SEGUNDA PARTE DE RIVALES
Les quitaron el derecho a estar juntas, lo que las mantenían vivas, la oportunidad de ser hermanas para toda la vida, las a obligaron a huir y desaparecer de su hogar.
Pero eso fue hace mucho, hace tres años todo cambió.
So...
Capitulazo el de hoooooyyy, disfrutaaar!! ———————————————————————————
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"El era todo lo que me podría destruir, pero lo que no mata envenena, y yo soy esclava de sus besos" ——————————————————————————
Seoul Povs Rose:
En el baño me derrumbé. Si, no estaba bien.
No pude aguantar ni un minuto con él delante mío. Siendo el supuesto novio de mi hermana. Simplemente no podía.
Mi corazón se me quería salir del pecho nada más entrar y cerrar la puerta con pestillo. Mis piernas fallaron y acabé en el suelo con las manos en la cabeza. Parecía que me estaba volviendo loca. Poco me faltaba para tirarme de los pelos, pero no existían fuerzas, aquella noticia me había consumido demasiado y me había dejado en estado de shock.
No debería de estar llorando, lo sé.
Tendría que importarme una mierda quien sea el novio de mi hermana. O con quien salga el.
Y ahí fue cuando me di cuenta.
Me dolía que el saliese con otra persona, que el fuese feliz sin mi, que esa persona fuese mi hermana, que el supiese donde estaba Lizzie y aún así no dijese nada mientras seguramente se la follaba.
Sabiendo lo mucho que me dolía aquello. El fue testigo de los miles de llantos que me despertaban de madrugada y me dejaban sin dormir por días. El era quien me decía que todo estaría bien, prometió que la encontraríamos y que sería feliz. Y yo le creí como la estupida que soy. Porque le quería.
Si, cumplió la promesa, la encontramos. Pero el antes.
El hijo de puta ha sido capaz de mirarme a la cara hace unas horas a sabiendas que se estaba follando a mi hermana.
No se cuanto tiempo estuve ahí metida, nada más escuchar los muchos golpes en la puerta tuve que levantarme y mirarme al espejo.
Mis ojos estaban hinchados y rojos de tanto llorar, y mi maquillaje estaba en la mierda. Tenía que volver a ponerme bien fuese como fuese.
Porque algo si tenía claro. No iba a estropear la felicidad de mi hermana. E iba a aguantar fuese como fuese.
-¡Ya salgo joder!- me corregí a mi misma, lo que salió de mi boca fue muy grosero, y no podía tener esta actitud con ellos.
Me mire una última vez. -Venga Rose tú puedes- me lo repetí mil veces, pero aún así no parecía verdad. No sentía que podría. Dos minutos así fue lo que bastó para volver a ponerme a llorar.
Me sentía tonta por que me afectase todo aquello. Dolía tanto. Quería ser feliz por ellos, pero estaba llorando por aquella felicidad que se tenían.
