Habían pasado cerca de 2 meses desde que Draco y Harry habían decidido comenzar a salir aún bajo el título de amigos.
La prensa mágica no había tardado en publicar el hecho disfrazando ciertas situaciones tales como las conferencias de Harry o cuando Draco salía de su mansión oliendo a Potter. Realmente aquello no era algo que les molestase, Harry era perseguido por magos siempre y la sensación de saberse observado ya era común en su persona.
Draco era historia aparte. El rubio Slytherin echaba chispas cuando alguien se les acercaba a hacer preguntas y había veces en las que usaba sus propias feromonas para mantener alejados a todo tipo de personas. Detestaba la atención que Harry estaba recibiendo pero por razones completamente contrarias a las que cualquiera pensaría en primera instancia. Él odiaba que se le acercasen a Harry, detestaba con toda su alma que haya personas viendo al azabache igual que él y lo que más irritado lo tenía era que el azabache no hacía nada para detenerlo.
-Ya se les pasará, van a irse en algún momento y si los ignoramos lo harán más rápido-
Harry siempre usaba esa absurda excusa y Draco no podía obligarlo a cambiar de parecer ya que por más indefenso que lucía el Omega, podía hacer que Malfoy callase con solo una seria mirada.
-Entonces deberían dejar de mentir al menos, ¿Leíste lo último del profeta? Dicen que estoy obligándote a pasar tiempo conmigo, la otra vez dijeron que te di amortentia y en la edición anterior explicaron perfectamente como fue que te amenacé delante de todo el mundo mágico cuando en realidad solo te pedí que te hicieras a un lado en el restaurante, esto está yendo demasiado lejos- Malfoy habló con seguridad, tomó un sorbo de la bebida que Harry había ido a comprarle y observó discreto a su alrededor.
-Parece que estás muy al tanto de lo que ocurre en el profeta-
Draco volteó a verlo; Harry permanecía con la vista fija en sus manos nerviosas y se giró para observar alrededor también. Con un suspiro fijo sus pensamientos en lo ocurrido hace pocos días; Harry había estado actuando de manera distante desde que El Profeta había sacado ediciones especialmente para hablar de ellos dos, su comportamiento había variado aún más cuando Draco comenzó a quejarse más a menudo y de la nada había dejado de verlo directamente. Tan pero tan sumido en sus pensamientos que por un instante Draco se sintió excluido.
-Tal vez es porque solo tienen suposiciones, si... bueno no sé, tal vez si aclaramos de una vez por todas lo que ocurre con nosotros ellos dejen de suponer cualquier cosa relativamente loca- Harry susurró aquello cuando el único sonido en las afueras de la mansión Malfoy fue el del viento.
Recordó que los padres de Draco aún no habían aceptado del todo lo que ocurría con su hijo y la sensación de temor se instaló sobre él una vez más.
-No-
-¿No?-
-No quiero que sigan haciendo suposiciones, si hablamos de algo meramente formal van a empeorarlo y yo solo quiero que se olviden de nosotros Harry-
El azabache frunció el ceño, se esforzó por no lucir desesperado cuando estuvo a punto de hablar y con delicadeza llamó la atención de Malfoy.
-Entonces que sea entre nosotros, hagámoslo formal entre nosotros-
El Slytherin no demostró expresión alguna. Harry desistió en intentar hacer ver que aquello no era algo que le importase y observó a Draco después de varios días sin estarlo haciendo.
-¿Estás diciendo que quieres hacer formal nuestra relación?-
Draco mordió su labio inferior con fuerza y se giró hacia Harry. El azabache notó la sonrisa escasamente oculta por la oscuridad en el jardín y asintió con el corazón latiendole rápidamente.
-Oh por Merlín, ¡Estuve esperando tanto tiempo por esto!- Draco se levantó del pasto. En un arrebato de valentía se colocó delante de Harry, puso sus manos de manera que envolvieran el rostro de Harry y que sus pulgares acariciasen su rostro.
El azabache cerró los ojos, Draco no podía dejar de sonreír y ante el nerviosismo del Omega decidió retar su suerte. Se acercó aún más y sintió la respiración de Harry sobre sus labios, el cuerpo tenso del chico se estremeció cuando sintió la cercanía y su corazón sintió detenerse cuando Malfoy sonrió por última vez y juntó sus labios suaves con los del azabache.
Draco no se movió y por la sorpresa Harry tampoco lo hizo. Sus labios permanecieron unidos con sutileza, y bajo la tenue luz de la luna ambos decidieron que era momento de terminar aquello.
-Ese fué el beso más incómodo que tuve en mi vida- Harry habló y Draco dejó la expresión de calma para fruncir el ceño.
-¿Cuántas veces has besado antes?-
Malfoy gruñó aún con el rostro cerca de Harry; arrugó la nariz con enojo y llevo sus manos a ambos lados del azabache sobre el pasto.
-No lo hice alguna vez-
-Mientes-
-No miento-
Harry sonrió inocentemente pero Draco permaneció serio.
-¿Qué me dices de Chang entonces?-
-Oh Malfoy, recordando algo como eso tal cual acosador-
Harry rió leve. Su pulso incrementó cuando Malfoy volvió a acercarse y con cuidado de no alterarse tomó aire y siguió el lento camino de Draco con la mirada.
-Se que puedes hacerlo mejor- dijo.
Malfoy sonrió y volvió a unir sus labios. Con lentitud comenzó a moverse mientras Harry buscaba seguirle el ritmo suave que había decidido tomar; las manos de Malfoy se dirigieron directamente a su rostro y acariciaron con cuidado cada parte que deseaba sentir.
-Eres terrible Potter, nadie podría creer que tienes experiencia-
Malfoy rió y antes de que Harry pudiese rebatir volvió a besarlo con más intensidad esta vez. Pensó en lo fabuloso que se sentía poder tocar a Harry después de bastante tiempo deseando poder hacerlo y se dejó envolver en la adictiva sensación. Abrazó al azabache con una fuerza significativa y con alegría continuó llevando sus besos a más allá de sus labios.
Porque Draco estaba realmente enamorado y de repente dejó de importarle aparecer en los periódicos. Harry gustaba de él y aceptaba con voluntad que aquello bastase para llenarlo de la confianza que necesitaba en ese instante.
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