14. Inexplicable

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Solo quería dormir esta noche, veia una película que me invitó a ver Patrick y luego a dormir. Todo estaba bien, hablamos y nos reímos con una película estilo comedia.
Ya cuando acabo, nos despedimos y me relaje en la cama. Me di vuelta del lado derecho, (descubri que era mi lado favorito para dormir) y simplemente cerré los ojos.

Pasada la media noche, sentí como si mi cuerpo se moviera solo, no se como describirlo, pero sentí claramente como me senté en la cama y una fuerza inexplicable me levantaba. Puedo asegurar que no sentí  más nada hasta que abrí mis ojos en la mañana, cuando ya la luz del sol entraba por la ventana.
Veo a Patrick parado en el umbral de la puerta y me pregunto porque me está mirando como si fuera alguien que no había visto nunca, pero me termino de sorprender cuando veo que tengo desnudo el torso, recuerdo perfectamente haberme puesto la pijama en la noche.
- Ya despertaste!, David ven, ya se despertó.— Grito Patrick, casi dejándome sordo.
- Hola Vincent, buenos días. Eh, como te sientes?.— Dijo David nervioso.
- Porque me ven así?.— Pregunte con preocupación.
Cuando me senté en la cama, sentí como si mi cuerpo hubiese sido golpeado, y la espalda me ardía como si estuviera quemando, me espante.
-Tranquilo Vincent no te muevas, y no te sientes, estás bien. Solo que pasó algo un poco raro y te lastimaste un poco.
- No entiendo…— Dije con mucho miedo.
– No entiendes?, nosotros no entendemos tampoco, brillaste como bola disco y te elevaste hasta el techo. Nos debes una explicación, de verdad me asuste, está vez tocaste fondo Vincent, ahora si me espantaste!.— Dijo Patrick casi histérico.
- Ya basta Patrick, no tienes porque gritar.— Dijo David intentando guardar la compostura.
- Claro! Yo no puedo gritar pero él si puede asustarnos con esos trucos de magia extremos?.— Empezó otra vez Patrick.
- No entiendo que paso, no se que ocurrió, recuerdo que me acosté a dormir tranquilo y no se que paso exactamente, solo sentí que mi cuerpo quemaba, es lo que recuerdo.
- Tranquilo Vincent, tienes dolor del cuerpo debido a la caída tan brusca, pero ya te voy a dar un poco de medicamento para el dolor y te sentirás mejor.— Me dijo David con mucha compasión.
- Es que no entiendo que ocurrió conmigo. De verdad, lamento haberlos asustado chicos.— Dije con inmensa vergüenza.
- Vincent, Tu cuerpo se levantó hasta el techo y los brazos abiertos, con una luz muy densa color blanco, aparecieron una formas detrás de ti, eran como alas muy amplias. Luego de unos segundos te caíste y no reaccionaste hasta ahora.— David me explicó con paciencia.
No supe que decir al respecto, solo se que estoy cansado de esto y tenía que hacer algo al respecto, ya basta.
Sin pensarlo me senté de golpe, el dolor era intenso, pero lo soporté con una mueca. David intentó detenerme. Pero lo ignore, busque la muleta debajo de la cama. Mientras Patrick me veía con preocupación y desdén al mismo tiempo.

- Ok vamos a tranquilizarnos chicos, Vincent, no puedes ir a ningún lugar en ese estado, preferiría que te quedaras aquí tranquilo.— Dijo David muy nervioso.
- Lo siento David, pero tengo que saber que ocurre conmigo, ya no puedo seguir aguantando tanta locura.— Le dije con convicción.
- Y que piensas hacer al respecto?.—
David me veía con una cara de verdadera preocupación.
- Tranquilo, voy solo a buscar a una persona que sabe de estas cosas.
- De "estas cosas"? Como es eso?.— Dijo Patrick nada convencido.
Veo las caras de estas dos personas que considero como mis hermanos y no dejo de pensar en el posible daño que les ha hecho mi presencia en sus vidas, sintiéndome responsable de su vulnerabilidad y de como han respetado y entendido lo que alguna vez fui, algo tan surrealista, tan fuera de lo normal.
- Cosas de ángeles.— digo sin mirarlos a la cara mientras me ponía la camisa.
- Y si llamas a esa persona para que venga?. Digo, para que tu no salgas, es mi recomendación.— Me aconseja David.

Me paró en seco y dejo de ponerme el zapato, y pienso que no es tan mala idea. Igual mis ganas de salir con el malestar del cuerpo es igual a cero.
Tomo el teléfono que está en la mesa de noche y sin pensarlo mucho, busco el teléfono de Stan y mando un mensaje donde le explico que necesito verlo y también mando mi ubicación. Inmediatamente responde con un solo y contundente: voy para allá.
Ya más tranquilo, veo el rostro de Patrick y ahora su mirada es de confusión.
- Vamos a comer algo, hasta que venga tu amigo. No se ustedes pero estoy hambriento.— Dice David.
- No tengo mucha hambre, la verdad.— Digo sin ganas.
- Tienes que comer, haré café y tostadas con queso. No te resistiras.— dice alentador.
– Bueno, gracias.— le digo intentando sonreír.
Con un semblante lleno de optimismo David se va a la cocina, dejándonos a Patrick y a mi solos.
- Patrick, lo siento, no quería asustarte ni hacerte sentir incómodo, no se como hacerte sentir mejor.— Le digo por fin intentando disculparme.
- Ya no me digas más nada.— Dice cortante.

Vincent [Actualizando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora