13. Idiomas

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Pasaron varios meses en compañía de Patrick y David, el querer obtener mis documentos seguía en proceso, aunque encontramos un abogado muy bueno que es amigo de David y nos estaba ayudando con el caso.

En todo este tiempo viviendo en casa con Patrick y David caí en cuenta de lo independiente que soy, Patrick siempre me lo decía, pero yo no lo había querido aceptar.
Descubrí que podía hablar varios idiomas, Y como me di cuenta?, Todo empezó una tarde en la que buscaba un libro en la Biblioteca que estaba en la habitación de David, ya que el me había recomendado leer algo para entretenerme, le tomé la palabra y mientras buscaba un libro que me interesaba me topé con un manual de un televisor, (que hacía un manual de televisión allí?), Por alguna razón empecé a ojearlo y vi que estaba dividido por idiomas, cinco para ser exactos, Inglés, italiano, francés, español y japonés, senti que mi cabeza estaba en una licuadora cuando me percate que podía leer los 5 sin problemas. Al parecer todas mis habilidades intelectuales se quedaron conmigo desde que obtuve este cuerpo y eso incluía, leer, escribir y entender idiomas, pero podría hablarlo?, la respuesta era si.
Inmediatamente me di cuenta que podía hablar otros idiomas sin ningún problema, tome la decisión de usar ese talento a mi favor y ya que necesitaba un trabajo y porque no dar clases de idiomas.G

Así que una mañana me desperté con esa idea en mi mente y fui directo a comprar un periódico para ver si solicitaban a alguien que de clases de algún idioma.
Y así fue, había varias solicitudes para profesores de Inglés y varias de francés, pero antes de tomar alguna decisión tenía que asesorarme con alguien y esta vez decidí contarle a Patrick, como era de esperar Patrick me ayudó y luego de explicarme bien que es lo que tengo que hacer exactamente, llame al número del anuncio del periódico.
Al otro lado del teléfono contesto la voz de una mujer joven la cual me dio la dirección a donde ir, el trabajo era para clases particulares de francés, un idioma que me gusta mucho y no entendía porque.

Al otro día ya tenía que ir a mi nuevo trabajo, era un trabajo temporal pero no importaba, me hacía sentir muy bien tener uno.
Me preparé con la mejor ropa que tenía, intenté arreglar mi cabello que ahora era más corto ya que Patrick decidió un día llevarme a una barbería para que me hicieran un corte más definido aparte de arreglar mis uñas y hacerme otras cosas que sentí que no eran necesarias como masajes faciales.
Pero sin duda mi cabello abundante esta mañana era un verdadero problema, lo acomode lo mejor que pude y tomando una mochila y un cuaderno, salí de la casa rumbo a la dirección que me indicaron, pero camino a ese lugar varias dudas asaltaron mi cabeza, que va a pensar cuando me vea esa persona?, y si mi apariencia no me permite tener el trabajo?, que hago si pasa eso?.
Bueno, si algo así pasa, no me tiene que sorprender, tengo que aceptarlo y seguir adelante. Mientras pensaba en todo eso, preguntándome y respondiendome yo solo, sin darme cuenta llegue a la dirección correspondiente.
Era una casa pequeña, color amarillo y con un pequeño jardín en la entrada, tenía un enrejado y una puerta de madera, respire y toque el timbre sin importar lo que pase.
Al hacerlo solo espere unos segundos y salió un chico moreno, de rasgos delicados y cabello rizado, de unos veintitantos. Su mirada al verme hablaba por si sola, era de sorpresa y de curiosidad, yo solo me quedé como tonto sin saber que decir, hasta que el habló primero.
- Hola, vienes por el trabajo?, las clases de francés?.- Pregunto mirandome con curiosidad.
- Si, vine por el trabajo.- Intente brindarle una sonrisa amable y despreocupada.
- Bueno, adelante.- Me dijo temeroso intentando sonreír. Con un poco de vergüenza entre a la casa y era como lo imaginé.
Bastante pequeña pero acogedora, con muebles color ladrillo, ventanas hasta el piso, alfombras coloridas y mucha luz en su interior.
Me quedé ensimismado viendo todo al rededor, pero el chico me sacó de mis pensamientos.
- Me llamo Tanner, estudio idiomas y por eso necesito a alguien que me ayude con mi francés y se me esta dificultando un poco.- Me dijo Tanner apenado.
- Que gusto conocerte, yo me llamo Vincent y espero poder ayudarte Tanner. Ah, y linda casa, es muy acogedora.- Le dije sonriendo.
Me miro con asombro y algo de ternura que me incomodó.

- Siéntate,- Dijo señalando una mesa de comedor redonda, acomode la silla y me senté, me quité la mochila de la espalda y la coloqué a un lado de la silla. El se sentó a mi lado y se quedó mirándome.
- Eres tal como te imaginé.- dijo tranquilamente.
Me quedé sorprendido con ese comentario.
- Por qué?.- Pregunte intrigado.
- Lo digo por tu rostro, tus rasgos son muy franceses o algo así.- Me dijo muy sincero.
Me quedé mirándolo con incredulidad, no dije nada, solo sonreí un poco y saque de mi mochila un cuaderno y un bolígrafo.
- Bueno, muéstrame que necesitas que te explique o cuales son tus dudas y de allí empezaremos.- Le dije.
Luego de eso empezamos a hablar de sus dudas con el idioma, y algunas cosas que no había entendido en clase.
Luego de casi tres horas de una clase improvisada pero muy interesante, entro una señora con una cara muy amable y nos dejó en la mesa unos sándwiches y jugos de piña.
Luego de cuatro horas la clase había llegado a su fin, me dirigí a la puerta y Tanner procedió a darme el dinero de la clase que habíamos acordado, pero me doy cuenta que había más billetes de lo que se suponía.
- No te preocupes, es lo que en verdad te mereces por la clase.- dijo Tanner y me sonrió con complicidad y me di cuenta que no serviría de nada rechazar el dinero.
- Gracias Tanner, de verdad que fue un placer y si necesitas una nueva clase o si tienes dudas por algo de la prueba me llamas.- Fue lo que pude decirle, me dio la mano y salí de allí rumbo a la casa.
Por primera vez en mucho tiempo me sentí verdaderamente útil y muy bendecido de estar vivo en este mundo tan nuevo para mi, sin pensar que algo tan complicado estaba a punto de empezar.

Vincent [Actualizando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora