Recomendación: Blue & Grey - BTS
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Capítulo 4.
Hasta hace una semana era la chica que no hacía más que estudiar y negarse a tener una conversación con cualquiera. Ahora, por alguna extraña razón, tenía a un amigo. No sé si es muy pronto para llamarlo como tal, pero es lo más cercano que tengo a uno. Esto se siente muy extraño.
Jason y yo nos sentamos debajo de las gradas, los pocos estudiantes que hay alrededor nos ignoran. Lo común.
―Mira esto.
Dirijo la mirada hasta donde me señala, pero no veo nada más que el verde césped.
―No entiendo― junto mis labios en una línea fina.
―Me refiero a esto.
Ambos cruzamos las piernas. Él comienza a levantar el césped como si fuera una capa, algo de tierra sale en el proceso. Abro mis ojos cuando una caja de metal muy fina sale del pequeño hueco. Antes de dejarla reposando sobre el césped la sacude y suenan algunas cosas dentro.
―¿Cómo conseguiste eso? ¡Van a regañarnos por esto!
Él ríe.
―Hayley, relájate. Lo encontré esta mañana. Estaba sentado en las gradas y se me cayeron las hojas de un examen, cuando las encontré vi el destello de la caja.― le presto toda atención mientras habla. Su profunda voz, el que intente reprimir una sonrisa, lo increíble que le queda usar suéter negro, lo suave que se ve su piel. Ahogo un suspiro y él continúa:― Lo que es realmente importante es lo que hay dentro.
―¿Y qué hay dentro?― digo es un aliento.
Me mira y sonríe de lado. Sus ojos brillan con lo que creo es una curiosidad genuina.
―Léelo tú misma.
Abre la caja y me extiende un papel viejo y desgastado. En él reposan unas letras cursivas. Es una carta, y se ve muy personal. Volteo hacia Jason, quien está a la espera de que lea esto.
―No voy a hacerlo.
Su gesto divertido cae, hace una mueca.
―¿Por qué? ¡Es un descubrimiento maravilloso!
―Porque esto se ve muy personal, esto se llama invasión a la privacidad. No voy a hacerlo.
―¡Vamos, Hayley! No seas aguafiestas.― me quita el papel.― Ya lo leí. Además, no se puede invadir la privacidad de alguien que ya murió.
Levanto una ceja.
―¿Cómo sabes que ya murió?
―Ya la leí. Ella no está viva. Sé por qué te lo digo.
―¿Y cómo sabes que es un ella y no un él?
―¡Esto no puede ser! Me agradabas más cuando no hablabas.
No le respondo, en su lugar le arranco la carta de las manos de nuevo y comienzo a leer.
“Freddie:
Sé que dije que te alejaras de mí, que no era conveniente que te quedaras conmigo. Pero no
importa cuantas veces lo intente, no te quiero fuera de mi vida. Lo entendí cuando no te vi más, cuando me obedeciste y dijiste que apartarnos sería lo mejor. Quiero pedirte disculpas por lo que te hice, lo que nos hice. Estos meses sin tí han sido una horrible tortura. Y si aún sientes algo por mí, estoy dispuesta a intentarlo. Quiero alejarme del resto y empezar otra vida contigo. Theodore cada vez está de peor humor, y tengo miedo de lo que pueda llegar a hacer. No puedo buscarte personalmente, esa es la razón de que deje esta carta en el lugar en el que solíamos pasar horas hasta perder la noción del tiempo. Aunque está demás decírtelo porque es algo que ya sabes. En fin, espero que Juliett sea una buena mensajera y encuentres esta carta. Te amo Fredd. Espero tu confirmación o tu negación. Lo que sea que hayas decidido, sólo espero una respuesta.
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SWEATER © [En edición]
Teen FictionDías tristes, opacos, lluviosos, nublados y solitarios. Dramático, sí, pero real. Así eran la mayoría de los días para Hayley, ¿qué otra manera de ver el mundo era posible para ella cuando así se sentía? ¿cómo superar los sentimientos confusos y pro...