Y llego el día en que mi estadía en el hospital finalizó, los doctores, las enfermeras, los auxiliares médicos y hasta los estudiantes que hacían sus pasantías me prepararon una despedida que nunca me espere, con globos y un pastel de crema y frutas.
Pero lo peor y los más difícil fue decirle adiós a las únicas personas que conocía y que me ayudaron tanto. Lamentablemente ya no podía estar más aquí, mi recuperación estaba más que completa y solo por mi condición de sin hogar permitieron que la cumpliera toda en el hospital.Como no tenía ropa, ya que la ropa con la que me encontraron el día del accidente del tren estaba rota y con sangre, el hospital me dio una sudadera que tenía el logo del hospital y un calentador a juego color azul marino.
Recorrí los pasillos del hospital por última vez dirigiendome a la salida principal.
Cuando estaba en la salida del hospital preguntándome que hacer con mi vida, escucho que me llaman por mi nuevo nombre. Volteo y veo al Doctor David corriendo hacia mi.
- Vincent! No quería que te vayas sin darte esto, se que no los vas a aceptar pero se que los necesitas.— Y coloco dos billetes de 20$ en mi mano. Cuando estaba a punto de refutar me interrumpió.
- Y esto, lo hicimos entre todo el personal que te atendimos, vas a necesitarlo.—Me extendió una mochila azul también, y tanto su tono de voz como su mirada era de absoluta tristeza.
- No tienes porque hacer esto, has hecho tanto por mi en todo este tiempo, yo no tengo como pagarle su apoyo incondicional.—le dije con mucha sinceridad y con un nudo en la garganta.
- Y si pudiera hacer más lo haría Vincent, fue un placer conocerte y ver como te recuperaste tan rápido de un accidente tan terrible, la verdad, muchas veces pensé que no lo lograrias, solo espero que Dios te bendiga, cuídate mucho. —dijo con algo que me pareció una voz quebrada.
Sin decir ni una palabra más me dio la espalda y se fue. Me quedé plantado en la entrada solo, sin rumbo, en un mundo que no conozco, con la certeza de que lo que venía seria tan o más difícil que lo que viví en ese hospital.Solo se que camine por lo que me parecieron horas, preguntando y preguntando hasta que logre hayar el albergue, pero como si no pudiera tener más problemas, ya no había espacio.
La tarde caía y el frío también se acentuaba, había un parque cerca y decidí ir allí a descansar un poco, me senté en una banca y miré a mi alrededor, el cielo, los árboles, las familias que se veían tan felices, los pájaros que cantaban y graznaban, parejas paseando a sus perros.Ahora si que me sentí verdaderamente solo, pero rápido sacudi esos pensamientos de mi cabeza y recordé la mochila que me dio el Doctor David, me la quité de la espalda para ver su contenido. Había dos jugos de manzana con sorbete, dos sándwiches, otra sudadera con el logo del hospital, ropa interior, dos camisetas y también un pequeño kit de primeros auxilios.
No tenía palabras para agradecer este detalle tan grande que tuvieron conmigo y ahora que me daba cuenta las tripas me rugian desde hace horas, sin pensarlo mucho tome un sándwich y le quité el envoltorio, le di un enorme mordisco. Luego tomé el jugo de manzana y lo terminé de un sorbo. De repente me sentí arrepentido por acabar el sándwich, debí solo comer la mitad y guardar el resto, porque en esta situación cuando podré comer de nuevo.
Llego la noche y con ella otro problema, donde dormiría. El parque empezó a vaciarse, las personas haciendo ejercicio y paseando a sus mascotas empezaron a irse. Me vi completamente solo, no sabía que hora era, pero sabía que ya era muy tarde y simplemente de la nada me sentí agotado, la cama del hospital ahora se me hacía un recuerdo muy agradable, pero ya era algo que pertenecía al pasado, solo era eso, un recuerdo.
Me rescoste en la banca, primero coloqué la muleta abajo del asiento y la mochila de almohada y me coloqué la capucha de la sudadera y solo me dejé llevar, cerré los ojos.
A la mañana siguiente, el sol me despertó, por un instante no sabia ni donde estaba, tuve la sensación de estar nuevamente en mi cama del hospital, y que difícil darme cuenta que estaba en una banca de algún parque, el frío era abrumador y el dolor del cuerpo también, ya que me acoste encogido en una banca dura, mis 1.79 metros de estatura no eran aptos para una banca tan pequeña.
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Vincent [Actualizando]
Teen FictionCuanto sacrificarias por salvar a alguien por amor?, Te lanzarias a los rieles de un tren para ayudar a alguien?. Vincent, un Ángel que al cruzar la línea de lo prohibido tiene que empezar una vida en la tierra, con grandes dificultades y mucha vale...