PERDEDOR [Kookv]

[XX]

Solo bastaron un par de días para que Taehyung pasara de estar en el fondo de la pirámide social, a estar en lo más alto de la cima. El no era una persona que disfrutara la atención, normalmente prefería pasar desapercibido.
Lo logró durante bastante tiempo a pesar de su exagerada manera de vestir, tenía una presencia era bastante silenciosa.

Las cosas iban de mal en peor, todo el tiempo estaba siendo bombardeando por chicos extraños. Jamás imagino que el sexo vendiera tanto y menos con los aburridos chicos de su universidad, lucían bastante desesperados por consumir. Como si solo fuera un trozo de carne, uno al que podían acceder con poco dinero.

Quizás parecía una fantasía si solo lo veías por la superficie, mucho dinero solo por hacer unos pequeños favores sexuales.
Pero todo eso iba más allá, las consecuencias iban más allá de solo ser visto como un sexo servidor, si lo analizabas un poco más a fondo.

Al principio solo tenía que ignorar las miradas indiscretas, que incluso el mismo las consideró como inofensivas.
Pero de inmediato comenzaron ser más intensas, incluso podría jurar que vio a un chico masturbarse mientras lo veía descaradamente.

Eso solo parecía ser el comienzo, ya no solo eran miradas morbosas. El problema avanzo tanto que debía estar atento todo el tiempo para no ser tocado sin su consentimiento, no eran simples toques amistosos. Una vez puedo sentir como un chico intento meter su mano por debajo de su camisa, aprovechándose que había mucha gente amontonada en el mismo lugar.

En cualquier otra situación ya habría golpeado a todos esos chicos mimados, sin embargo tenía una gran advertencia por parte del director.

Ahora se sentía bastante tonto al pensar que podía manejar la situación, no era tan fuerte como el pensaba que era.
Todo el tiempo estaba inseguro, como si fuera un pequeño gato dentro de una jaula llena de leones.

Aunque las cosas parecían ir de mal en peor, su situación económica mejoraba considerablemente. Obtenía mucho dinero extra en la escuela, ganaba tres veces más que su empleo en la cafetería. Eso sin mencionar que también le hacía un par de favores a su jefe, Taehyung tenía claro que se estaba excediendo demasiado.
Pero se rehusaba a parar luego de ver los resultados, su apartamento cada vez lucía más como una casa.
Podría ser dramático, pero Taehyung pensaba que era el único logro que a conseguido a lo largo de su vida.

Y según sus cálculos, podía tener todas las cosas necesarias y mantenía el ritmo que estaba llevando. Sería un verdadero reto, pero no estaba asustado. En la universidad había tantos clientes que tenía la oportunidad de escoger a quien atender, el trabajo solía ser fácil cuando lo hacía con un chico que consideraba atractivo. Físicamente no era tan exigente, así que era muy sencillo considerar atractivos a muchos de los chicos.

Claramente no era su trabajo de ensueño, pero era sencillo de realizar y le dejaba mucho dinero. El único obstáculo iba a ser su resistencia al acaso, debía estar alerta en todo momento.

Tenía un montón de metas y sobre todo muchas ganas de seguir esforzándose, el Taehyung conformista ya no existía más.
Su ambición estaba clara y sabía que camino debía recorrer, que obstáculos superar.

— Ojalá pudiera compartir mi felicidad con alguien. — Suspira con tristeza mientras observa la pantalla de su celular, otra llamada más sin contestar.
Llevaba varios días en los que estaba sintiéndose bastante emocionado por sus logros, pero a la vez muy solo.

Esa mañana quiso compartir con alguien todo lo nuevo que estaba pasando en su vida, así que pensó que sería una buena idea llamar a alguno de sus viejos amigos.
Esos con los que platicaba hasta el amanecer con un montón de alcohol encima, con los que compartía tantos recuerdos divertidos.