Capítulo 10

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Gogo x Mikumo
Au Prototipos

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Rubí y Esmeralda.

Incluso con colores diferentes, el encuentro de sus miradas les llevaba a reconocer sus almas.

Son amigos de la infancia.

Gogo Bakugō conoció a Mikumo Akatani siendo bastante jóvenes ambos.

No podía recordar con exactitud lo que ocurrió en aquella ocasión, pero a narrativa de su dulce madre él había ayudado al bonito azabache a ponerse de pie cuando se cayó en la arena de aquel parque infantil.

¿A quién le importa el resto? Eso era lo importante, que lo habia conocido y no se arrepentía de haberse acercado al tímido chico.

Era imposible para él ignorarlo, sus ojos rubí y su cabello negro con destellos púrpuras que aparte cubrían uno de sus ojos. Muchas veces buscaba excusas para poder mover aquel cabello y apreciar ambos bonitos ojos, lo quería... Quería verlo eternamente a los ojos, su cuerpo lo necesitaba, casi tanto como su alma.

Para el apodado Yamikumo era extraño ser el centro de atención de aquel rubio cenizo, él un simple Quirkless tímido y sin valor captando la vista del mismísimo sol, aquel chico con talento, fuerza, atractivo físico, siendo alguien muy amable, sincero aunque imprudente y de por sí viniendo de una familia adinerada.

¿Por qué alguien que era la definición de hombre perfecto no se despegaba de él? Era un verdadero misterio, pero si algo era cierto es que no podía evitar querer rondar a su al rededor cada que Gogo se lo pedía.

Parecía un planeta más... Rondando al rededor del sol, el mismo que le hacía sentir un calidez inigualable.

Akatani aspiraba a ser un sol igual de brillante ¿O tan siquiera una estrella? El joven Bakugō era su héroe y su ejemplo a seguir.

En su corazón latía suavemente el sentir de un amor aparentemente no correspondido con la eterna duda de los sentimientos de Gogo.

-¡Yami!-Saltó a su encuentro el ojiverde abrazándolo de la espalda.

-G-Gogo-Habló soltando un ligero suspiro por el susto, si algo era cierto es que siempre estaba alerta, pero cuando se trataba de su amigo de la infancia no podía, el rubio cenizo jamás representó una amenaza.

-¿Cómo amaneciste?-Preguntó jugueteando con los rizos negros de su amigo teniéndolo preso entre sus brazos mientras este ya acostumbrado simplemente daba caricias sobre sus brazos mientras caminaban hacia la U.A como cada día.

Mikumo era el primer y único Quirkless de la conocida Academia de héroes, no muchos confiaban en sus habilidades, exceptuando a sus primeros amigos aparte de Bakugō.

-¿Ya te dije que me gustas hoy?-Preguntó Gogo al llegar a la U.A y teniendo que separarse a regañadientes del ojirubí.

-Hoy no-Sus mejillas se tiñeron levemente de rosa contrastando con su piel pálida ligeramente pecosa. Ahí estaba nuevamente, siempre decía lo mismo, seguía rezando al día en el que lo dijera en serio.

-Me gustas-Sonrió ampliamente antes de entrar y caminar hacia el salón de clases tarareando una canción alegre. Tras suyo iba caminando el azabache con lentitud mientras le miraba la espalda, el sol brillante que siempre buscaba alcanzar.

-También me gustas-Murmuró para sí mismo mientras su rostro enrojecía a más no poder, no sería capaz de decirlo en voz alta.

Tomaron asiento juntos en el salón, Yamikumo se sentaba al frente mientras que Gogo detrás.

En Una y Mil VidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora