PERDEDOR [Kookv]

[VII]

Taehyung tenía su típica mirada de diablillo, entonces supo que lo esperaba algo muy bueno. Atrancó la puerta solo para asegurarse de estar a salvo, dudaba mucho sobre los movimientos que debía hacer y más con la profunda mirada del chico.
Por los dos lados del baño habían salones de clases, por lo que no tenían que enfrentar un silencio incómodo. Las voces de los cientos de alumnos le martillaban las orejas, al igual que el silencio de Taehyung.

— ¿Para que me pediste que viniera? — Le pregunto una vez que agarro valor, no pudo mantener el silencio por más tiempo. Estaba desesperado por saber que tramaba el rebelde chico, quería que hiciera de inmediato lo que sea que estuviera planeando.

— Solo me quería divertir un rato. — Taehyung no dudo en cortar la distancia y poner las manos en su cara, sus miradas se conectaron. Jungkook tragó saliva cuando sintió las manos bajar hasta su pecho, le gusto la dirección que estaba tomando Taehyung.

— Diviértete conmigo. — Pidió mientras disfrutaba de las hábiles manos del chico, cada que estaba con el era como si estuviera bajo un hechizo. Taehyung sabía el poder que tenía sobre el, podría sacarle hasta el último centavo. Pero el no quería eso, él quería divertirse y disfrutar su musculoso cuerpo.

— Lo haré. — Bajo su mano hasta el pantalón del chico, encontrándose con una fuerte erección. — Me gusta que siempre estás duro para mi. ¿Te gusta que juegue contigo? — Empezó acariciando de arriba a abajo, con mucha lentitud. Jungkook suspiró, moviendo sus caderas hacia delante y buscando su contacto.

— Si, solo tu me enciendes así de rápido. — Movía insistente sus caderas, ahora exigiendo el contacto con las manos de Taehyung.

— Me alegra oír eso. — El sonido de los salones de clase se esfumó, ahora solo podía escuchar la voz de Taehyung. Su mirada quedo atrapada en los pequeños movimientos que hacía sobre su entrepierna, su rostro reflejaba pura maldad.

Él cinto de sus pantalones estaba siendo desabrochado, Jungkook miraba atento sin decir nada. Taehyung metió la mano en la bragueta y saco su miembro sin quitarle ninguna prenda, agradeció no tener los pantalones en los tobillos.

Mordió su mano para evitar soltar un ruido, Taehyung empezó pasando su dedo por la glande. Escupió en su mano y lo masturbo como si estuviera destapando un refresco, haciendo movimientos circulares.

Jungkook sintió como su corazón iba a salirse por su garganta, la puerta del baño fue abierta de golpe. Miró con temor a Taehyung, quien se sentó en él retrete con las rodillas dobladas en la tapa. De ese modo no sería visto desde afuera, ni del cubículo de alado.

Escucho como el extraño entraba al primer cubículo, por otro lado Taehyung lo veía con malicia. Puso su dedo en sus labios, haciéndole una señal de silencio.

Y de nuevo tuvo que morderse la mano, solo que esta vez lo tuvo que hacer en serio. Taehyung había metido todo su miembro en la boca, rezaba por no ser escuchado por el chico que entró.

Taehyung lo devoraba mientras oía como el extraño orinaba, río en su mente al ver como Jungkook luchaba por mantenerse callado. Paso su lengua por la glande e hizo círculos con ella, el extraño bajo la palanca del retrete y escucharon el fuerte sonido del agua.

— Follame la boca. — Pidió Taehyung al mismo tiempo que el agua del retrete sonaba, haciendo que su voz se perdiera por completo para el extraño.

Sus piernas temblaron con esas palabras, y su corazón empezó a bombear con más fuerza. Escucharon como el extraño salía del cubículo, entonces Jungkook lo tomo del cabello con sus dos manos. Movía sus caderas hacía enfrente y hacía atrás, sin importarle que podía oír como el extraño usaba el lava manos.
Fue un alivió cuando escucho como el extraño por fin se iba, lo había sentido como una eternidad.