Capítulo XV: Primera cita.

1 1 0
                                    

Joseph

¡Ayuda!, ¡Ayuda!, ¡AYUDA! estoy en el tonto examen de trigonometría, necesito sacar un ocho o mi novia oficialmente estará reprobada.

"Men, ¿Con quién hablas? ¡Concéntrate!".

Pregunta 7 ¿Quién es considerado como el padre de la trigonometría? y explica ¿por qué?

¿Qué carajo? ¿Cuándo en maestro enseño teoría? ¿Será Aristóteles? ¿Será Pitágoras?

Nah, mentira, es Hiparco, ¿por qué? No lo recuerdo.

— Cinco minutos jóvenes — Cinco minutos, ¿Y se le copió a Meredith?

"Maje, eso es deshonesto ¡Concéntrate!"

Si ya tengo todos los cálculos me falta la teoría

"Concéntrate"

Ya lo intento, a continuar...

— Muy bien jóvenes ya pasaron los cinco minutos, entreguen sus exámenes. — ¡Carajo! Me faltó una pregunta.

Meredith y yo nos acercamos al profesor después de que todos salieran.

— Déjeme adivinar, quieren saber su calificación del examen.

— No y si — Responde Meredith — La de Joseph.

— Bien veamos — Busca mi examen y lo encuentra — En primera una pregunta sin responder, — Meredith me fulmina — eso es medio punto menos...bien continuemos — En algunas preguntas las tachaba y otras les ponía palomita — El resultado es 7.8 —Esto es malo, Meredith se ve desconcertada.

—¿7.8 profesor? No puede ser, Joseph dijiste que estudiarás, ¿Realmente estudiaste?

—Claro que sí Meredith, solo déjame hablar con el profesor a solas.

—Lavigne, no tenemos nada que hablar, ambos están reprobados. —Meredith se marcha furiosa, quiero ir tras ella, pero necesito hablar con el profesor.

—Profesor, sé que necesitaba ocho para que no reprobar, pero ¿No hay manera que me dé esas dos décimas, no lo haga por mí sino por Meredith?

—No, lamento mucho esto, pero yo no regalo calificación.

—No estoy pidiendo que me lo regale, puedo hacer un trabajo de investigación, póngame un ejercicio yo qué sé.

—No—Que cabeza dura.

—Profesor, al menos no repruebe a Meredith, ella no tiene la culpa de que tenga discalculia.

—¿Qué dices? —Pregunta confundido el profesor. Doy un suspiro.

—Tengo discalculia, puede ver mis procedimientos, tengo sesiones los fines de semana por ello también no he perdido la beca. —¡Las sesiones! No he ido, oh no, llamarán a mi madre.

El maestro vuelve ver mi examen y suspira.

—Pensé que sería mentira, pero es cierto, se ve en tu procedimiento, bien Joseph, tomarás una clase extra todos los días y te daré el nueve, por Meredith no te preocupes, ella no será afectada, —cambia mi calificación por un ocho, y aquí se vuelve a complicar todo.

—Disculpe, pero no podré tomar la clase extra —El maestro me fulmina. —Es que tengo un empleo.

—¿Un empleo? Increíble, ¿Tienes idea de que porcentaje de la población de estudiantil de esta escuela trabaja? —Yo niego con la cabeza.

— Le calculó como un 10% e increíblemente tú eres parte de ese 10% —El profesor se queda pensando por un momento —Esta bien, eres un caso especial, te dejaré un trabajo de investigación y estaré para asesorarte, y solo puede ser si lo haces mal es 0 y si lo haces bien 10, es mi última y única oferta que puedo ofrecerte, y como te dije Meredith no será afectada.

Todo Por Un Maldito ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora