Eran cerca las 3 de la mañana cuando Harry de levantó con una rabieta por el llanto de su hijo.
Abrió los ojos con el ceño fruncido y golpeando a Draco en la espalda desistió ante su tarea de despertar al rubio y se levantó gruñendo aún con sueño. Caminó poco hasta llegar a la pequeña cuna cerca a su propia cama y levantando al bebé fué a sentarse devuelta con su alfa, respiró profundo y preguntándose casi dormido lo que podría querer James escuchó a Draco murmurar agotado.
-No me hables, estoy enojado contigo- cortó el azabache aún con el bebé ahora más tranquilo entre sus brazos.
-Pero no era mi turno, tienes que cuidarlo por ahora porque se acerca la etapa de prueba y si no llego temprano no podré convertirme en medimago y James no tendrá los padres ricos y famosos de las historias cliché, piensa bae, solo por una semana- rebatió el rubio acercándose a su Omega para con cansancio abrazarlo por la espalda. Los suaves besos que dejó sobre su hombro bastaron ligeramente para aplacar el mal humor de Harry.
-Oh Merlín ahora yo soy un problemático, James ya dejó de llorar así que vuelve a dormir-
-Ya estoy despierto de todas formas, cuando hablas así suenas como mi madre, tan pero tan morboso, es como oírla a ella pero más bonito, ahora quiero ver a James, déjalo durmiendo aquí-
Harry estuvo a punto de negar con la cabeza pero Draco se levantó y tomó a su hijo con delicadeza, rió con gracia cuando el bebé despertó y hablando de manera infantil lo recostó a su lado en la cama.
-¿Estoy siendo un buen padre? Puedes presumirle a Sirius que nuestro hijo no es tan ruidoso como Teddy y que todo lo aprendió de mí, es tan Malfoy que lo único que le falta es el cabello rubio-
Harry suspiró y enterró la cabeza en la almohada poco antes de sentir las manos de su hijo jalar su cabello; escuchó a Draco incentivar al bebé a seguir haciéndolo mientras luchaba por mantenerse despierto y con ambas de sus manos en su rostro se giró hacia ambos con lentitud.
-Tiene casi 2 semanas Draco, sería un problema si fuese un Malfoy al 100% porque lloraría por cualquier cosa y sería imposible de controlar- la suave y ligeramente ronca voz de Harry inundó la silenciosa habitación y Draco rió complacido, notó las bolsas oscuras debajo de los ojos de su Omega y escuchándolo obviamente cansado procuró no lastimar a James cuando los abrazó a ambos.
-Solo una semana Harry, una semana y tendremos esas horrendas conversaciones en las que quedamos que yo me despierto los lunes en la madrugada y tú los martes, de alguna manera yo termino engañandote para que hagas los 4 días mientras yo hago 3 y me gritas enojado mientras preparo el desayuno. Pensar en el futuro es tan entretenido, más si tú estás en él junto a James. Es gracioso pensar lo popular que será en la escuela porque sus padres serán Harry Potter y Draco Malfoy, toda una locura.-
Harry sonrió con cariño ante la hermosa risa de su alfa y regresando a James a su cuna durmió abrazando a Draco. Lo empujó varias veces cuando ya era hora de levantarse y tomando el desayuno en familia como siempre había querido sonrió durante todo el día.
Él estaba realmente feliz y la sensación que lo recorría cada vez que recibía a Draco con su hijo era tan indescriptible que se sentía morir cada vez que sucedía.
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