En mis sueños

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POV Nolan

A pesar de que los focos me cegaron al salir por el túnel de vestuarios, algo, llamémosle instinto, me hizo fijarme en una parte de la grada. Y ahí estaba ella. Estaba... Ahí. A mi alcance. Después de haber hecho una exhaustiva búsqueda a lo largo del globo terráqueo y está ahí delante mía. Es ella, la chica de mis sueños.

Me quedo embobado unos segundos hasta que el entrenador Andrews me llama de un grito.

No juego bien del todo, sí, hago jugadas brillantes que hacen que la grada coree mi nombre y que mis antiguos compañeros de equipo se pongan rabiosos. Pero no estoy jugando al 100% de mi capacidad. Ella está aquí y yo solo quiero acabar este enfrentamiento para ir corriendo hasta ella y poder decirle que he estado buscándola por todos lados, porque me gusta muchísimo. En una jugada recibo un codazo por el que sancionan a un chico del otro equipo. Me quedo tirado en el suelo, me cuesta respirar. Pido el cambio y mientras entro hacia la enfermería, solo puedo pensar en ella y si esa chica también ha soñado lo mismo que yo, si me conoce y si estaría dispuesta a continuar lo que soñábamos cada noche en la realidad.

Escucho los festejos del pabellón desde dentro mientras el médico me atiende. Es solo un moratón y se me cortó la respiración por el golpe. Nada grave. Menos mal.

Rory aparece en la consulta bastante preocupado y lo primero que sale de mis labios, a pesar de sus preguntas por mi estado de salud, es:

— Ella está aquí.

Rory abre los ojos y la confusión se instaura en él.

— ¿Cómo que está aquí? ¿Cómo sabes que es ella? ¿Donde está? Voy a ir a buscarla, seguramente esté preocupada por ti y quiera venir a verte.

— No, no. ¿Y si... Es solo la chica pero... No sabe quién soy y lo que hemos soñado juntos? Pensaría que estamos locos, Rory, y eso nos dejaría ya con una reputación de mierda en este instituto.

— Pero...

— No. Ya sé que viene a este instituto, el lunes la buscaré e investigaré sobre ella.

— Al menos dime dónde está, quiero ver cómo es.

Pero entonces suena la bocina que da por finalizado el partido. Rory se da cuenta de que debe salir y que va a ser imposible encontrarla ahora que todo el mundo se ha movilizado.

— Da igual, el lunes.

Rory vuelve al cabo de unos minutos para ayudarme a ir a recoger mis cosas y demás. Le espero a que se duche, él se ducha con nosotros al ser el único chico de las animadoras. Siendo como es, sale el último, eso sí, hecho un pincel.

— Me podría haber momificado ahí esperándote.

Salimos tras Pierce, que se para con una chica de pelo castaño y ondulado, le agarra la mano y se despiden de una chica. Cuando se apartan puedo ver qué se trata de ella. De mi chica. Que está junto al señor Lewis, y es entonces cuando mi mente conecta. La chica de mis sueños es nada más y nada menos que la hija del señor Lewis. Rory advierte la presencia del señor Lewis y me indica que nos están esperando. Percibo como la chica mira al suelo avergonzada. El señor Lewis me da un apretón de manos.

— Has estado muy bien el tiempo que has durado.— me comenta el señor Lewis, pero yo solo soy capaz de mirarla, ella sigue con la mirada clavada en sus zapatos.— Ah, qué mala cabeza mía. Nolan, esta es mi hija Mary. Es un placer que por fin os conozcáis.— nos presenta el señor Lewis obligándola a levantar la vista y por fin mirarme a los ojos.

Cuando nuestros ojos se encuentran noto como una chispa salta. Tiene que ser ella, ha de ser ella y tiene que acordarse de mí. Por favor, tiene que hacerlo.