Capitulo 13

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Los meses pasaron sin muchos altibajos. Mi búsqueda por una solución había quedado en segundo plano por un tiempo indeterminado, ya que el ministerio había decidido mandar a sus inefables a realizar visitas al castillo para investigar las anomalías temporales.


 ¿Cómo me enteré de aquello? Dumbledore. Aparentemente el ex jefe de Gryffindor tenía muchos contactos en diversos sectores del ministerio.  A veces hasta daba miedo los contactos de ese hombre. 


Pero quitando eso de lado, Severus y Lily casi descubren nuestra diferencia de contenidos en reiteradas ocasiones.  Xeno me recomendó solo decirles que adelantaba información, algo dentro de todo normal. Sin embargo, mi experiencia me dijo que ese no era del todo el caso. 


En la casa de los cuervos si bien había competencia, también había apoyo mutuo y amor por el conocimiento. Era muy común encontrar estudiantes de todos los años investigando y aportando algo sobre un tema en específico, ya que la diferencia de perspectiva hacía que el trabajo fuese más completo.  


Ahora, cuando se hablaba de las otras casas... no era que no fuesen capaces de hacerlo. Muchas veces alumnos de diferentes años se juntaban para investigar sobre algo. Pero era solo por esa oportunidad y la mayoría de las veces de manera accidental. Una vez terminado, cada uno iba por su lado y rara vez volvían a hablarse. Mientras que los cuervos volvían a contactarse para investigaciones futuras. 


Que un alumno viera contenido del año siguiente (o quizás dos años por arriba del suyo), no era extraño, menos si estaba acompañado de alguien mayor. Pero si fuese un solitario alumno de primero el que viera contenido de quinto o sexto, lo hacía poco creíble y sospechoso. Por lo tanto, hablé de ello con Dumbledore para saber que opinaba al respecto.


Llegamos a la conclusión de que en lugar de hacer doble tarea, solo haría la mía. En clase cumpliría con las demostraciones prácticas, pero en papel solo estaría lo de mi año. Coloqué hechizos para disfrazar los libros y reportes. Solo Xeno era capaz de ver lo que realmente hacía. Así como también se había autoproclamado mi ayudante en mi búsqueda para volver a casa.  Los viajes en el tiempo le llamaban la atención, y también lo veía como una forma de pasar más tiempo juntos. 


No resistí el impulso de abrazarlo cuando me lo dijo, ya sabía de donde Luna había sacado lo tierno. Era imposible no quererlos.


_ ¿Interrumpimos algo? - dijo un malhumorado Severus tomando asiento junto a mí, seguido de una sonriente Lily. 


Los miré extrañada, eso era otra cosa que hacían últimamente. Siempre que me mostraba cariñosa o simplemente me reía con Xeno, Lily se reía por lo bajo y Severus parecía el mismo amargado de meses atrás. Carajo, ni siquiera quería pensar en lo que pasaba por sus cabezas. Ya tenía bastante con lo que había en la mía, muchas gracias.


_ ¿Se volvieron a cruzar con Potter o qué te pasa?  estabas de buen humor hace unos minutos en el gran comedor. 


_ No importa -dijo cruzándose de brazos y poniendo mala cara. La sonrisa de Lily sobresalía por detrás de su mano- no le veo lo chistoso, Lily.


_ No importa, Sev -le contestó aguantando las ganas de reírse, y fallando desastrosamente. 


Intercambiaron un par de palabras más hasta que Severus juntó sus cosas y se fue refunfuñando. Mientras que Lily se agarraba del estómago riendo a carcajadas. 


_ ¿Qué acaba de ocurrir? -pregunté en voz alta sin esperar respuesta.


_ No tengo la menor idea -me contestó Xeno con una sonrisa que decía todo lo contrario.


...


El pequeño Ravenclaw resultó ser lo que necesitaba. No solo veía cosas donde yo no las habría notado, sino que su propia forma de ver las cosas hacía que todo fuese en una dirección diferente a la que yo apuntaba. 

Mientras yo seguía apuntando a la sala de los menesteres, Xeno señalaba a algo externo.  Un pensamiento que inconscientemente mantuve lejos de la vista. Porque reconocerlo sería realmente aterrador. Pero Xeno ya había dejado caer la tela que cubría al elefante de la habitación y no había vuelta atrás. 


Mi presencia en el pasado podría no ser un accidente, y quizás nunca lo fue. El tiempo tenía la costumbre de "acomodar" las cosas, los eventos, las personas

Las teorías no tan alocadas decían que uno no viajaba al pasado, sino que lo que ocurrió después solo tuvo lugar porque antes estuvimos ahí, siempre estuvimos ahí. Los llamados "eventos inevitables", hechos a lo largo de la historia que debían ocurrir si o si para poder tener un presente. Todo gracias a que el tiempo así lo quiso, para evitar mayores desastres. 

De esa manera, los viajeros en el tiempo llegaron a existir. 

Lo que me dejaba pensando... de ser así, ¿alguna vez volvería a casa? ¿Cuáles eran esos eventos inevitables que mi presencia afectaría?


Y yo que no quería alterar demasiado el pasado, me lleva la...


_ Esto no puede ser peor - dije golpeando mi cabeza contra el escritorio con frustración.


_ Quizás quieras arreglar esa oración -me contestó Xeno pasando tranquilamente las páginas del libro en su regazo. 


_ ¿Por qué?


_ Porque el Director está apunto de tocar la puerta.


Segundos después escuché el firme golpe de los nudillos del director sobre la puerta. Ni siquiera cuestioné como Xeno había acertado. Demasiados años con Luna me enseñaron a simplemente seguirle la corriente. Por una vez esperaba que el director trajera buenas noticias.

Sin embargo, la seriedad en su rostro al entrar me dijo que debía esperar todo lo contrario. 



Viejos Conocidos  (Severus x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora