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— Perdona, ¿qué?— pregunta Ryan muy confundido.

Lily se empequeñece en su lugar y vuelve a repetirlo con la boca pequeña.

Ryan parpadea y se toca la frente.

— ¿Y cuándo pensabas decírnoslo?

— A Mary en cuanto estuviera segura pero si no he dicho nada aún es por ti, imbécil.— el tono de la conversación se endureció de repente.

Yo me quedo a mitad del sándwich cuando oigo a Lily insultar a Ryan. Normalmente me dice cosas así de él pero nunca se lo dice a la cara. Esta situación no me está empezando a gustar.

— Así que no confías lo suficientemente en mí. De acuerdo.— dice Ryan notablemente dolido.

Pero claro, solo yo sé que un daño enorme por sus sentimientos hacia nuestra amiga y encima que nos lo haya ocultado. Ryan coge sus cosas, se levanta y se dirige hacia la mesa de los chicos y chicas de la banda que le acogen con entusiasmo y palmaditas en la espalda.

— Pues vale.— dice Lily muy enfadada e igualmente, coge sus cosas, se levanta y se va.

Me quedo desamparada en mitad de la pelea. Y sola cuando los dos me abandonan. Veo como Hudson para a Lily a mitad de su huida fuera del edificio y la lleva con él hacia la zona de mesas de deportistas. Y yo como una estúpida en nuestra mesa, sola, sin haber podido decir una palabra. Suspiro.

POV Nolan

Veo los aspavientos y la ira en los amigos de Mary mientras discuten. Ella, que parece gravemente afectada por la situación tan inesperada, no es capaz de reaccionar y se queda sola a mitad del almuerzo. Una parte de mí quiere acercarse a ella y preguntarle si se encuentra bien, pero esta mañana ya me dejo muy claro que no quiere tener nada que ver conmigo. Supongo que aquellos sueños fueron solo anhelos de mi subconsciente y estaba equivocado.

— ¿No te vas a acercar?— Rory está pendiente también de ella, porque sabe de mis sentimientos.

— Ella... No quiere relacionarse conmigo. Le he pedido perdón esta mañana y solo me ha dicho que ya nos veríamos por aquí. Claramente se refería a cuando no hubiera más remedio.

Rory me pone la mano en la espalda y la acaricia como consuelo. Estoy sentado con él, las animadoras y algunos deportistas. Es lo que dicta el status quo en el instituto, ¿no?

Pero soy incapaz de alejar mi vista de ella. Termina de comer con desgana, porque tiene que hacerlo y se levanta con tristeza a recoger sus desperdicios a la zona de reciclaje.

Para mi sorpresa, su amiga Lily se encuentra con nosotros. Pierce, el capitán de mi equipo, la trae de la mano. No sabía que estuvieran saliendo. Mary no me dijo nada en los sueños... Quizás porque eran eso... Sueños y todo lo que ella me decía lo imaginaba yo y no era real. Quizás no quiera ser veterinaria. Quizás no esté en un voluntariado. Quizás no le guste bailar descalza sobre la hierba recién cortada. Quizás todo fue invención mía.

Noto como la amiga de Mary me mira cuando el resto de amigos de Pierce dejan de atosigarla.

— Toda esta situación es un tanto peliaguda.— me comenta de Rory.

Yo asiento mientras mastico.

A lo largo de la mañana me doy cuenta de que, a pesar de haber sido un sueño, los sentimientos que yo había desarrollado por la Mary de mis sueños eran totalmente reales y que, además de por respetar sus deseos, creo que lo mejor sería no estar en contacto con ella para que así esos sentimientos hacia esa falsa Mary desaparecieran.

Me doy cuenta de que no se me da muy bien entablar amistad con las personas. Qué eso siempre lo ha hecho Rory y que yo me he beneficiado de sus amistades. Me encuentro en clase solo, ya que Mary no es una opción viable y es mejor ignorar su presencia, como ella me ha dejado ver.

Cuando llego al aula de biología veo como Mary está sentada en una mesa al final de la clase y junto a la ventana. Observa fuera del recinto escolar con aire meditadumbo. Me cuesta mucho resistirme a acercarme a ella. Noto que me piden paso con permiso, se trata de su amigo el grandote... ¿Ryan? Se acerca a ella apresuradamente y parece justificarse de alguna manera, pero ella cruza sus brazos sobre su pecho y ni siquiera le dirige la mirada. Esta dolida, el chico se ha precipitado en ir a disculparse, o más bien, se precipitó dejándola sola en el comedor. Es completamente normal que no quiera escucharle ahora, ahora es ella la que no quiere saber nada del tema. Yo la entiendo. Me gustaría que ella lo supiera, que no está sola y que alguien le comprende. Pero no es mi empresa. El chico abandona su desesperado intento y se sienta alejado de ella. Una voz carraspea a mi espalda.

— Señor, ocupe un lugar en la clase, por favor.— me dice un señor que creo que es el profesor de la asignatura.

El único lugar libre que queda en todo el aula es delante de la mesa del profesor y me resigno a ocuparlo.

— Usted debe de ser el nuevo. El gran refuerzo de Andrews para los del basket, ¿no es así?

— Sí, señor.

— Pues espero que no solo tenga serrín bajo esa cabellera, muchacho.— me advierte antes de preguntarle a la chica que me enseñó está mañana el edificio que por dónde se había quedado la lección el día anterior.

Cuando me encontré con ella esa mañana, tras la huida de Mary hacia el edificio, me di cuenta de por qué no era del agrado de Mary. Era una chica con dotes de líder que se le habían subido un poco a la cabeza. Por su ropa y forma de vestir se podía intuir que en su familia el dinero no era un problema y que le gustaba presumir de ello. Su voz chillona no ayudaba tampoco. Pero también es cierto que realizó su trabajo de forma impecable. Me enteré muy bien de todo y me dejó todo clarísimo. Pero era de esas compañeras repelentes y populares que intenta humillar a los demás a la mínima oportunidad. No entiendo cómo fue entonces que ganó las elecciones a presidenta, pero bueno, yo no estaba aquí cuando eso fue así, así que no me incumbe.

Cuando Rory me deja en casa después del entrenamiento me doy cuenta de que el nivel académico del West es más alto que el del East y que quizás debería ponerme las pilas. En la clase de biología no me he enterado de absolutamente nada.

En mis sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora