PERDEDOR [Kookv]

[XVIII]

Jungkook no dejaba de pensar en las llamadas perdidas que tenía, para el era muy difícil resistirse a contestarle. No dejaba de pensar en esas fotos de Taehyung desnudó con sus amigos, aun seguía sin poder creerlo.

Conocía lo coqueto que el chico solía ser, pero se negaba a creer que se acostaría con alguien estando con el. Su relación era informal y sin acuerdos, pero aun así no podía dejar el enojo a un lado.
Le habían quitado su juguete favorito y estaba celoso, odiaba que sus amigos hubieran apreciado el cuerpo desnudo de Taehyung. Quería ser el único con ese privilegio, su lado egoísta aparecía siempre que se trataba de Taehyung.

Froto su cara con las manos y gruño molesto, era difícil sacárselo de la cabeza.
Puso toda su fuerza de voluntad y continuó con los últimos detalles de su proyecto, aun tardaría un par de minutos para darles los toques finales y poder irse a la cama.

Volvió a girar sobre la cama por octava vez, frustrado por no poder conciliar el sueño. Aun estaba muy inquieto por la situación con Taehyung, odiaba lo mucho que lograba afectarlo. Vio de reojo como la pantalla de su teléfono se iluminaba, por ahora no quería hablar con nadie.

Especialmente con Yoongi, quien no se cansaba de molestar.

"Espero tengan una buena noche como yo."

Yoongi ha enviado una imagen.

Rodeo los ojos antes de desbloquear su teléfono y ver el chat de grupo privado, de inmediato se arrepintió de haberlo hecho. Cegado por el enojo, lanzo el teléfono a la pared, sin importarle todo el ruido que iba a hacer.

— Eres una maldita puta, Taehyung. — Gruño apretando los dientes, cubrió su cara con sus manos por la frustración. Ahora tenía otra imagen torturándolo en la cabeza,   Yoongi les envió unas fotos con Taehyung durmiendo entre sus brazos. Ambos estaban en la cama con poca ropa, el chico tenía una sonrisa maliciosa. Sabiendo lo mucho que eso iba a joderlo, lo detestaba. Su enojo no era por el, sino por Taehyung. Nunca había depositado tanta confianza en alguien y menos con tan poco tiempo de conocerse, sentía como si hubiera sido engañado.

Su mente comenzó a divagar sin ningún rumbo, seguía preguntándose porque le habrá llamado hace un rato si iba a terminar en la cama de Yoongi. Fue inevitable imaginarse que hubiera pasado si hubiera atendido la llamada, ¿Sería el quien ahora mismo tendría a Taehyung entre sus brazos?
Soltó un aullido de lamento por no haberle contestado el teléfono, había dejado que el enojo lo controlara y ahora lo estaba pagando caro.

Acordó hablar mañana mismo con Taehyung, planeaba hacer las cosas bien esta vez. Deseaba tanto que tuviera una buena explicación y poder regresar juntos, lo quería tanto que no iba a poner ningún pero. Lo necesitaba a su lado, nadie le alegraba tanto el día como el.

Durante la mañana, el ambiente entre los tres amigos estuvo un poco pesado. Notó cierta tensión entre Hoseok y Suga, lo cual le parecía muy extraño. A pesar de la evidente rivalidad que tenían, la pareja de amigos parecían ser bastante cercanos. Jamás los vio discutir o algo parecido, siempre vio una conexión especial en ellos. Sabía que probablemente ellos si se consideraban amigos, pues pasaban mucho tiempo juntos.

Suga apenas los vio y les sonrió con falsa inocencia, lo primero que quería hacer era darle un golpe para borrarle la sonrisa del rostro. Había desperado de mal humor y el lucía como el blanco perfecto para desahogarse.
Se limito a solo rodear los ojos e ignoro su presencia, el estómago se revolvió de solo recordar su jodida sonrisa en la fotografía.

— ¿Por qué las caras tan largas? — Pregunta Yoongi con tono de burla, ambos chicos lo fulminan discretamente con la mirada. Una risa se escapo de sus labios al ver lo tontos que eran sus amigos, no sabía si era una persona con inteligencia dotada o los demás eran demasiado tontos. Nunca afirmo haberse acostado con Taehyung o algo parecido, solo asumían cosas.