PERDEDOR [Kookv]

[XII]

Regresó a casa un poco desganado, darle tantas vueltas al asunto lo había dejado muy mal. Siempre evitaba pensar las cosas de más, porque terminaba sintiéndose más triste y deprimido. Trataba de mantenerse positivo, pero era demasiado para un solo día. No entendía como las cosas cambiaban así de rápido, sin recibir ninguna explicación.

Más tarde se encontraba acostado en su cama tratando de distraerse con el celular, revisaba los seguidores nuevos que tenía. A la gente le gustaban los maquillajes y fotos que subía a su cuenta, recibía muchos comentarios y corazones. Contaba con más de cinco mil seguidores a pesar del poco tiempo que llevaba en la red social, jamás imagino que tendría tanta gente interesada en el.

Se levanto de la cama para ir a buscar sus productos de maquillaje, gracias al trabajo no había tenido tiempo de subir más cosas a su cuenta. Debía actualizar ahora que tenía tiempo, se sentía creativo en ese momento.
Trató de hacer un maquillaje de colores obscuros y con muchos brillos. Le gustaba tomarse su tiempo y relajarse, y que todo se viera perfecto en la cámara.

El celular vibró de repente, su corazón se aceleró al ver aquel nombre en la pantalla. Ignoro el mensaje y continuo en lo suyo, se dijo a si mismo que no iba a responderle. Era como si tuviera que conformarse con el tiempo que le sobraba a Jungkook, no se merecía eso. Debió irlo a buscar antes de regresar con Jimin, o al menos debió pensar en el antes de tomar la decisión.

Llegaron varios mensajes más, junto a un par de llamadas. Ignoró el teléfono hasta que termino el maquillaje y tocaba sacar unas fotografías, le gustaba ver como le gente alagaba su trabajo. Pensó que sería buena idea agregar fotos de sus dibujos, quería que su cuenta reflejara lo que el era. Dejo una nota en su celular, para acordarse de fotografiar sus dibujos.

Hizo una mueca de disgusto al ver como Jungkook le daba corazón a su nueva foto, decidió que sería mejor bloquearlo. Si para el fue fácil borrarlo de su vida, para él también lo seria.

Maldijo en voz baja al ver que no podía entrar al perfil de Taehyung, llevaba dos horas tratando de comunicarse con el. Sabia estaba en su derecho a ignorarlo, incluso el agradecía que lo hiciera y se diera su lugar. Sin embargo quería darle la cara, se haría cargo de las tonterías que hizo ese día.
El se merecía una explicación, a pesar de que no la tenía. Simplemente fue débil, se arrepentiría después si rechazaba a Jimin.

Después de todo era el chico que había puesto en sus planes del futuro, planearon su futuro juntos. Recordaba perfectamente aquellas tardes donde se reunían para planear su boda, los ojos se ambos brillaban cada que tocaban ese tema. Ambos tenían gustos similares, así que disfrutaba intercambiar ideas con el.

No podía dejar ir ese futuro.

Trató de pensar en que le diría a Taehyung, se puso como meta hablar con el antes de que terminara la semana. Sería difícil convencerlo y evitar que Jimin los vea, pero era algo que tenía que hacer. Debía comportarse como un hombre y disculparse por lo que hizo, después de todo Taehyung también había sido importante en su vida.

Estuvo pasándola mal desde que hizo que Taehyung se sentara en otra mesa, fue como si hubiera salido de esa burbuja de felicidad. Se sentía incómodo y culpable estando con Jimin, estaba arrepentido de la forma en la que había actuado.
Remediarlo sería imposible, pero sería peor hacer como si nada hubiera pasado.

— Soy un idiota. — Se dijo así mismo mientras veía hacía el techo, su mente lo tenía muy confundido. No sabía que era lo que quería, Jimin y Taehyung le ofrecían cosas tan distintas. Eran como polos opuestos, deseaba poder quedarse con los dos.

Taehyung le daba esa libertad que nadie más le podía dar, cada encuentro con el era único e irrepetible. No conocía a nadie tan divertido como el, sin mencionar que no era una persona que estaba interesada en su dinero. Su corazón era muy noble, no veía ningún rastro de maldad en el. El sexo también importaba, le regalaba momentos que no podía describir.