El día que Sirius Black se apareció frente a la casa de los dursley, Harry supo que tal vez, ligeramente y de manera poco posible, su vida podía volverse menos horrible. Ambos se vieron en la puerta del recibidor, Sirius con el ligero olor a feromonas de Omega y Harry usando toda su fuerza de voluntad para no doblegarse ante el aura amenazante de su padrino. Ser Omega implicaba redimirte ante cualquier alfa, y Harry detestaba eso con su vida.
-Ya tienes tus cosas listas Harry?- preguntó observando detrás de él, esperando posiblemente la aparición de sus tíos -Horribles personas... Trae tus cosas para ir a Grimauld Place, estamos trabajando en tu custodia, Remus estará feliz de verte...- dijo intranquilo.
-Bien-
Harry corrió escaleras arriba, su baúl con sus pertenencias descansaba cerca de la puerta, con Hedwig en su jaula observándolo compasiva.
-Ya nos vamos - habló simplemente, corriendo con su baúl para luego encontrar a Sirius hablando con su tío.
-No me importa, Harry se irá con nosotros, ya no tendrán que seguir... Procurando por él...- Sirius se veía muy enojado, frunciendo el entrecejo mientras liberaba tantas feromonas que Harry sintió que podría llorar ahí mismo. -Estas listo? Harry, vamonos-
Él asintió, las feromonas aminoraron una vez que se subieron a la moto con la que acostumbraba pasear su padrino y el ambiente se relajó. Sirius le acarició la cabeza con cuidado, le permitió sentarse en el asiento que colocó luego de mudarse con Remus y la moto se elevó luego de los hechizos necesarios para partir. Harry pudo respirar tranquilo y Sirius lo notó.
- Perdón, ya sabes, por las feromonas, a veces olvido que eres Omega, te pareces tanto a James que pensé que serías alfa como él, no me malinterpretes, como Omega estás bien, como Remus, si tienes algo que preguntar podrías decírselo a él- Sirius cortó su palabrería con un suspiro, continuó con la mirada fija en el frente y siguió hablando - Él ha estado actuando algo extraño, está sintiéndose mal y hace cosas extrañas, tal vez sepas de algo no sé, no quiere que se le acerquen, está muy cariñoso conmigo, digo, antes me gritaba cuando dejaba todo sucio pero ahora solo lo limpia y se restriega sobre mi ropa, la sacó del armario y la puso en la cama, no conozco a otro Omega después de tí y Molly pero no quiero decirle a ella-
Harry pensó en silencio, él nunca había hecho algo como eso, tampoco había oído a Mcgonagall mencionar algo así, por lo que tal vez...
-Remus debe estar preocupado, ahora sales más por el trabajo y hueles a Omega, él debe creer que puedes dejarlo-
-Harry, este olor es de Remus-
-Oh...-
Harry pensó, el olor de Remus (según había distinguido en las clases) era diferente, como naranja, algo de vainilla y no tan meloso como el que Sirius llevaba encima.
-No es cierto, Remus no huele así-
Sintió a Sirius tensarse a su lado, él cayó en la posibilidad de estar revelando una infidelidad y se encogió en el asiento.
-Te diré algo, pero debes mantenerlo en secreto-
Harry quería negar, en cambio asintió quedo.
-Estoy trabajando, un caso sobre el tráfico de Omegas, es peligroso y no quiero que Remus se entere-
-Si, supongo que a eso se debe el olor-
Sirius asintió, continuó con el recorrido sin intentar más conversaciones y Harry lo agradeció, rezó porque todo fuese bien con su padrino y Remus y deseo no verse envuelto en una pelea de pareja ni bien pisara la casa.
-Llegamos-
La moto se detuvo, Harry vió a Sirius echarse un tipo de perfume y ambos se introdujeron en la casa. Dentro era extraño, las cosas estaban limpias y más modernas que las expectativas de Harry se vieron contradecidas. Remus los recibió, abrazó a Harry y su aroma se extendió a través de la casa, más fuerte y extraño que la última vez que lo vio en el colegio.
-Te extrañé, Sirius tardó demasiado al traerte aquí que pensé que hubieron problemas con tus tíos- dijo simplemente, arrugando la nariz cuando lo vio mirar al suelo. -Estoy tan feliz de que te revelaran como Omega, ¡Es tan bueno!-
Harry tuvo que pasar por otro abrazo, vió a Sirius toser ante su falta de atención y Remus fue a besarlo. Harry regresó la mirada avergonzado.
-Cariño, Harry debe estar cansado, llévalo a su habitación, tiene que regresar al colegio en un mes y su cumpleaños se acerca- oyó a Sirius hablar a su lado, sintió su mano sobre su hombro y asintió tranquilo.
-Vamos Harry-
Remus lo tomo de la mano y en el camino Harry confirmo lo que Sirius había dicho; este era un Remus diferente, alejado de su comportamiento serio y recatado, más parlanchín y cariñoso que de costumbre.
-Creo que podemos tener varias conversaciones ¿Sientes que tienes un predestinado? Tu padrino es el mío y yo lo supe cuando tenía unos años más que tú, una locura debo decir, fue fantástico-
Harry nego con la cabeza, tomó su baúl con más fuera y Hedwig revoloteó en su jaula cuando llegaron a su habitación.
-¿Hay más Omegas en Hogwarts? Oí de Molly que Ron es alfa, me puse nervioso al principio, cuando me enteré que eras Omega y estabas durmiendo con dos alfa en Gryffindor, no podría pedirte que te cambies de habitación pero deberías tener algo de cuidado-
-Ron no va a hacerme nada, es mi mejor amigo-
-Harry, cuando llegue el momento de tu celo no existe la amistad, no estoy tratando de decir que ser Omega signifique ser más débil, solo que es complicado, no todos los alfa son buenos, hay gente estúpida, actúan como animales y eso no está bien-
-Claro...-
Harry suspiró, Remus le sonrió y salió del cuarto dejándolo solo, con la cabeza concentrada en lo que haría al regresar a Hogwarts, como sobrellevar el hecho de ser Omega cuando le dijeron que podría ser atacado por una bestia, o peor, terminar con un hijo sin siquiera haber terminado el colegio. Claro, ser Omega era tan... Fascinante.
Rodó los ojos y se tiró en la cama, su cumpleaños se acercaba y no quería ver a sus amigos, no quería ver a nadie y eso lo ponía de un humor terrible. No era el niño que vivió para renegar como un niño por resultar Omega.
El era el mejor y no se dejaría engañar, hechizaría al primer alfa que intentase sobrepasarse con él y luego escupiría en su tumba. Ser Omega no le quitaría sus habilidades.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
