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Harry estaba caminando hacia la sala de menesteres y su cabeza daba vueltas de manera peligrosa; el mes desde que había llegado a Hogwarts apareció de manera tan repentina que ni el propio azabache notó cuanto había cambiado su alrededor.

Apuró el paso cuando se sintió más mareado que de costumbre, culpo a los extraños sueños que tenía últimamente y desecho todas sus preocupaciones cuando llegó a la puerta pequeña que tenía que pasar cada día.

Draco Malfoy ya estaba ahí dentro arreglando su cabello delante de un espejo, una de sus manos sostenía un peine y la otra se encargaba de ordenar cada mechón rebelde en su rubia cabellera. Harry rió.

-Mierda, no te rías- habló el Slytherin, dejó el peine y los demás implementos sobre una mesa y esta desapareció rápidamente.

-¿No vas a preguntar porqué llegué tarde?-

-No me importa en lo más mínimo-

-Bien, ya que insistes, me entretuve con Ginny un momento, me pidió ayuda con las clases de pociones, ¿Sabías que sin tu ayuda no habría podido responder nada? Supongo que tendré que agradecerte en el futuro-

Draco frunció el ceño.

-¿Por qué no agradecer ahora?- preguntó desdeñoso.

- Porque aún no aprobamos pociones, cuando tenga mi supera las expectativas voy a agradecerte, incluso haré que Ginny te agradezca-

Draco asintió con la cabeza, suspiró fastidiado y su nariz se arrugó justo cuando Harry sintió otro de esos mareos.

-Acércate Potter- dijo serio, Harry negó con la cabeza y permaneció cerca a la puerta.

-No quiero, me estoy sintiendo mal- gruñó el azabache.

-¿Estás en celo?-

Harry negó con la cabeza otra vez, sentía su rostro caliente y eventualmente su cuerpo comenzó a calentarse también.

-No mientas-

-¡No estoy mintiendo! No puedo estar en celo aún, es imposible, no tomé ningún supresor de las clases y no traigo ninguno ahora, solo estoy enfermo, ayer salimos hasta tarde otra vez y mi bufanda la había dejado en la habitación, yo no puedo, aún no, yo...-

-Oh dios Potter cállate, no te desesperes está bien-

Harry se encogió en su lugar, abrazó su cuerpo con ambas manos y escondió su rostro entre sus rodillas, su respiración errática llenó el lugar mientras Malfoy lo observaba, tenía miedo y con el rubio ahí todo se complicó.

-No voy a hacerte daño- el Slytherin intento calmarlo, se acercó con lentitud pero Harry retrocedió desesperado.

-N-no, aléjate-

Malfoy gruñó, Harry percibió las feromonas en el ambiente y su cuerpo se relajó. Él no quería eso.

-¡D-Detente! No hagas eso, no no no, ¡Vete!-

-¡Cálmate!-

Draco había usado la voz, esa voz dominante que Harry detestaba pero que de alguna manera tenía que obedecer.

-No puedo...- Susurró.

-No... No soy susceptible ante las feromonas de los Omega, de verdad, no voy a hacerte nada-

Harry levantó la cabeza, encontró a Draco delante suyo y asintió. El rubio tenía el rostro rojo, su ceño estaba fruncido de manera atractiva y Harry quería acercarse, la voz en su cabeza le pedía a gritos estar con el alfa, quería ser tomado por el Slytherin delante suyo y por la manera en la que lo veía el chico, sabía que no se opondría.

You Should┇Drarry┋-omegaverse-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora