MARATÓN (Parte 3)
- Els, despierta- abrí los ojos con lentitud, como si la poca luz que había en mi habitación me hiciera daño. Anna estaba a mi lado apartando algunos mechones de cabello de mi rostro, se veía preocupada. Recordé la emoción con la que me despertó ayer y de inmediato sentí una punzada en mi pecho.
Ya estaba comprometida.
Aún no me colocaba el anillo de compromiso, pero podía sentir un peso de más en el dedo en el que estaría. Me senté y le dediqué una mirada tranquilizadora a Anna, ella no debía saber sobre esto, tenía que creer que me casaría con Jackson por amor.
-¿Que pasa, Enana?- le pregunté sonriéndo. Esto me estaba destrozando.
- Son las dos de la tarde...-me dijo, mordiéndose el labio.
Había olvidado que hoy saldría con los demás al parque de diversiones. Me puse de pie y me dí cuenta de que Anna ya estaba vestida. Me dejó a solas para que pudiera cambiarme, aunque su presencia no me molestaba ni me avergonzaba.
Cuando acabé de abrocharme el último botón de mi abrigo, miré con odio la cajita dónde dormía el anillo. Estaba sobre mi escritorio y parecía estar iluminado por el cielo. La abrí y sin pensarlo dos veces para no arrepentirme, me coloqué el anillo. Lo contemplé unos Minutos más hasta que Anna tocó la puerta para avisarme que mis amigos me esperaban abajo listos para irse.
Mis amigos. ¿Cómo reaccionarán ante la notícia? ¿Qué pensarían de Jack si conocieran la verdad?
Comencé a sentir lastima de mí misma, me había rendido ante el matrimonio incluíso antes de luchar. ¿Tan débil me consideraba Jackson?
Una nueva oleada de ira me arrancó un gruñido de la garganta.
No. No le haría las cosas tan fáciles. Si quería casarse conmigo no pondría resistencia, pero no por eso me convertiría en la esposa perfecta.
- Ya voy- le grité a Anna.
Yo no me acostumbraba a llevar maquillaje, aunque tenía algunas cosas que me regalaban. Me arreglé lo más que pude y me peiné mi cabello hasta que quedó completamente liso.
Era desagradable ver mi reflejo en el espejo y no reconocerme, pero si Jack deseaba guerra, eso obtendría.- ¡Ya estoy aquí!- exclamé con falsa alegría cuando bajé las escaleras. Rapunzel y Moana me abrazaron al mismo tiempo para saludarme y me regañaron por quedarme dormida.
- Eres una holgazana- me dijo Punzi. Las tres nos reímos y entonces, los ví.
Salían de la cocina, cada uno con un trozo del pastel de cumpleaños de anoche en las manos. Hiccup tenía la mitad del rostro cubierto de chocolate e intentaba manchar a Tadashi, quien se alejaba lo más que podía de las manos sucias de Hiccup.
-¡Tinker!- gritó Hiccup en cuanto me vió y corrió a darme un gran abrazo. Está vez la felicidad fue verdadera, dos de los tres chicos que consideraba mis mejores amigos estaban a mi lado en ese momento y eso era justo lo que necesitaba para reunir la fuerza para enfrentarme a Jackson.
- Mira que bonita estás, seguro que ya tienes novio- dijo Hiccup.
- No la acoses tanto- me defendió Tad. Me abrazó de la cintura y me dedicó una ancha sonrisa que me calmó, al menos mis amigos me apoyaban.
Note la mirada de Moana sobre nosotros e intenté despegarme de Tadashi, yo sabía que a mí amiga le gustaba y no quería problemas con ella también.
- Aparta tus manos de Elsa- escuché de pronto. Los cinco miramos a la misma dirección y vimos que Jack venía hacia nosotros. Se me heló la sangre cuando cruzamos miradas y él me sonrió.
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Cásate Conmigo -Jelsa-
RomansMi abuela sentía una debilidad por Jackson, siempre le consentía y le regalaba dulces a escondidas de mi madre. Incluso mis padres querían más a Jack que a mí. Era un niño demasiado consentido para ser el hijo de la niñera. El día de su cumpleaños...