SECUENCIA DE DESASTRES
<Jack>
Acaricié la mano de Elizabeth. Ahora no lo hacía porque quisiera pedirle perdón, como acostumbré todos estos años, sino que lo hice para que supiera que estaba allí con ella, a su lado y que desde este día no la abandonaría.
-Jackson, no te duermas con el traje puesto- me dijo Elsa cuándo me acosté en nuestra cama.
Veía las cosas como si estuvieran cubiertas de una neblina brillante y espumosa, lo único que distinguía era lo bella que seguía luciendo ella a pesar de estar cansada por un día tan agotador como nuestra boda.
El alcohol se me subió a la cabeza enseguida, deseaba tenerla entre mis brazos cuanto antes, de verdad la deseaba. Pero reprimí mis impulsos y mantuve el poco control que me quedaba para quitarme el traje y ponerme el pijama.
-Por Dios, estás tan ebrio. Juraba que ahora si besarías a Hiccup- no entendí de lo que estaba hablando, ¿Yo besar a Hiccup? Él era quien me quería besar.
-Soy irresistible, lo siento- rio conmigo y se quitó el vestido frente a mis ojos. Quedo en ropa interior y abrí los ojos ante la confianza que teníamos de pronto.
Ella se dió cuenta e hizo una mueca.
-Ya estamos casados, es legal. Además no es la primera vez que me ves así, si mal no recuerdo: estuvimos desnudos en esta habitación hace tiempo-me perdí en ese glorioso momento. Aún sentía los nervios a flor de piel y las imágenes eran tan nítidas dentro de mi cabeza por culpa del alcohol, que me quedé imaginando y recordando lo que pasó y lo que pudo haber pasado.
-No seas un pervertido, Jack- Elsa me lanzó una almohada al darse cuenta de lo que pasaba por mi mente. Me reí y la invité a acostarse a mi lado
-Disculpa, pero ahora es legal- le respondí con sus propias palabras.
(...)
Al otro día, mi cabeza era una bomba de tiempo. Beber dos noches seguidas no era lo más recomendable, pero se me quitó todo el dolor - o me obligué a dejar de quejarme - Cuando no vi a Els a mi lado.
¿Había sido un sueño?
Oh no, ¿Y si soñé todo? ¿Si soñé que finalmente me había confesado y que nos casamos? No podría seguir viviendo así.
-¡Jackson, es el día!-exclamó alguien. Era la voz de Anna, que entró deprisa a mi habitación con los ojos tapados por su mano y se puso a dar saltos en el umbral.
-¿De que día me hablas?- le pregunté asustado.
-¡Del cumpleaños!-gritó. Y mi vida se vino abajo. Todo habia sido un sueño. Jamás besé a Elsa, jamás me confesé, jamás nos casamos.
Froté mis ojos, arruinado como estaba no quería celebrar mi cumpleaños otra vez. No sería capaz de confesarme en la vida real. Por supuesto que todo había salido de las mil maravillas y me había casado con Elizabeth, todo porque lo soñé.
-Anna, no estoy de ánimos-le dije abatido. Sólo quería quedarme acostado hasta que me consumiera en mi miseria y muriera.
ESTÁS LEYENDO
Cásate Conmigo -Jelsa-
RomanceMi abuela sentía una debilidad por Jackson, siempre le consentía y le regalaba dulces a escondidas de mi madre. Incluso mis padres querían más a Jack que a mí. Era un niño demasiado consentido para ser el hijo de la niñera. El día de su cumpleaños...