SWEATER © [En edición]

18

Capítulo 18.

No creí tener que volver a verlo. Desde el momento en que desapareció sin ninguna explicación, di todo por muerto y me propuse hacer como si ese capítulo de mi vida no hubiese existido.

A este punto lo había logrado, y lo había superado totalmente.

Pero hay cosas que uno no olvida. Cuando te hacen un daño, siempre vivirás con la espina de saber que a pesar de que fuiste una buena persona, te usaron y no valoraron lo que lo que tenías para dar.

Tú no lo sabes, pero creo que debería decírtelo porque mereces entender todos los meses que me sentí miserable por el imbécil que está frente a mí ahora.

Creo que fue hace un año y unos meses, no estoy segura. En ese entonces Halle insistió en que pasaba mucho tiempo sola en casa, creo que eso te lo comenté alguna vez. El punto es, que para evitar eso, fui instruida en clases de  música. Es un dato irrelevante pero solía tocar el piano, no cantaba porque me avergonzaba hacerlo. Allí era igual que en el instituto. No hablaba con nadie porque era de ese tipo de personas que no iniciaban una conversación, menos aún cuando no conocía a ese alguien. Así pasé al menos tres semanas.

Entonces Lucas me habló.

Fuimos amigos, pero yo no lo veía como uno. Y fue muy estúpido de mi parte no verlo como uno. Él tocaba muchos instrumentos, era muy versátil en ese sentido. No tenía idea de que también era muy versátil en cuánto a qué emociones mostrar en el momento indicado. Cada vez que nos mandaban alguna actividad la hacíamos juntos porque él era el único que me hablaba. Así inevitablemente pasábamos más tiempo de lo normal juntos.

Yo no solía hablarle de mis problemas, en ese entonces mi único problema era sentirme sola. Además siempre fui renuente en cuánto a eso, pero él si me contaba muchas cosas. Creí que tenía mucha confianza en mí. Otro golpe de ingenuidad de mi parte.

Yo lo invitaba a casa cuando mis padres no estaban, no sé por qué nunca quise que ellos lo conocieran. Supongo que era porque en ese entonces tenía una versión muy negativa de ellos y pensé que no les gustaría. Creo que eso fue lo único que hice bien. Mantenerlo en el anonimato.

Finalmente llegó una oportunidad, y yo fui muy estúpida como para decirle lo que sentía por él. Y fue una gran sorpresa cuando me dijo que se sentía igual. Así que lo intentamos. Ya nos conocíamos, o al menos eso creía yo, porque luego de un tiempo me di cuenta que en realidad no conocía casi nada de él. Pasó un tiempo, no estoy segura de cuánto y tampoco lo recuerdo. Un día estábamos en mi casa, como podrás imaginar, solos. Dejé que las cosas fluyeran. Gran error. Fluyó lo suficiente como para tener relaciones con él. Sería mi primera vez, pero en ese entonces no sabía que también la última. Yo me quedé dormida, supuse que él igual. Pero cuando desperté... ya no estaba. Y nunca más estuvo porque no volví a saber más nada de él.

Como te podrás dar cuenta, a veces mi nivel de timidez puede llegar a ser exasperante para otros y asfixiante para mí, así que ni siquiera supe cómo me dejé llevar. Aunque para ser honestos, ¿yo qué iba a saber que iba a pasar después? Sólo lo hice porque quería. En un principio lo busqué, pero lo único que me dio a entender era que ya había sido suficiente. Había obtenido lo que buscaba. El punto es, que no volví a las clases de música. No quería verlo. Yo había sido la estúpida y era vergonzoso para mí porque no me había dado cuenta que él sólo quería tener sexo conmigo, pero yo no buscaba sólo eso porque no es mi estilo. Sinceramente no creo que jamás ese sea mi estilo. No es lo que me va.

Mis padres hicieron preguntas, sólo les dije que ya no me gustaban más las clases a pesar de que era mentira. De nuevo me encerré en mí misma y fue bastante difícil entender por qué simplemente no me lo dijo desde un principio. Llegué a cuestionarme si realmente había algo mal en mí como para hacerme pasar algo tan horroroso. Porque toda mi vida había sido rutinaria, monótona, pero nunca nadie me había hecho algo así.