Peter, era un joven de veintiún años, es un hombre que ofrecía sus servicios sexuales a cambio de protección, atado desde pequeño al dueño de un bar al que le debe una fortuna por una deuda del pasado, se sentía estancado y su única ayuda era el alc...
Cuando la chispa de ira que había pinchado su pecho se disipó, Tony sintió como todo el dolor volvía a apoderarse de él, estaba pulverizado, lo habían hecho pedazos a punta de golpes los cuales aún dolían. Las marcas de su cuello y su cuerpo habían empalidecido un poco pero aún dolían. Tony había preguntado por Peter más de lo que cree, pero en realidad estaba preocupado, quizá era un poco sobreprotector pero era de Peter de quien estaban hablando, tenía aquella sensación de que nadie más que él lo cuidaría como se debe, nadie más que él sabe sus oscuros miedos y sus sentimientos. Nadie.
Sabía perfectamente que Peter era un chico valiente y fuerte, pero había acabado con la vida de un hombre, y no solo eso, los agentes de la policía de seguro lo estaban juzgando por su triste modo de vida, mirándolo raro y susurrando como si fuera una basura por haber sido prostituto. Quería poder estar con su pequeño, sonreírle, besarle la frente, tomarle la mano y decirle que todo estaría bien, que no iba a pasarle nada malo, seguro que le creería.
—¿Qué sabes de Rhodes? —investigó Tony hablando lentamente para que esa ráfaga de dolor en su garganta no apareciera otra vez.
—Pues está estable; creo que tendrá que usar muletas o silla de ruedas por un tiempo pero está al igual que Peter a disposición del FBI —dijo Bucky, Steve había ido por café.
—¿Y Harley?... ¿Un chico rubio estuvo con él? —preguntó Tony tratando de apresurar más sus palabras.
—Pues —Bucky cruzó los brazos— si, un chico estuvo con él y cuando tuvo que ir a la estación el chico lo acompañó.
Tony sintió un poco de alivio, al menos Peter no iba a estar del todo solo en ese infierno.
—Excelente.
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Tony aún estaba dolido, sin embargo tenía que estar ahí con Peter. Trataba de disimular el dolor de cuerpo.
—¿Por qué no pueden dejarlo libre? No hizo nada malo —reprochó Tony, había sido suficiente con tener que lidiar con Hammer como para que Peter estuviese ahora tras las rejas de una sucia cárcel.
—Lo sé, pero es la ley, debemos dictaminar que Peter actuó en legítima defensa y que no fue un homicidio —explicó Clint.
—¿Qué más pruebas? El chico había estado trabajando para él, corrección siendo prostituido por una miserable paga por Hammer, además estaba asfixiandome, ¿eso no es suficiente?
Tony estaba un poco exaltado, creyó que si Hammer había muerto todo se resolvería, pero ahí estaba, tratando de convencer a la policia de que Peter, su adorable y dulce Peter no era un jodido asesino.
—Lo sé, Stark. Pero lamentablemente los únicos que estuvieron allí son ustedes dos, sé que Peter es inocente y sé que podrá salir una vez que todo esto se aclare. Ten fe en la ley.
Clint le sonrió como tratando de calmarlo, pero como iba a estar calmado cuando ni siquiera había visto a Peter. Ni siquiera lo había besado.
