19 || Jason.

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*leer nota al final*

Capítulo 19.

Jason.

Eso fue muy raro, lo admito. Todo estaba bien, ¿no? Entonces, ¿por qué sólo huyó de la nada como si algo le fuese molestado? Conozco a Hayley lo suficiente como para saber cuándo algo la incomoda, y definitivamente algo lo hizo. Además, ¿era necesario irse con Adriel? Ella vendría conmigo. Quería que lo hiciera.

Igual más tarde le preguntaré qué ocurrió, no soy de guardarme las dudas.

―Te ves mal, Jay Jay. Aunque nunca te he visto con muchas expresiones, pero intuyo que algo anda mal.― dice Lucas después de un rato. No me pierdo su falso tono de amabilidad.

Okey, este tipo es mi primo, pero sinceramente nunca me agradó. Recuerdoque de pequeños jugábamos de vez en cuando, pero en cuanto crecí y tuve percepción de lo que estaba bien y lo que estaba mal, dejé de verlo como una persona con la que podías pasar el rato. Es falso, ególatra, le gusta humillar a otros, se cree gracioso pero en realidad es un idiota. Podría seguir, pero no terminaría hoy. El asunto con Lucas es que un día puede mostrarte una cara y al día siguiente puede apuñalarte por la espalda. No me lo ha hecho a mí, y que ni se atreva, pero si lo he escuchado hablar y sentirse glorificado de cosas que ha hecho y que sabe no están bien. No parece ser consciente de cuándo detenerse y eso jode a pesar de que no se trate de mí.

Todos en este mundo deberíamos entender que las bromas pesadas, engañar, burlarse de alguien, tiene un peso y un impacto en la vida de quien se le hace. Y no es motivo de risa. Y ya no voy a seguir porque simplemente o quiero recordar una puta mierda de lo que alguna vez me ocurrió.

― ¿Es tu problema? No, ¿me equivoco?― pregunto viendo por la ventana hacia la carretera. Entra en la avenida principal y conduce a casa. Hubiese preferido venir caminando, ni siquiera está tan lejos, la única razón por la que acepté es porque si él está aquí es debido a que mamá lo mandó. Y las órdenes de Cinthia se cumplen.

Él de nuevo habla:

―Esa chica, Haley. Es linda.― dice de la nada.

¿Qué carajos...? Enarco una ceja a pesar de que sé que no me está viendo. Que puto descaro.

―Sí. Lo es.― sería un estúpido si no se diera cuenta que ella es hermosa, por dentro y por fuera. Pero no me agrada ni un poco el tono que usó y mucho menos me agrada que sea él quién lo diga. Mierda, ahora entiendo eso de los celos. Nunca tuve a quién celar, ¿bien? Y no quiero sonar como un enfermo de los celos o algo así, no es mi estilo. Es sólo que ahora sé lo que siente y me doy cuenta que el sentimiento es un asco.― Pero realmente no creo que sea tu problema.

Bien, estoy a la defensiva. No me importa.

―Creo que en algún momento lo fue.― murmura. Frunzo el ceño.

―¿Qué?― me ignora.

―Nada, primito.

Suelta un suspiro y se detiene en un semáforo en rojo.

―Eres tan infantil, ¿realmente no puedes decirme un mierda a la cara?― le espeto, comenzando a molestarme. A cosas como estas me refería anteriormente.

―Oye, tranquilo.― se defiende.― Te picas por todo. Podrías relajarte un poco, ¿sabes?

―Tú podrías dejar de ser un imbécil y entonces todos seríamos felices, ¿sabes?

Tomo continúas respiraciones disimuladamente sintiendo una opresión en mi pecho. Sé que no me conviene alterarme.

Tener asma es una mierda. Tienes que tener un estilo de vida más limitado, y realmente la tuve. Es algo que puede controlarse, y estaba controlado, no entiendo por qué de la nada tuve un ataque. Siempre tomo mi medicamento. Supongo que no fue suficiente. Este lado de mi vida es algo que no quería mostrar, pues no tengo buenos recuerdos, hay cosas que me atormentan aun cuando ha pasado muchísimo tiempo y parezca no tener importancia, puespara mí sí la tiene. Siempre ha estado ahí, la opresión en mi pecho, las noches de insomnio, a veces me es difícil incluso respirar.

SWEATER © [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora