18 de enero del año 2016 a las 3:24 am
El sonido de la sangre que brota del cuello de mi primera víctima, fue el mayor placer que he tenido en la vida.
Miró mis manos las cuales se encuentran manchadas del líquido carmesí, miró a mi alrededor y veo...
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Lilith
Al llegar a casa de Chanel se encontraba más cerca que la mía, Spencer venía callado mientras escribía en su teléfono, yo solo quería comer algo.
- Buenas tardes jóvenes - dice la nana de Chanel.
La saludo con un abrazo y Spencer con un apretón de manos subimos a su cuarto el cual era muy grande sus paredes pintadas de color rosa pálido decorado con dorado.
Miró su cama y decido acostarme de boca arriba.
— Nana podrías traer un sándwich -— digo con una sonrisa.
— Claro que si, usted joven necesita algo — dice mirando a Spencer el cual solo pide un vaso de agua.
Spencer me mira y decide acostarse a mi lado, miro el techo y sonrió al ver las estrellas de neon pegadas en el.
El recuerdo de mi infancia toca mi mente donde Chanel, y yo nos acostamos y mirábamos con maravilla las estrellas, las ocasiones donde venía mi madre por mi y me llevaba a comer cualquier golosina. Tan solo pensar en ella una punzada de dolor me llega lo cual hago borrar todo pensamiento relacionado con mi madre.
- Lili - dice Spencer
Lo miro y me sonríe confundido
- Te perdí por un momento -
Yo pestañeo y le doy una sonrisa.
- Estaba pensando en que mi padre tiene una biblioteca y podrían haber libros sobre el trabajo.
-— Lo entiendo, sería buena idea —
Me levanto de la cama cuando viene la nana de Chanel y me entrega el sándwich, le sonrió en modo de agradecimiento y le doy un mordisco a este, el aderezo provoca un gemido de placer lo cual hace que cierre mis ojos y disfrute el sabor.
Le doy otro mordisco y recuerdo que no estoy sola, al abrirlos me encuentro con la mirada de Spencer el cual mira con burla.
- Que sucede - digo mientras sigo masticando.
- Nada solo que tienes aderezo aquí — dice para pasar su pulgar en la comisura de mis labios.
Miró como acerca su pulgar a su boca y su lengua chupa su dedo, ese gesto provoca que mire sus ojos los cuales muestras un gesto no apropiado.
— Creo que hubiera pedido uno sabe delicioso —
Siento mis piernas tensarse y decido darle otra mordida a mi sándwich y mirar a otro lado, pero el pensamiento de sus labios hace eco en mi mente.
- Ya te volviste a manchar — dice al punto donde su mano toma mi mandíbula y hace que lo miré.
El se acerca al punto donde su respiración empezaba a chocar con la mía, nuestros ojos sólo miraban los labios del otro.