17. Oportunidad

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Luego de esa situación tan inusual en la que Ava y yo nos vimos pasaron 2 semanas, 2 semanas de pensarla, de tenerla en mi cabeza, de recordar su aroma y el tacto de sus manos. Sentía que comer no era algo primordial en mi vida, lo hacía por inercia; y no paso mucho tiempo para que Patrick se diera cuenta que algo no estaba bien conmigo.
- Puedo saber que te pasa?, tienes casi una hora con ese estofado en el plato y ahora que lo pienso, llevas varios días bastante extraño.— dijo Patrick con su cara de preocupación tan característica.
Sin pensarlo solte la cuchara y lo mire fijamente.
- Tengo un problema, pero la verdad no creo que te vaya a hacer mucha gracia. Así que prefiero evitar tu interrogatorio. Adiós Patrick.— diciendo eso me puse de pie inmediatamente y dejando a Patrick con la cara descuadrada me fui lo más rápido que pude a mi habitación.
Solo entré y mientras pensaba que hacer exactamente, ya estaba atrás Patrick como una aparición.
Solo cerró la puerta lentamente e inmediatamente me sentí acorralado.

-Vincent, sabes que soy tu amigo y sabes que puedes confiar en mi. Te conozco bastante, creo que más de lo normal. Y se que me ocultas algo, no quería preguntar hasta que me lo contaras pero, que paso el día que fuiste a la tienda y no volviste?— me dijo Patrick sentándose en la cama sin quitarme los ojos de encima. No tuve opción solo pude respirar profundamente y empezar a contarle todo.
Los ojos de Patrick eran como platos, sentí como si le fuera a dar un infarto cada vez que mencionaba el nombre de Ava. Luego de contarle cómo fue que la vi, llegué a su casa y de como me invitó un vaso de jugo y me senté en su sillón por fin hablo.
- Estás hablando de la Ava por la que renunciaste a todo? De la Ava por la que saltaste a los rieles del tren?— Patrick estaba entre asombrado e histérico, le pareció absolutamente inverosímil.
- Si, esa misma Ava. Se que te parece totalmente surrealista su aparición en en mi vida y se que me vas a juzgar por esto.— no pude si no aceptar todo por lo que Patrick me juzgaría, en gran parte tenía razón, yo tendría que alejarme y olvidar todo, pero no es tan fácil.
Patrick solo se me quedo mirando con cautela, hasta que al fin dijo algo.
- Y tú quieres verla otra vez?— preguntó con curiosidad y miedo en su voz y mirada.
- Siento que debo verla otra vez.— dije con algo de miedo de ver la cara de Patrick.
- Te gusta?!— Me dijo casi gritando, con la mano en su boca.
- La verdad es que creo que estoy empezando a sentir algo por ella.— le dije muy tranquilo, pero cerrando los ojos.
Otro momento incómodo donde Patrick solo me ve por lo que parecieron más de 20 minutos, pero en realidad solo fueron unos segundos.
- Ok Vin y yo creo que mejor no opino, por ahora...—y solo diciendo eso abrió la puerta y se fue.
Me quedé allí sentado, solo, con mis pensamientos, pero la verdad no la podía negar, Ava me hizo sentir algo muy especial y solo sentía la necesidad de tenerla cerca, no se que tan correcto o bueno sería, pero en este momento no importaba. Así que me puse de pie y con decisión salí del apartamento rumbo a su casa.

Lamentablemente no pude despedirme de Patrick, y en parte mejor así, no quería ver su cara de reproche.
Cuando ya estaba a medio camino me di cuenta de algo repentinamente, por estar tan metido en mis pensamientos y salir tan rápido del apartamento, no sabía que ya estaba oscureciendo; pero lo peor fue que tuve una sensación totalmente nueva que me hizo pararme en seco, un escalofrío en la nuca muy desagradable acompañado de la desagradable sensación de que me observaban. No era como cuando me miraban en la calle las personas a mi alrededor con curiosidad, esta vez sentí algo diferente.
Vi a los lados pero solo había una pareja unos metros delante de mi, y un hombre de espaldas bastante atrás. Sin duda eran cosas de mi imaginación y nuevamente me puse en marcha.
Intente darme prisa ya que quería ver a Ava con ansias. No se como se tomaría el hecho de que voy a verla, ni siquiera se si querrá verme, no se siquiera si estoy haciendo lo correcto.
Nuevamente sumido en mis pensamientos llegue a la casa de Ava sin darme cuenta, llegue a los jardines que estaban poco alumbrados en la parte baja del domicilio de Ava. Recordé perfectamente donde estaba su ventana y por suerte estaba la luz encendida, entonces solo tuve el impulso de buscar una piedra pequeña  y lanzarla a la ventana.
Lo hice una vez más y listo, la cortina se movió. Y allí estaba ella, con su cabello oscuro suelto y esos ojos grandes llenos de sorpresa, no pude hacer otra cosa que levantar la mano y saludarla para que me vea.
- Vincent?! Que haces aquí?.—susurro con nerviosismo.
- Vine a visitarte, quería saber cómo estás.— Intente sonar natural y nada nervioso, como alguien que pasaba por allí de casualidad, sin tener mucho éxito.
Su expresión era de absoluta sorpresa y me veía como quien ve a un animalito que se escapó del zoo.

- Vincent, no puedo recibir visitas de chicos...pero...no se si puedas subir por aquí y hablamos.— me dijo con una sonrisa tímida a la cual sin duda no me puedo resistir.— solo no te lastimes.

Sin pensarlo demasiado decidí subir hacia la ventana de Ava, había una escalerilla unida a una esquina, el problema estaba en lo complicado de subir sin una pierna y un brazo, pero me sentía lo suficientemente valiente y arriesgado para hacerlo, el detalle era que tenía que dejar la muleta para poder lograrlo.
Deje la muleta escondida en un arbusto y respire profundo para subir, no estaba tan alto, por suerte solo era el 1er piso, aparte de que tenía una buena condición física y equilibrio.
Llegue a la ventana y allí estaban esas manos suaves y delgadas para ayudarme a entrar, me senté en el borde de la ventana donde justamente había un asiento largo y fue cuando me sentí de verdad cansado.
Me dio la impresión de que pasaron varios minutos hasta que recupere el aliento y allí estaba ella sentada al filo de su cama observandome cuando se levantó rápidamente.
- Ya vengo, no te muevas.—me dijo antes de cerrar la puerta con cuidado, pasaron 2 minutos para que entrara otra vez a la habitación, en sus manos una bandeja con un sándwich y un vaso de leche. Lo único que pasó por mi cabeza fue que me veía hambriento o muy flaco, porque me traía de comer?
- Disculpa, pero imagino que tienes hambre, por eso te preparé esto.— me dijo con una expresión que me lleno de un sentimiento que me enterneció, no sabía que decirle, creo que mi rostro era entre agradecimiento y confusión así que intente decir algo sin sonar tonto.
- Gracias por ser así conmigo, ya te lo dije antes pero no esta de más decirlo otra vez. Vine a visitarte y olvidé que no podías recibir visitas de hombres, espero no meterte en problemas.— le dije con sinceridad.
- No Vincent, todo lo contrario, me preguntaba que paso contigo estas semanas; no supe nada de ti desde ese día en el que apareciste en mi trabajo y en mi vida.— dijo poniendo los ojos en blanco.
- Yo lamento no haberte buscado antes, estaba pensando seriamente si era lo correcto o si eso te agradaría.—le dije con total sinceridad y tome un poco de leche para evitar mirarla a los ojos, sentía como poco a poco mi rostro se ponía caliente.
- Yo también quería llamarte, pero no quería incomodarte.— me confesó con timidez, y me di cuenta de que ella también empezaba a sonrojarse; sentí que algo empezaba a crecer en mi pecho.
No supe que decir así que tomé el sándwich y le di un mordisco, noté que tenía hambre y aparte estaba delicioso.
Luego de varios minutos en silencio donde yo solo comía y ella me observaba, me empecé a sentir incómodo y la vi directo a los ojos.
- Que tengo?— le pregunte sonriendo.
- Me parece increíble tu apetito y la verdad todo tú me parece fascinante.—me dijo con absoluta sinceridad y unos ojos muy brillantes.
Me tomo por sorpresa esa confesión y casi que atraganto con el último pedazo de sándwich.
- A que te refieres con "fascinante"?— le pregunté con curiosidad y algo de vergüenza.
- No se como explicarlo, no solo tienes un físico hermoso, con esos ojos azules, una piel más bonita que la mía y un cabello envidiable. Tienes algo enigmático, algo que no logro descifrar. Y aparte cuando te vi por primera vez en mi trabajo, tuve la rara sensación de que te había visto antes; seguro son ideas mías, porque no olvidaría un rostro así nunca.— me dijo sonriendo con ironía.
Solo intenté disimular mi cara de miedo, pero sentí un arrebato de contarle todo, de decirle que si me había visto antes, solo que en una situación bastante complicada: salvandola de un tren.
Pero me mordi el labio y tome impulso para hacer algo mejor, me arrodille como pude y tome su mano derecha.
- Ya que estamos hablando con sinceridad, quería decirte que me gustas y me encantaría que me dieras la oportunidad de estar a tu lado Ava.

Vincent [Actualizando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora