|•| Capitulo XIV |•|

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Estaba llorando, no lo había soportado más

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Estaba llorando, no lo había soportado más. Nunca antes le había dicho a alguien lo que pensaba o lo que sentía, pero necesitaba desahogarme. Mi voz fue casi inaudible, y supe que no fue por el llanto, me había enfemrado. Era patética.

-No vuelvas a decir algo semejante nunca más en tu vida, ¿Me oíste?- dijo Jackson de repente. Aparté mi rostro de su cuello y lo miré a los ojos.

Esto no era lo que quería, sólo había logrado encantarme más con Jack. Era el chico más esplendido que haya conocido en mi vida. Pero yo no era para él.

-Es la verdad...-le dije suspirando- Tú tienes todo lo que deseas, todo lo que llegas a proponerte lo consigues...en cambio, yo ¿Qué soy?, ¿Elsa la Descerebrada?

-La chica que amo desde los ocho años- me interrumpió.

Sonreí, nació con naturalidad esa sonrisa. Al igual que el beso que le di. Sentí ese fuego otra vez, ese que no sentía desde hace un mes, desde la última vez que junté mis labios con los suyos. Pude sentir como si todo estuviera en cámara lenta mientras acariciaba la boca de Jackson.

Cuando nos separamos, hice una lista mental de todos los besos que él me había dado y de los que le robé: me faltaban muchos para alcanzarlo.

-No sabes cuánto extrañé eso- me dijo.

-¿Y por qué no lo hiciste antes, idiota?- le pregunté tan bajo y ronco, que mi voz apenas fue perceptible.

-Porque todo esto no hubiera pasado- no entendí a que se refería, así que me lo explicó- Mi plan para enamorarte. Los celos con Tooth, que te sintieras dejada de lado, que comenzaras a necesitarme. De verdad lo siento mucho si te hice sufrir, pero lo hice para saber si tú me querías o si sólo perdía mi tiempo.

Si la situación no fuera tan delicada, y no me sintiera tan delicada, lo habría botado de la cama. Pero las ganas de seguir escuchándolo y sentir un brazo suyo otra vez, le ganaba a mi enojo.

-¿Y cuál es tu veredicto?

-Que seguiré luchando porque al parecer algo sucede aquí-me dijo, tocando mi pecho con su mano. Mi corazón latió de prisa, de emoción y algo más que no supe definir.

-Me alegro...-y lo volví a besar.

No sabía que hora era, pero seguro la hermana de Hiccup estaría por llegar. Sin embargo, cada minuto que pasaba en el reloj parecía una tortura para mi cuerpo, me sentía tan enferma y cansada. Aunque el calor de Jack ayuda bastante.

De pronto, y sin previo aviso, la voz de Jackson inundó mis oidos. Al principio creí que estaba cantando, su voz era armoniosa y algo suave, pero luego me di cuenta de que en realidad recitaba.

-"¿A un día de verano compararte? Mas hermosura y suavidad posees"- empezó a recitar, haciéndome cosquillas en el cuello con sus susurros.

-...Toda belleza alguna vez declina, ajada por la suerte o el tiempo. Pero eterno será el verano tuyo. No perderás la gracia, ni la muerte se jactará de ensombrecer tus pasos.

Entonces reconocí el Poema.

"A un día de verano compararte". Era el poema que la maestra leyó cuando tenía nueve años.

-Es el poema de cuando me ayudaste-le dije.

-Si, bueno...en realidad, no lo hice. Ese día sólo te miré y pensé en el Amor, y al parecer lo dije en vez de sólo pensarlo.

-Ya sabía que no eras el niño genio que todos creían.

-Tomare eso como un cumplido, aunque no se le parezca en nada- nos pusimos de pie para ir a esperar a la hermana de Hiccup. Mientras bajábamos las escaleras, Jack me reveló otras cosas más- Y cuando nos encontramos aquel día en el bosque de la escuela, en realidad me había peleado con Toothiana y sus hermanos por defenderte, no por una tarea. Nadie te dice "Descerebrada"

Y esa fue la gota que derramó el vaso. El Jack de siempre había vuelto y eso me convertía en la chica más feliz del universo. Y esta vez no lo estropearía, cuidaría de nuestra relación para no volver a sufrir nunca más.

-Ya siento que te amo...- le dije finalmente tomándole la mano cuabdo bajamos el último escalón. No tuve oportunidad de ver su rostro, pero por su mano temblorosa supe que le gustó escuchar eso.

Me detuve en seco cuando nos dirigimos a la sala. Nuestras sonrisas se apagaron por una expresión de asombro. Una chica alta, de cabello castaño con mechas calipso, de abrigo verde y unos enormes pero hermosos ojos cafes nos esperaba acompañada de Hiccup.

-No me digas que tú eres...-farfullé, pero la chica me interrumpió.

-Soy Miriam Haddock, mucho gusto! Organizaré su boda,¿No les parece genial?

-Genial, nos casaremos en el país de Nunca Jamás- exclamó Jackson entre risas. Le di un codazo para que no la molestara por su aspecto alocado y su impresionante ánimo.

Organizaríamos la boda...no había retorno, era oficial

Cásate Conmigo -Jelsa-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora