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En poco tiempo, uno de los profesores de guardia está entre ellas dos y mira el suceso intentando comprender si todo aquello era intencionado o un simplemente algo aislado.

— Berry, Snyder, al despacho del director de inmediato.— les dice.

Veo la cara de Lily, se quiere morir. Jasmine por su parte va con una cara de tristeza falsa que me levantan las ganas de tirarle más comida encima. Desde mi lugar veo cómo en un instante, las miradas de Lily y Hudson se cruzan, antes de que el profesor las escolte.

Por mi parte, miro a Ryan.

— Sabía que hoy iba a pasar algo inesperado. Mi horóscopo no falla.— le digo.

— No es inesperado, todo el mundo conoce a Lily por ser un poco torpe. Bueno, muy torpe. No iba mirando al suelo cuando se ha tropezado con el pie de ese chico.— me contesta él.

— Porque iba mirando a Hudson. Y he visto que él la ha visto. Creo que es la primera vez que repara en ella con detenimiento.

—Seguramente porque Lily es un tapón.— me dice él a lo que le miro con el ceño fruncido.— A duras penas roza el metro sesenta, MJ.

Desde que conocimos a Lily, y ella se enteró de que mi segundo nombre era Jane, me comenzó a llamar MJ, como la chica de Spiderman. Y con el tiempo, se lo acabó pegando a Ryan. Prácticamente me llaman así todo el tiempo, Mary sólo me llaman en mi casa.

Acabamos de comer y decidimos esperar a que Lily saliera del despacho del director Andrews. Ryan lleva su mochila y le esperamos en las sillas que hay fuera de su despacho. El momento se pone tenso cuando llegaron dos chicas del séquito de Jasmine, la capitana del equipo de animadoras y su perrita faldera con la ropa de repuesto para su amiga. Y cuál es mi sorpresa cuando veo aparecer a Hudson unos segundos antes de que se abra la puerta del despacho y ambas salgan por la puerta.

— ¿Qué tal? ¿Qué ha pasado?— le pregunto a mi amiga.

Ella baja la cabeza, en señal de que no quiere ni hablar del tema.

— Moana, amiga mía.— la voz de Jasmine y el apodo que me ha puesto desde que salió esa película de Disney me taladraron el cerebro. Me giré hacia ella.— Gracias a tu amiga estamos castigadas después de clase.— se gira hacia Lily.— Muchas gracias, poca clase.

Coge la toalla que le tiende una de las chicas y sale con ellas detrás antes de darle una voz a Hudson. Él mira a Lily a los ojos, hace una mueca y de forma casi inaudible le pide disculpas. Se va tras su novia. Miro a Lily que está a punto del tener un ataque al corazón y que está aguantando la respiración.

— Me ha mirado.— dice ella.

Yo miro a Ryan, queriendo decirle que se lo había dicho: el comienzo de algo diferente. Pero él está demasiado ocupado mirando la espalda de Hudson Pierce, seguramente deseando que algo malo le pase.

Cuando dejo el autobús en mi parada, Helen me está esperando.

— ¿Qué tal tu examen?— le pregunto al llegar a su lado.— Espero que te haya salido lo suficientemente bien como para...—me veo interrumpida por ella, que menea la cabeza de izquierda a derecha.— Bueno, ¿y qué película quieres ver hoy?— le pregunto cuando entramos en casa.

— ¿Película?— es la voz de mi padre.

Mientras me quito el abrigo veo que baja de la planta de arriba con los útiles de la limpieza.

— ¿He oído plan para la tarde?— pregunta mi padre entusiasmado.

— Helen ha tenido un mal día, así que se me ha ocurrido que fuésemos al cine.— le contesto tras colgar mi abrigo y mi gorro tras la puerta y agacharme a recibir a Lucky.

En mis sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora