SEGUNDA PARTE DE RIVALES
Les quitaron el derecho a estar juntas, lo que las mantenían vivas, la oportunidad de ser hermanas para toda la vida, las a obligaron a huir y desaparecer de su hogar.
Pero eso fue hace mucho, hace tres años todo cambió.
So...
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-------------------------------------------------------------- -El fuego quema pero también arde- --------------------------------------------------------------
Povs Rose
Me levante cansada, había estado dos días encerrada en aquella habitación y había conseguido que ni mi propia cama se sintiera segura para mi.
La gente entraba y salía para ver cómo estaba, me sentía débil, teníamos muchas cosas que hacer y yo estaba perdiendo el tiempo, pero no podía hacer otra cosa.
El intento violarme, me pego y preferí morir a ver como me veía con deseo, al ver sus ganas de follarme en sus ojos, o ver cómo me trato como un puto animal de feria, nunca me había sentido tan vulnerable.
El pelo rubio de Jimin fue lo primero que vi al despertarme, estaba sentado en el sofá, con un libro en las piernas y la cabeza apoyada en el respaldo, estaba dormido. Vi la hora a la que llego ayer, eran las 12 de la mañana y el entro en mi cuarto a las 5, sabía que me gustaba su compañía y le agradecía todo lo que estaba haciendo por mi.
Me levante y me quede sentada mirándole, una sensación de ternura apareció dentro de mi al verle tan dormido y cansado, juraría que no había dormido en días, desde lo que paso por lo menos le he visto con los ojos cerrados cuando estaba conmigo y yo dormía.
-Jimin- le llame susurrándole -Ya te puedes ir a descansar-
Se levantó abrumado y lo primero que hizo fue mirar a mi cama y al no verme ahí se alarmó, pero inmediatamente le agarre del brazo para que me mirase -Que susto joder- dijo para sí mismo.
-Estoy delante de tus narices- rei brevemente
-Lo se- suspiro -¿Porque te has levantado? ¿Quieres algo? te traigo lo que sea-
-Tengo dos piernas y dos manos, me las puedo arreglar yo solita-
-Ya Rose, pero-
-Pero ¿desde lo que me paso soy una muñequita de porcelana?- le corte mirándole seria -Sabes lo que opino sobre el tema-
Me miro con indecisión, y yo también me sorprendí a mi misma, estaba más animada que antes, me había levantado pensando que hoy iba a ser la misma rutina: llorar a cada rato y estar deprimida, pero al verle ahí dormido algo en mi se quiso encender, todos se estaban esforzando porque me sintiese mejor y el esfuerzo que estaba haciendo el me hacía sentir agradecida con el mundo.
-No quiero que te falte nada- confesó
-Y no me falta nada, solo quiero pasar pagina y que nadie me trate como a una persona a la que casi la violan-
Nada más pronunciar esa palabra supe que la había cagado, quería tomarme esto con normalidad, para pasar pagina, pero el se tensó al momento apretando los dientes y supe que había abierto la caja de pandora.
