Capítulo IV: ¿Ayudando al enemigo?

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Meredith.

Ayer fue divertido estar con la mamá de Joseph, me cayó muy bien, me encantó su personalidad, tan confiada, alegre y vaya que le gusta echar chismesito, es lindo saber que tengo una nueva amiga y que además no falsa, es un libro abierto.

Más sin embargo, hoy de nuevo viene Joseph a casa ya que lo obligue a venir para hacer lo de trigonometría.

—Hermana ¡¿Qué sucede contigo?!— Llega Clarisa y me abofetea, el dolor en mi mejilla es evidente siento la marca, inmediatamente tocó la mejilla para sobarla.

— Se me hizo tarde, estuve muy ocupada ayer con Joseph que me olvide por completo Naomi.— Digo fría porque se bien el motivo por el que está enojada,  ella siempre ha sido dura conmigo para que sea como ella algún día.

— ¿Estuviste con Madison? — Pregunta firme.

—No.

— ¡Vamos! ¡Ahora!—Ordena.

— Medth, otra vez el chico guapo llegó a verte.— Nuevamente interrumpe mi abuela, estaré muy agradecida con Joseph y mi abuela ya que van dos veces que me salvan de una discusión con Clarisa.

— ¡¿Otra vez?! ¿A caso eres estúpida? — Clarisa está que le hierve la sangre, yo no se que decir.— Eres una tonta, espero de verdad que está vez llegues y en caso contrario me conocerás Meredith García.

— Y si tu le haces algo a mi nieta tu me conocerás Clarisa García.— Habla mi abuela y Clarisa se marcha furiosa.—Tienes tu mejilla roja, ponte maquillaje, atiende a tu visita y por favor antes de hablar con Naomi habla con Madison.— Dice mi abuela y se marcha.

Hice lo que me ordenó mi abuela de ponerme maquillaje, finalmente no puedo permitir que Joseph me vea así.

Bajo a la sala de estar y lo veo sentado mirado al techo se ve perdido en sus pensamientos. Aclaró la garganta y por fin parece notar mi presencia, me regala una cordial sonrisa.

— Te ves hermosa hoy— Dice y  no puedo evitar sonreír.

— Bien creo que debemos de comenzar por...— Suena mi celular. —  Discúlpame, un momento por favor. — Le digo a Joseph y él asienta, me alejo de él.

Inicio de llamada.

¿Hola?

— ¿Meredith? Soy Alexis.

— ¿Qué pasa?

— Es Madison, honestamente necesita verte, ella cree que si te pido que vengas lo harás.

— Claro que si, pero por favor, ¿en dos horas?

Se escucha como le arrebata el celular Madison a Alexis.

— Hola Meredith, soy Madison, ven rápido, es urgente, no importa lo que estés haciendo, necesito una amiga.— Dice con súplica.

— Madison yo...

— Por favor Medth.

— Bien, porque también necesitó verte, en seguida voy a la casa de Alexis.

Sólo que, entra por el sótano, que no te vean las... chicas.

— De acuerdo.

Fin de la llamada

¿Sucede algo? —  Pregunta Joseph.

— Sé que el trabajo es importante pero voy a posponerlo, necesito ir a ver a Madison.—  Digo, me siento un poco culpable, es una falta de respeto hacer esto, pero una amiga me necesita.

Todo Por Un Maldito ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora