un pequeño orgulloso que además desde siempre mostró ser buen candidato a cabecilla, todos tenían puestas sus expectativas en él.
Aquella tarde su vista llegó a desviarse cuando sus instintos le indicaron que alguien le observaba mientras jugaba con un grupo de niños que también pertenecía a esa etnia.
Era algo que no podía ignorar, sobretodo al ver al peculiar niño de cabellos verdes, los pertenecientes a aquel grupo de aquella tierra solo tenían el cabello negro o castaño, exceptuando aquellos que son líderes o tendrían lugar como tal, como lo eran su madre y él.
La primera ocasión captó su atención, pero decidió ignorarle, quizá era alguien que trataba de llamar la atención a costa de tinturas hechas a mano con frutas, no sería la primera vez.
Pero la segunda ocasión notó que seguía igual, gruñó para sí mismo ¿Por qué había otro con un color poco común de cabello?
El colmo fue en la séptima ocasión, se acercó a él atrapando su mano frunciendo el ceño.
—Soy Katsuki ¿Tú quién eres?—Preguntó el pequeño ojirubí observandole molesto, el peliverde de pecas tembló ante su agarre e incluso se asustó, preocupándose.
—I-Izuku...—Tartamudeó un poco mientras le observaba ¿Temeroso? Se suponía no debía sentir temor a nada pero era extraño, no debía hablar con los demás. Tembló al sentir como el joven pasaba sus manos sobre su cabello de forma un tanto brusca, el rubio cenizo se sorprendió al ver que no era tintura ¿Entonces qué era? ¿Quién era ese joven chico peliverde que apareció allí?
Izuku, un joven ángel que había estado admirando a aquel humano desde la primera ocasión, fascinado con él al ver que era alguien valiente, fuerte y bastante atento con la gente de su tierra.
Izuku no sabía lo que sentía, pero siendo un joven ángel curioso no podía evitar querer verlo.
La primera ocasión fue parte de su entrenamiento y se había quedado más tiempo de lo debido tras topar su mirada por primera vez con el rubio cenizo.
Katsuki... Su nombre de por sí ya era bastante hermoso, le parecía interesante.
Aquella primera vez sucedió de esta forma.
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—Izuku, recuerda regresar apenas ayudes a un ser de alma pura, recuerda tener cuidado, es bastante simple, además es una buena forma de conocer la tierra, buena suerte—Besó la frente del pequeño ángel, no quería dejarlo solo, le causaba una sensación extraña la cual no sabía nombrar, pero Inko decidió ignorarlo, no era algo que debía sentir.
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En Una y Mil Vidas
Fanfiction"En una y mil vidas, por siempre te amaré" fueron las últimas palabras de aquel muchacho humano de cabellos rubios cenizos de nombre Katsuki Bakugō que eran dirigidas al joven angel Izuku quien no paraba de llorar ante su perdida, mientras las lágri...