Mi abuela sentía una debilidad por Jackson, siempre le consentía y le regalaba dulces a escondidas de mi madre. Incluso mis padres querían más a Jack que a mí. Era un niño demasiado consentido para ser el hijo de la niñera.
El día de su cumpleaños...
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Me gustaba verlo dormir, siempre parecía ser feliz cuando dormía. Tal vez era porque yo no estaba para arruinarlo.
Acaricié su cabello y lo hice a un lado para dejar su rostro despejados. No se veían sus lindos ojos azules, pero aun así me gustaba. Dormía plácidamente, como si nada malo sucediera en sus sueños.
Lástima que seguía enojada con él.
Le arrojé una cubeta de agua sobre su cara y despertó gritando "Me ahogó". Tardó unos minutos en recomponerse del susto, y cuando me vio de brazos cruzados frente a su cama con la cubeta en una mano, su rostro se puso rojo de rabia.
-¿Por qué demonios hiciste eso?- se secó con una camisa que encontró tirada sobre el velador y me asesinó con la mirada.
-¿Esa es la forma en que tratas a tu futura esposa? Te podría demandar por agresión verbal, pero no lo haré- lucía sorprendido, no era común que hablara de nuestro compromiso como si nada. Menos después de que él me ignorara por alrededor de un mes- Vistete, la hermana de Hiccup llega a las 12 y ya son las 10.
No espere a que me contestara, así que me salí de su habitación.
Este era mi plan: hacer que se arrepintiera por hacerme sufrir. En el tiempo en que me ignoró hizo que me diera cuenta que de verdad lo quería y que su ausencia me afectaba demasiado, incluso me deprimía. Y no se lo perdonaría jamás. Así que lo haría sufrir con mi indiferencia, no como lo hizo él, sino que haría como que nada sucedió y me transformaría en la chica perfecta hasta que me pidiera perdón de rodillas.
Me arreglé minuciosamente, reparé cada detalle para lucir como la novia ideal de Jackson. Cepillé mi cabello al igual que me maquillé, a pesar del frío de otoño me coloqué un vestido, al final ensayé mi sonrisa para que no se viera falsa.
Bajé 20 minutos para las 11, ya había desayunado así que vagué por los pasillos esperando a que Jack estuviera listo. Cuando me senté a ver televisión en la sala, apareció Elena con Anna listas para salir.
-¿A donde van?
-Al parque, Anna quiere ir a pasear, ¿Nos acompañas?- contestó Elena.
-No puedo, tengo una cita con la hermana de un amigo para organizar la boda.- le dije. Mi hermana pequeña se alegró al saber que estaba tomando esto en serio, aunque ella sabía la verdad. Me había visto después de que Jackson se me declarara y no fue felicidad lo que sentí.
-Con respecto a eso, tenemos que hablar sobre algo después, Elsa. Cuando regresemos quiero tener una charla contigo- asentí y me pregunté de que quería hablar "mi niñera".
Se marcharon y a los pocos minutos bajó Jack. Aún iba en pijama.
-¿No te dije que te vistieras?-esto no estaba resultando. No serviría de nada esforzarme si él no ponía de su parte inconscientemente. ¿Dónde había quedado el chico dulce y comprometido dispuesto hacer todo lo que yo quisiera?
