Meredith
Llego casa un poco molesta y mi abuela se percata de ello ya que viene hacia a mí.
— ¿Qué te pasa nieta mía? — Pregunta y doy un suspiro molesto.
—Nada abuela, solo observa esto. — Digo mostrando un vídeo de Madison y Joseph bailando en el parque.
— Te dije que ese chico sabía bailar, y vaya que Madison es una magnífica bailarina
que no cualquiera puede llegar a su técnica. — Ni ciilquiiri piidi lligir a si tícnici, ¿Por qué todo el mundo dice eso?
— ¿Es enserio abuela? — Digo molesta y ella se empieza a reír.
— Jamás imagine verte celosa.— Se ríe un poco más mi abuela y eso me indigna.
— Yo no estoy celosa.
— Sino te conociera tan bien, te diría que no, pero date cuenta que lo estás.
Yo niego y me voy a mi habitación, no puedo dejar de ver ese vídeo que causa un enojo interior en mí.
[...]
Llegó a la escuela y estoy entregando unos libros que debía a la biblioteca, puedo ver a Joseph coquetear le a una chica. Otra vez ese enojo interno aparece. Solo me largue de ahí para dirigirme a mi primera clase antes de que empiece a vomitar por tal escena.
— Hola Meredith — Me saluda Madison y le doy una sonrisa falsa y la ignoró por completo.
Pasaron las clases y llega el almuerzo, por suerte yo traje mi propio almuerzo, así evitó la comida espantosa que sirven en la cafetería.
Joseph llega y se sienta enfrente mío, mi corazón comienza acelerarse.
— Hola Medth — Dice con mucha alegría regalándome una sonrisa. En eso una chica piernas largas se acerca, le da un papel mientras le guiña el ojo y se aleja de nosotros. Eso nuevamente me enoja muchísimo. Me levanto y comienzo a irme hecha una furia.
Joseph me toma del brazo haciendo que lo mire.
— ¡¿Qué quieres?! — Digo de mala gana.
— ¿Qué sucede contigo?— Pregunta un poco exaltado, no parece comprender mi actitud, pero a decir verdad yo tampoco la entiendo ¿Por qué actuó de esta manera?.
— Nada, simplemente te dejo coquetear a gusto.
— Meredith tranquila, ¡Esto! — Dice sacando el papel— Son las respuestas de examen de biología pero no las necesito. — Dice y rompió el papel tirando todos los pedacitos a un bote de basura. El fin, ¿Aceptas ir al kaféoke conmigo? Es una nueva cafetería cerca del parque.
— Está bien — Digo un poco apenada, no puedo creer que sentí un poco de enojo y él aun así me invito a una cita.
— Bien, te veo a la salida. — Dice guiñando el ojo y se marchó, lanzó un suspiró con encanto y por Dios, su forma de caminar es perfecta.
[...]
Llegó la hora de la salida y Joseph y yo vamos a la cafetería que menciono, creo que es conveniente tener una cafetería cerca de estos rumbos, además el olor a café es un exquisito aroma, desde luego todo el lugar huele a café.
— Bien, vamos a pedir, ¿Qué quieres Medth? La cuenta corre por mí. — Dice el chico muy cordial y yo comienzo a leer el cartel gigante con el menú.
— Yo quiero, pastel de chocolate y un café capuchino.— Respondí observando por la vitrina el pastel de chocolate que tiene, que se ve tan delicioso, ¿Quién no podría amar el chocolate?.
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Todo Por Un Maldito Error
RomanceEl amor, ¿Acaso existirá?... Una palabra de cuatro letras que para muchos tiene un significado valioso, pero la verdad nunca tuve interés por conocer su significado hasta que un día me enamoré de aquella chica invisible de la escuela. ¿Por qué un ch...