𝙱𝚎𝚕𝚕𝚊𝚝𝚘𝚛 -Fate: Saga winx

Capítulo 6

El día anterior paso rápido y la mañana empezó con un profesor Silva quejándose de aquí para allá de porque eligió ser profesor.

- ¿A dónde vas? - preguntó cruzándose de brazos mientras veía a Gina abriendo la puerta.

- Voy a salir a correr.

- Vale, ten cuidado.

Gina empezó a estirar para finalmente empezar a correr; ya pasando una calle se dio cuenta que alguien la perseguía.

Ella empezó a correr mucho más rápido hasta meterse en un callejón.

La persona la siguió ajena a que la chica era mucho más lista y se iba a dejar atrapar.

- Por fin, te tengo pequeña. - comentó la persona desconocida que resultó ser un señor de unos cuarenta años más o menos.

El señor la sujetó por detrás.

- Ahora ya no tienes nada que hacer.

- Yo no estaría tan seguro.- dijo Gina con voz relajada.

Gina le dio un cabezazo para atrás; dándole al hombre en la nariz haciéndola sangrar en el momento.

El hombre soltó una mano para colocarla en su nariz sangrante mientras la otra aún la tenía envuelta en la cintura de ella.

La chica con fuerza se giró y le dio un codazo en toda la mandíbula.  El tipo la soltó y ella le dio otro codazo pero esta vez en la boca del estómago. Lo cogió de la pierna y lo tiró al suelo.

Ella como amenaza levantó un puño para darle en toda la cara.

- ¡Para para! ¡No iba a hacerte daño!

- ¿Y entonces que querías?

- Ella quiere hablar contigo.

- ¿Quién? - volvió a amenazarlo con su puño para que se lo dijese.

- Gina, quieres soltar a uno de mis soldados.

Y ahí estaba la reina Luna de Solaría.

- ¿Qué quiere?

- Acompáñeme, por favor.

Las dos mujeres empezaron a caminar dando un simple paseo.

- ¿Por qué quiere hablar conmigo, su majestad? - dijo con algo de burla lo último.

- He escuchado que eres amiga de mi hija.

- Sí, somos íntimas.

- Y supongo que sabes los acontecimientos del año anterior. ¿O me equivoco?

- Estaba allí.

- Genial; quiero que convenzas a Stella de que deje Alfea y venga a estudiar a casa.

- No pienso hacer eso. - dijo ella con determinación.

- ¿Oh venga Gina quieres que nos pongamos duras no?

- Yo no soy la responsable de hacer que su hija sea como es y hacer que sufra, por ser una bruja despiadada y cruel como lo es usted con ella.

- No me hagas hablar. - dijo mientras soltaba una risa falsa.

- Hable porque yo también lo voy a hacer .

- Solo convéncela, o por lo menos, que nadie sepa lo que pasó.

- Stella se descontroló porque usted le enseñó a manejar su magia a través de emociones negativas y sin sentido.

- Supongo que es verdad que no te callas nada.

- Solo soy honesta.

- Si ya veo, algo más que quieras objetar sobre la educación que le doy a mi hija.

- Hay muchas pero prefiero ahorrarlas.

- Mira, la dejare en Alfea de período de prueba pero si alguien se entera de algo de la chica ciega.
Puede que luego nuestro querido Silva reciba una carta firmada por la querida reina de Solaría; que diga lo siguiente:
" Querido, Saúl Silva.
Me da mucha pena confesarle que ha habido un gravísimo error en los papeles de adopción de nuestra amada Gina.
Temo decirle que no es su padre legalmente por una gran confusión; déjeme destacarlo.
Por lo cuál,  Gina tendrá que recoger las cosas de su casa y dejar esta y Alfea. Para venir a un dulce orfanato que hay en nuestro reino de Solaría.
Y puede que los trámites tarden más de lo esperado, por lo menos años.
Mis más sinceras disculpas, la Reina Luna de Solaría. "

- Está amenazándome, reina Luna.

-Puede. ¿Quieres dejar a tu pobre padre tan destrozado? - siguió hablando.

- ¿Es solamente callarme lo de la chica ciega?

- Solamente eso.

- Me lo pensaré.

- Eso no se piensa, puede que tenga la carta ya en el coche, y la podría entregar personalmente. ¿Es un trato? - preguntó poniendo la mano para que la estreche.

- Es un trato. - dijo dando media vuelta y dejando a la reina con la mano extendida.

Puede que algunas veces nuestra querida Gina sea dulce, buena, algo sarcástica y divertida.

Pero cuando la amenazas con alguien que quiere y más si es su padre, te encontrarás con una chica fría y cruel que hace todo por los que ama.

Incluso asociarse con una de las peores personas para hacerlo.