Mentes Psicópatas © |TERMINADA| en edición

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3 - Deseo y secretos

Lana

Señorita Rinaldi quédese un momento - dice Martin.

Mis amigos se van sin decir nada, cuando el salón queda desierto a excepción de nosotros el cierra con pestillo la puerta y decide acercarse a mi.
Lo miro a los ojos y sonrió, sin más me lanzo a besar sus labios con necesidad, el corresponde de la manera que me gusta, toma mi cintura y me sube en la mesa de la butaca sus manos aprietan mi trasero provocando que muerda su labio con salvajez.

Un gemido sale de el y mi piel se enciende, una de sus manos me toca mi entrada lo cual hace que muerda mi labio inferior.

- Siéntate - le ordenó con seriedad

El me mira y hace caso de inmediatamente.

Desbrocho su pantalón, liberando su polla palpitante lo cual hace mi boca salivar, sin más me siento mientras con una de mis manos alejo mi braga y lo introduzco sin piedad alguna, el jadea y yo suspiro de placer, empiezo a cabalgarlo de manera ruda el intenta llevarme a su ritmo pero no se lo permito, estar todo el verano sin verlo fue un martirio, a pesar de tener a otras personas nada se comparaba a él.

Sus manos se posan en mi blusa y la abre con brusquedad lo cual agradezco que los botones no se hayan disparado por todo el lugar, una de sus manos toma uno de mis pechos los lame y besa con lujuria.

Mis piernas empiezan a debilitarse por la llegada del orgasmo y sin más beso sus labios cuando llega la liberación de ambos.

- Cuanto extrañe esto - digo mientras me alejo de él.

- Yo igual estar lejos de ti fue difícil - dice mientras se abrocha su pantalón.

Me visto entre miradas coquetas, agarro mis cosas y salgo del salón no sin antes de darle un beso y prometiendo otro encuentro.

- De qué hablan - digo al llegar en la mesa de mis chicas.

Lilith

Teníamos todo planeado una de las tareas principales era que Emmett realizaría una fiesta de inicio de clases.
Pará eso Emmett solo hizo una publicación en sus redes sociales para que toda la escuela se enterará.
Como era de esperarse la publicación fue tendencia en la escuela ya que muchas personas nos miraban con sonrisas de emoción.

El transcurso de clases fue de lo más normal, ya que los maestros le dan más atención a los de nuevos ingreso, en las clases ya no me topé con Spencer ya que cambian mucho el horario de clases dependiendo de que taller desees.
Un beneficio mío de ser la Presidenta era que podía entrar a cualquier taller que me plazca.

Al llegar a casa decidí comer y subir a mi habitación al abrir la puerta suspiré irónicamente al ver en mi cama una caja de rosas y otra donde suponía iría un regalo costoso.

Suspiro y miró la nota que se encuentran en las rosas.

"Espero y este regalo compense la pelea que tuvimos, te quiero mucho y no quiero perderte"

Michaell

Miró las rosas con asco y le habló a una de las sirvientas.

- En qué necesita mi servicio señorita Bianco. - dice con una sonrisa servicial.

- Puedes llevarte estas rosas o si gustas que dártelas no tengo ninguna objeción.

- Lo que usted ordene mi señora. - dice tomando las rosas.

Me dan repulsión todo tipo de flores, no se que pensaban los hombres al regalaras diría mi madre hasta en la tumba te las dejan así que no te ilusiones.